
Esta es la playa de Cataluña recomendada por 'The Guardian', Cala Estreta VISIT COSTA BRAVA
Ni Cala Fosca ni el Trabucador, esta es la playa de Cataluña recomendada por 'The Guardian': "Escarpada y peculiar"
El medio destaca sus aguas cristalinas y un entorno rodeado de acantilados y bosques
Más noticias: No lo sabías: la piscina natural más espectacular de Cataluña tiene aguas turquesas para bañarse en medio del Pirineo
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Hablar de las playas de Cataluña es hablar de algunas de las calas más bonitas y espectaculares del Mediterráneo. Desde las aguas frías y turquesas de la Costa Brava hasta las extensas y ventosas orillas del Delta del Ebro, pasando por rincones escondidos entre acantilados, bosques o arenales familiares con todos los servicios.
Variedad nunca falta. Es por eso que millones de turistas acuden cada verano a las playas catalanas en busca de fiesta, sol y descanso. Para los más animados, una opción es Sitges, los que quieren tranquilidad suelen apostar por Cala Fosca o Calella y quienes quieren algo más íntimo o alejado del turismo de masa bajan hasta la playa del Trabucador. Aunque hay mucho más para elegir.
Cada año salen rankings y listados de las playas más bellas de Cataluña, de España e incluso de Europa y alguna cala de Cataluña siempre aparece. Uno de los últimos en hacer mención al litoral catalán ha sido el diario The Guardian.
Este popular medio británico ha publicado un artículo sobre las 20 playas más desconocidas de Europa. Más concretamente aquellas que “no están en el radar”, que pasan desapercibidas entre los turistas. Y, como no, aparece una playa catalana.
Qué playa es
Cabe decir antes de citar el nombre de este rincón que sí se trata de una cala conocida, especialmente por los habitantes de la zona y los amantes de la Costa Brava. ¿Para los ingleses no? Puede ser. En cualquier caso, el rotativo británico alaba los encantos de una playa como Cala Estreta, de la que han quedado prendados.
Situada muy cerca de Palamós, el medio describe la playa como “escarpada y peculiar”, especialmente porque se encuentra en una zona de acantilados y las rocas la protegen de los bañistas que apuestan por la comodidad.
Dónde está
Como bien señala el periódico, se trata de “una larga playa dividida en dos mitades por un gran arrecife rocoso, flanqueada por boscosos acantilados”. Y es que el camino hasta llegar está, el Camí de Ronda, está cubierto de pinos.
Su ubicación la hace perfecta para descansar. Es imposible llegar allí en coche, está alejada de cualquier núcleo urbano y el aparcamiento más próximo queda a media hora a pie. Por eso, a pesar de su creciente popularidad, no está tan masificada.

Vista de Cala Estreta VISIT PALAMOS
Cómo es
Cala Estreta es en realidad una de tantas entre un conjunto de calas que se suceden en esta franja litoral sin urbanizar dentro del espacio protegido que va de Palamós a Castell-Cap Roig.
La playa principal tiene unos 150 metros de largo, dividida por el citado arrecife de roca natural, una formación que otorga esta peculiar forma de dos medias lunas que caracteriza a Cala Estreta.
Qué dice 'The Guardian'
A un lado de estas rocas queda una zona más amplia, de arena dorada y gruesa; al otro, una parte más recogida, frecuentada por quienes practican nudismo. Ambas comparten por eso las aguas cristalinas que, en este rincón del Mediterráneo, permiten ver el fondo marino.
Esta claridad de las aguas ha hecho, no solo que vengan turistas y bañistas locales, tambien se acercan por allí los aficionados al snorkel. Además, las aguas allí suelen ser bastante más tranquilas. De allí que el The Guardian destaque que “Estreta es un lugar perfecto para nadar”.
Recomendaciones para principiantes
Siempre prudentes, los británicos tratan de cuidar a los suyos y recuerdan que “el suelo es rocoso” en esa playa por lo que remiendan “llevar escarpines, además de una sombrilla”. Porque, efectivamente, tampoco hay lugar para la sombra.
Cala Estreta no cuenta con duchas ni baños ni chiringuitos permanentes. “Solo en los meses más calurosos del verano, un bar efímero (“pop-up bar”) ofrece bebidas y snacks”, detalla el rotativo. Por eso en su voluntad recomendadora apuesta por irse a comer a otro lugar o pillar algo antes de ir.
Dónde comer y dormir
The Guardian en eso es claro, recomienda “regresar a La Fosca”, la playa contigua, donde se encuentra el restaurante Waves. Allí “se sirven mariscos frescos, platos típicos” y coques de recapta, aunque ellos le llaman”pizzas crujientes de masa fina”.
Por último, y ya con voluntad de que los ingleses hagan noche por allí cerca, recomienda una estadía en el cercano hotel rural Mas Valentí, a pocos minutos en coche hacia el interior. “Una imponente masía rodeada de jardines, con cinco habitaciones elegantes, dos casas rurales anexas y bicicletas disponibles para los huéspedes”, en palabras del medio. Eso sí, las habitaciones dobles parten de los 99 € por noche con desayuno incluido.
Una cala apartada de todo
Lo bueno que tiene Cala Estreta, en cualquier caso, son sus aguas cristalinas y su tranquilidad. El acceso es únicamente a pie, por un tramo del Camí de Ronda. Desde la playa del Castell, el trayecto es de unos 2,5 km (aproximadamente 30 minutos) en una ruta llana y muy agradable, entre pinares y vistas al mar.
Este aislamiento parcial es precisamente lo que ha permitido preservar su autenticidad. La cala se integra en un entorno natural protegido, alejado del turismo masivo. No hay hoteles, ni urbanizaciones, ni carreteras que lleguen hasta allí. Lo que sí hay es una antigua barraca de pescadores restaurada y gestionada por el Ayuntamiento de Palamós, que se usa para fines culturales y educativos y que le da un toque auténtico.
Cómo llegar
Llegar de Barcelona a Cala Estreta lleva una hora y media, siempre que no hayan retenciones en la carretera. Se suele ir por la AP-7 en dirección Girona y salir en la salida 9A hacia Sant Feliu de Guíxols/Palamós por la C-35. Desde allí, se continúa por la C-31 hasta llegar a Palamós. Una vez en el municipio, hay que dirigirse a la playa del Castell, donde se encuentra el aparcamiento más cercano al sendero.
Desde el aparcamiento de la playa del Castell comienza la caminata por el Camí de Ronda, que añade media hora más al trayecto.