El flamante entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso, se presentará en las próximas semanas como un dechado de virtudes futbolísticas, personales y hasta sociales. Un hombre cuasi perfecto que no ha roto un plato y tiene el don de entrenar como si fuera una mezcla entre Johan Cruyff y Arrigo Sacchi.
Ni tanto ni tan poco, queridos. El exfutbolista de Real Sociedad, Liverpool y Real Madrid tiene, como todo el mundo, diversas caras. Pero aquí, por aquello de que nos interesan los negocios más que cualquier otra cosa, vamos a repasar cómo se mueve fuera de los estadios y cerca de las sucursales bancarias.
Y lo cierto es que, aunque mayoritariamente seamos culés, tenemos que admitir que Xabi Alonso es un inteligente hombre de negocios que además puede presumir de un comportamiento intachable.
Cabe destacar que solo hace unos días la Audiencia Nacional daba la razón al exfutbolista en el contencioso que mantenía con la Agencia Tributaria por reclamarle algo más de 288.000 euros por no liquidar el IRPF de los pagos que recibió su representante en 2012 por parte del Real Madrid.
Es la segunda vez en la última década que el exfutbolista de la Real Sociedad esquiva a la justicia. Porque en 2019 la Audiencia Provincial de Madrid también le absolvió de los tres presuntos delitos fiscales que se le imputaban por presuntamente ocultar al fisco ingresos a través de una sociedad en Madeira (Portugal).
Alonso nunca ha querido pactar con Hacienda. Y ha ganado sus dos procedimientos. O sea, es honrado. O, al menos, hasta ahora lo parece.
Sus inversiones, con varias marcas de ropa infantil que dirige su esposa, Nagore Aranburu, y, sobre todo, con unas cuantas adquisiciones inmobiliarias, la más célebre el chalet de El Viso (Madrid), valorado en 15 millones de euros, también le han salido a las mil maravillas.
No puede decirse lo mismo del chalet que se construyó en Igeldo (Donostia), porque la justicia ha dictaminado que lo edificó en una zona protegida ambientalmente y, por ello, debe ser demolido. Pero, por ser justos, en su día el ayuntamiento donostiarra concedió los permisos oportunos y no hay responsabilidad del entrenador.
Así las cosas, al tolosarra Xabi Alonso se le dan muy bien los negocios. Esperemos que en su etapa como técnico del Madrid le vaya mucho peor.