Con la proximidad de la Semana Santa, es momento de deleitarnos con los platos tradicionales de Cuaresma que tanto nos gustan. Estas recetas, llenas de historia y sabor, nos permiten disfrutar de la gastronomía típica de esta época del año. Desde el clásico potaje de vigilia, elaborado con garbanzos, espinacas y bacalao, hasta las irresistibles torrijas, cada plato nos conecta con las tradiciones culinarias que caracterizan estas festividades. Es la ocasión perfecta para reunirnos en torno a la mesa y saborear estas delicias que forman parte de nuestro patrimonio gastronómico.
Los buñuelos de l'Empordà
Los Buñuelos de l'Empordà es un postre que se empieza a comer por Cuaresma y es durante la Semana Santa cuando tiene su momento más álgido. Los ingredientes para elaborarlos suelen ser: harina, agua o leche, levadura de París, sal, matafaluga, grasa de cerdo, aceite de oliva o mantequilla, limón, huevos, azúcar, anís o garnatxa. La forma habitual es hinchada, como de una esfera aplastada, y su textura es compacta, más bien densa. Una de sus características diferenciales es el ligero gusto de matafaluga -nombre catalán de la planta Pimpinella anisum, también conocida como anís verde- y que no tienen agujero.
Los buñuelos se pueden encontrar en pastelerías y panaderías de l'Empordà, además son un producto adherido a la Marca de Garantía de Productos de l'Empordà. Los pasteleros y panaderos adheridos a esto han de superar, periódicamente, los controles de un laboratorio alimentario que certifica la calidad en las diferentes fases del producto para recibir la certificación.
Es un sello alimentario que tiene por objetivo personalizar y reconocer los productos propios de l'Empordà y que ayuda a promocionar su comercialización.
Receta de los buñuelos
Si te gusta la cocina, no debes escapar la oportunidad de hacer en tu casa unos ricos buñuelos de l'Empordà. Estos son los ingredientes para 14 unidades:
- 150 g de harina de fuerza.
- 5 g. de levadura fresca de panadería.
- 2 g. de semillas de anís.
- 70 g. de azúcar.
- Una pizca de sal.
- Ralladura de limón.
- 75 ml. de leche tibia.
- Huevos.
- 15 g de manteca de cerdo.
- 20 ml. de licor de anís.
- 20 ml. de agua.
Buñuelos de Cuaresma
Para su elaboración, debemos de seguir los siguientes pasos:
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Mezclamos la harina y la levadura fresca, desmenuzada, en un recipiente amplio y hondo. Añadimos el anís en grano, el azúcar, la sal y la ralladura de medio limón. En otro cuenco batimos el huevo con la leche y el licor de anís. Añadimos los líquidos a la primera mezcla (la de la harina) y mezclamos para obtener una masa homogénea.
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Incorporamos la manteca de cerdo en pequeños trozos. Amasamos bien hasta integrar y obtener una masa lisa, homogénea y elástica. Engrasamos un cuenco e introducimos la masa en su interior. Lo cubrimos con un paño limpio y seco y dejamos fermentar durante una hora y media o dos horas, según la temperatura que tengamos en la cocina, o hasta que doble su volumen.
- Hacemos pequeñas bolas con la masa y las vamos poniendo sobre una bandeja de horno untada con aceite o cubierta con una lámina de silicona. Tapamos con un paño y dejamos fermentar, de nuevo, hasta que las bolas doblen su volumen.
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Cuando la masa esté lista, tomamos cada una de las bolitas y hacemos un agujero en el centro (si se desea). Calentamos abundante aceite en un cazo y freímos los buñuelos a fuego suave, volteando para que se doren por igual por ambos lados.
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Los escurrimos sobre un plato, con papel absorbente, para retirar el exceso de aceite. Mezclamos el licor de anís y el agua e introducimos la mezcla en una botella de spray. Pulverizamos los buñuelos con la mezcla e, inmediatamente después, los rebozamos bien en azúcar. ¡Y listos para consumir!