El presidente de EEUU, Donald Trump / EP

El presidente de EEUU, Donald Trump / EP

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Decrecimiento e inflación, el escenario al que Trump aboca a EEUU y que temen empresas e inversores

El recrudecimiento de la guerra comercial ha encendido todas las alarmas en el mercado ante las posibles consecuencias para la primera economía del mundo, que podrían derivar en una prolongada crisis

Más infomación: El Ibex cierra un viernes negro con la pérdida del 6,1% arrastrado por la guerra de los aranceles

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Es la palabra que nadie quiere mencionar; el término del que todos huyen. Pero los mercados no engañan. Los fuertes descensos de Wall Street en las últimas tres sesiones y la jornada de pánico vivida el viernes en las bolsas de Europa y Asia confirman que el vocablo maldito está en la mente de todos: estanflación.

Se trata de una endiablada combinación entre crecimiento estancado e, incluso, decrecimiento, y elevada inflación, capaz de poner al borde del colapso a cualquier economía que se precie. Aunque la de EEUU, que es sobre la que actualmente pesa la amenaza, no es una cualquiera; al contrario, pasa por ser aún la primera del mundo y, sin duda, la de mayor influencia e impacto.

De ahí que los posibles efectos de las severas medidas proteccionistas de la Administración Trump, que han pasado de las frecuentes bravuconadas del actual inquilino de la Casa Blanca a firmarse negro sobre blanco en la mesa del despacho oval, hayan encendido todas las alarmas de los inversores.

"La respuesta de las bolsas deja claro que la imposición generalizada de aranceles, algunos por completo desproporcionados, no era algo descontado", apuntan desde un banco de inversión internacional.

Fachada de la Bolsa de Nueva York en Wall Street

Fachada de la Bolsa de Nueva York en Wall Street

Los expertos señalan que el incremento de la tensión comercial era palpable pero, al mismo tiempo, interpretado como una manera de forzar una negociación y ganarse una posición favorable en ella. 

"La pulsión del botón nuclear era un escenario demasiado remoto. De lo contrario, la retirada de los inversores hubiera sido más tendida. A partir de ahora, se abre un periodo de incertidumbre, que no deja de ser uno de los peores enemigos de los mercados", señala la fuente.

Precios al alza, menor consumo

La aplicación de aranceles a productos llegados desde el exterior tendrá un efecto prácticamente inmediato en los precios de los bienes. Un factor que detrae el consumo y hace que se retrase la toma de decisiones sobre las compras. 

El freno de uno de los elementos que compone la demanda agregada repercute negativamente en el crecimiento económico.

Presiones de Trump

En las últimas horas ha trascendido que Donald Trump presiona al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, para que retome las rebajas de los tipos de interés. Una maniobra con la que el presidente estadounidense pretende que otro de los componentes de la demanda agregada, la inversión, no se resienta y compense la rebaja del consumo.

Sin embargo, el escenario es más complicado. Uno de los cometidos principales de la Fed es mantener bajo control la inflación. Algo que en ningún modo logrará si vuelve a rebajar el precio oficial del dinero. Precisamente, el organismo detuvo los recortes antes las crecientes dudas sobre si las alzas de precios habían cesado o cabía la posibilidad de nuevos repuntes.

Ante este escenario, la prudencia parece la mejor de las consejeras, aunque sin pestañear un solo instante. "No se trata de una situación que vaya a tener un efecto inmediato en la economía de EEUU. Si se abre un periodo de negociación y, en un plazo razonable de tiempo, las tasas de moderan o se eliminan, el impacto será reducido", señalan desde una consultora.

Los temores provienen de la idea de un escenario continuado. "Los efectos de medidas como estas tardan un tiempo en dejarse sentir en la economía real, en la microeconomía, el día a día de las familias y los consumidores. Pero, de la misma manera, también es el último escenario del que desaparecen. Y cuanto más se incruste, más complicado es eliminarlo".

El consejero delegado de Inditex, Oscar García Maceiras

El consejero delegado de Inditex, Oscar García Maceiras EUROPA PRESS

Desde el ámbito empresarial, las llamadas a la calma son el elemento predominante en estas primeras horas. "EEUU es uno de nuestros mercados estratégicos. Y lo va a seguir siendo. Creemos que aún tiene mucho potencial y esa idea no ha cambiado”, afirmó este viernes Ana Botín, presidenta del Banco Santander, durante la junta de accionistas del banco.

El Santander es el tercer valor del Ibex por capitalización bursátil. El primero, Inditex, también ha realizado en los últimos años una decidida apuesta por EEUU. Y piensa mantenerla, a tenor de lo expresado por su consejero delegado, Óscar García Maceiras. El ejecutivo considera que la compañía tiene capacidad para adaptarse a este escenario. 

Crecimiento débil

Al margen de las maniobras de Trump, Botín también aseguró que las tensiones geopolíticas han dado paso a un escenario de crecimiento global para los próximos años que es el más débil de los últimos 16 años.

En este contexto, una potencial entrada en recesión de la primera economía del mundo no resulta descartable. Visto lo visto, una hipótesis de estanflación, tampoco. Los próximos meses determinarán si el pánico inversor de estos días está realmente justificado.