Menos mal que sentía molestias: la exhibición antológica de Lamine Yamal para callar la boca a Lautaro Martínez

Lo de Lamine Yamal no es la inocencia de un chico de 17 años. Sencillamente, se trata de un carácter sin complejos como el que tenía, de alguna manera, Johan Cruyff, aquel tipo que cambió la historia del Barça y lo convirtió en un club ganador. Es lo mismo que quiere hacer Lamine y lo demostró contra el Inter de Milán.

La primera parte de Yamal fue una exhibición. No le importan las críticas que le tachan de crecido. El genio de Rocafonda solo tiene en mente ganar partidos y confía en él mismo. Por eso no le importó tampoco  que el Inter se adelantase por dos goles en el Olímpic Lluís Companys. Gracias a él, el Barça se levantó de la lona.

Gol de genio

A Lautaro Martínez, estrella de los nerazzurris, le preguntaron en la previa sobre Yamal. Y dijo que, simplemente, se trataba de "un jugador importante". Agregó que no tenía "comparación con Messi", algo en lo que Lamine coincide. Sin embargo, el 19 del Barça demostró que es mucho más que un futbolista con calidad.

El extremo catalán fue una completa tortura para Dimarco, su emparejamiento en la banda. Se fue tantas veces de él como quiso. Y así fue como llegó el golazo que devolvió al Barça a la eliminatoria. En una baldosa, Lamine se fue de dos contrarios. Luego, definió con un toque muy suave al palo largo, con efecto. El esférico dio en el palo y luego rebasó la línea.

Infinidad de recursos

Luego, el Barça empató el partido con una gran jugada trenzada. El equipo se volcó al ataque y hundió al Inter. Destrozó su defensa, en lo que más destaca. Un balón al área fue peinado por Raphinha. Y en el corazón de la zona más peligrosa llegó Ferran con el instinto de un tiburón que huele sangre.

Lamine Yamal dispara entre tres defensores del Inter EFE

El Barça cree que puede ganarlo todo y demostró por qué en la primera parte. Unos 45 minutos en los que sucedió de todo. Se lesionó Jules Koundé y también Lautaro Martínez. Por suerte no Lamine Yamal, que dio el susto en el calentamiento. El partido número 100 del genio de Rocafonda fue de escándalo.