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Palacio de la Generalitat
La escultura de Sant Jordi que corona la fachada principal del Palacio de la Generalitat es una de las obras catalanas más destacadas del siglo XIX. Fue realizada por el escultor Andreu Aleu entre 1864 y 1872, tras ganar un concurso convocado por la Diputación de Barcelona.
Tallada en mármol de Carrara, la figura muestra al santo a caballo en el momento en que vence al dragón, en una escena de gran fuerza y realismo. La obra refleja las corrientes culturales de la época que buscaban recuperar símbolos e identidad catalana, recoge Pobles de Catalunya.
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Casa de les Punxes
Conocida también como la Casa Terradas (Roselló, 260), tiene una fachada que muestra un mosaico de Sant Jordi venciendo con una lanza al dragón, que está a sus pies. Junto a la figura, se aprecia la leyenda Sant Patró de Catalunya, torneu-nos la llibertat (Santo Patrón de Cataluña, devuélvenos la libertad).
Sobre su construcción, en 1903, el arquitecto Puig i Cadafalch recibió el encargo de diseñar una casa para las tres hermanas de Bartomeu Terradas, segundo presidente del FC Barcelona.
Así, diseñó un edificio poco común en la ciudad: abierto a los cuatro vientos y con tres viviendas independientes, cada una con elementos simbólicos propios. Siguiendo la influencia naturalista de maestros como Domènech i Montaner y Gaudí, Puig decoró la casa de Àngela con tréboles, la de Rosa con rosas, y en la de Josefa, quien vivía en la parte central con su marido, incorporó el mosaico de Sant Jordi.
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Casa Batlló
La fachada de la Casa Batlló, una de las obras más emblemáticas del arquitecto Antoni Gaudí, se inspira en la famosa leyenda de Sant Jordi.
En su tejado, el dragón cobra vida a través de las escamas --representadas por las tejas-, mientras que la espada del caballero se refleja en la cruz blanca que corona el edificio. Asimismo, el balcón del primer piso se interpreta como el lugar donde la princesa estaba atrapada.
Las columnas rinden homenaje a las víctimas del dragón, mientras que los balcones, ubicados en la parte media y baja de la fachada, adquieren la apariencia de ojos de calavera, dando dinamismo a la estructura.
La actual fachada de la Casa Batlló es el resultado de la profunda reforma que Gaudí llevó a cabo entre los años 1904 y 1906. Aunque el edificio original, diseñado por Emilio Sala Cortés, se construyó en 1877, fue Gaudí quien lo reinventó por completo, convirtiéndolo en un tesoro del modernismo catalán.
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Palacio del Barón de Quadras
Este palacio, construido a principios del siglo XX entre Diagonal 373 y Roselló 279, es una auténtica joya del modernismo catalán, diseñada por Josep Puig i Cadafalch para la familia de Quadras.
El edificio destaca por el contraste entre sus dos fachadas: la que da a la Avenida Diagonal presenta una tribuna con arcos decorativos, ventanas de estilo gótico y una ornamentación escultórica, donde sobresale la figura de Sant Jordi luchando contra el dragón.
En la parte posterior, los muros se decoran con motivos florales pintados de forma directa sobre el revestimiento, siguiendo la estética del secesionismo vienés. Además, se pueden ver otras figuras mitológicas, como dragones y seres fantásticos, comunes en la obra del arquitecto.
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Casa Amatller
Ubicada en pleno Passeig de Gràcia, la Casa Amatller luce en su fachada una escultura en piedra que conmemora el mito clásico: entre las dos puertas principales, se observa a un caballero matando a un dragón y a una princesa que mira la escena desde la planta principal.
Esta representación fue encargada por el industrial chocolatero Antoni Amatller, propietario de la vivienda, estrechamente vinculado a los movimientos de reivindicación de la cultura catalana.
Sobre los arcos de la fachada, destacan otras cuatro figuras que representan las artes que Amatller promovía: la pintura (paleta de colores), la música (arpa), la escultura y la arquitectura (compás). Las piezas fueron creadas por los escultores Eusebi Arnau y Alfons Juyol, mientras que el arquitecto a cargo del proyecto fue Josep Puig i Cadafalch.
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Diputación de Barcelona
En la entrada principal de la Diputación de Barcelona, en Rambla de Catalunya 126, se alza una escultura de Sant Jordi en bronce, realizada en 1977 por encargo del entonces presidente Joan Antoni Samaranch.
Durante un tiempo, la pieza estuvo expuesta en la galería gótica del Palau de la Generalitat, hasta que fue trasladada a su ubicación actual con la inauguración de la nueva sede de la Diputación, en el extremo superior de la Rambla, orientada hacia la avenida Diagonal.
Creada por Joan Rebull, la pieza destaca por su naturalismo y por reflejar fielmente el estilo noucentista del autor: simetría, serenidad y un clasicismo depurado.
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Fachada gótica del Palacio de la Generalitat
Un detalle sorprendente de la fachada gótica del Palau de la Generalitat es la figura de Sant Jordi, representado como un astronauta. Esta escultura fue incorporada durante una restauración contemporánea y se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados del barrio Gótico.
La fachada, que da a la calle del Bisbe, fue renovada a partir de 1416 debido a su deterioro. El maestro Marc Safont diseñó la nueva estructura, con un arco escarzano en la entrada, y el escultor Pere Johan añadió una rica decoración: un friso de arquillos góticos, gárgolas y una baranda calada con un medallón central donde aparece Sant Jordi venciendo al dragón.
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La puerta del dragón
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Catedral de Barcelona
En el claustro de la Catedral de Barcelona se encuentra la fuente de Sant Jordi, una escultura de bronce realizada por Emili Colom en 1970. Justo sobre ella, en el techo del mismo espacio, se conserva una versión mucho más antigua del santo, tallada en 1449 por Antoni Claperós y su hijo Joan.
La fuente es especial durante el Corpus, cuando se celebra la curiosa tradición de hacer bailar un huevo sobre el chorro de agua.
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Palacio de Lloctinent
Dentro del Palacio del Lloctinent, se encuentra una puerta que comunica con el Salón del Tinell, diseñada por Josep Maria Subirachs en 1975. Forjada en bronce y compuesta por dos hojas, esta pieza refleja claramente el estilo característico del escultor.
En el centro destaca una figura de Sant Jordi, construida a partir de formas geométricas, rodeada de símbolos vinculados a la historia de la Corona de Aragón, como escudos de los antiguos reinos y un mapa del Mediterráneo.
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Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona
El Saló de Cent, ubicado en el Ayuntamiento de Barcelona en la Plaça de Sant Jaume, es el escenario donde se celebran, por ejemplo, las bodas civiles de la ciudad. Más allá de esta función, este salón es uno de los rincones con más historia del edificio.
Construido en el siglo XIV, durante la época de la Corona de Aragón, fue sede de la institución política más relevante de Barcelona bajo el reinado de Jaume I.
En sus muros laterales se pueden contemplar las esculturas de Sant Jordi y del propio Jaume I, obras del escultor Manel Fuxà, que rinden homenaje a dos figuras clave de la identidad catalana.

Ruta por 11 estatuas de Sant Jordi en Barcelona
Barcelona celebra la fiesta de Sant Jordi a través de sus calles, plazas y fachadas, donde la figura del patrón de Cataluña se hace presente en la arquitectura urbana
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