
Anatolii Sharii, periodista, bloguero y político ucraniano, amenazado por la ultra derecha
Anatolii Sharii, crítico con Zelenski y refugiado en Tarragona, vuelve a ser amenazado pese a la condena de su acosador
Días después de conocer que estaban ofreciendo 100.000 euros por información sobre los Sharii, un encapuchado los apuntó con una pistola cuando la familia viajaba en coche cerca de su casa
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Esta semana, un neonazi ucraniano vinculado al Batallón Azov ha sido condenado en Barcelona a un año de prisión por enviar mensajes amenazantes a Anatolii Sharii, periodista, bloguero y político ucraniano, y a su esposa, la también periodista Olha Bondarenko. El acusado, identificado como O.V.Z., aceptó la pena tras reconocer haber acosado durante meses a la pareja de periodistas, ambos residentes en la provincia de Tarragona.
La noticia, sin embargo, es sólo la punta del iceberg de una historia marcada por el exilio, el miedo y la persecución. Sharii y Bondarenko, críticos con el gobierno de Zelenski, viven desde hace años bajo la presión constante de grupos de extrema derecha, frente a los cuales intentaron refugiarse en un pequeño pueblo del litoral catalán.
Su intento de mantener el anonimato fue en vano: su paradero fue descubierto, y desde entonces han sufrido varios episodios de hostigamiento y amenazas.
El encapuchado armado
Uno de los incidentes más graves ocurrió hace más de un año, cuando Anatolii, Olha y su hijo menor circulaban en coche por una calle de un solo carril y sentido único, cerca de su domicilio. De forma repentina, un hombre se giró hacia ellos y apuntó con un arma de fuego equipada con silenciador.
En su denuncia, consultada por Crónica Global, la pareja describió al agresor ataviado con una chaqueta gris oscura con capucha, gafas de sol y la cara parcialmente cubierta. Su aspecto dificultaba cualquier intento de identificación.

Anatolii Sharii, periodista y político ucraniano Wikimedia Commons
Un testigo confirmó los hechos
Cuando el coche pasó junto a él, el hombre apuntó directamente a la ventanilla del copiloto, donde viajaba Anatolii. Olha, sin pensárselo dos veces, aceleró hacia la carretera nacional más cercana, la N-340. Según relataron, el individuo los persiguió durante varios kilómetros en un patinete eléctrico, hasta que lograron despistarlo.
Durante la huida, alertaron tanto a su escolta privado como al servicio de emergencias 112. Los Mossos d’Esquadra enviaron de inmediato varias patrullas al domicilio de los periodistas para tomar declaración y formalizar la denuncia.
Ante los agentes, el vigilante de seguridad confirmó que un testigo directo presenció el hecho: un trabajador de Correos que observó a un individuo encapuchado y en patinete eléctrico siguiendo a gran velocidad el vehículo de la pareja.
100.000 euros por información
Este episodio ocurrió pocos días después de que un amigo y confidente alertara a la pareja de que había personas ofreciendo grandes sumas de dinero —hasta 100.000 euros— a cambio de información precisa sobre su paradero, sus rutinas o los sistemas de seguridad que utilizaban. La pareja denunció esta situación a los Mossos d’Esquadra días antes del incidente con el encapuchado.
Según explicaron, el informante mencionó a un tal 'Farru', quien habría preguntado específicamente por Anatolii y Olha. El confidente aseguró que detrás de estas maniobras estarían ciertos políticos ucranianos interesados en silenciar la actividad crítica de los periodistas.
A pesar de la gravedad de los hechos y de existir ya una sentencia firme contra O.V.Z., la abogada de la familia lamenta que la investigación policial no haya avanzado lo suficiente. Un año después, aún no han sido citados a declarar por los nuevos episodios de acoso.
La primera sentencia a su favor
Estos y otros antecedentes llevaron a que la pareja obtuviera el estatus de refugiados y comenzaran a recibir apoyo de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. Actualmente, su domicilio cuenta con vigilancia privada las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Imagen de un agente de los Mossos d'Esquadra ante la Ciudad de la Justicia de Barcelona Europa Press
Esta semana, sin embargo, han recibido una noticia alentadora: se ha confirmado judicialmente que O.V.Z., un individuo con un claro perfil neonazi, fue el autor de amenazas directas a través de internet entre octubre de 2019 y abril de 2020.
Según el escrito de la Fiscalía de Barcelona, el acusado ha aceptado que publicó en octubre de 2019 varios mensajes amenazantes en el perfil de Facebook de Olha Bondarenko, respondiendo a sus críticas contra un activista de ultraderecha. Entre ellos, destacó uno de extrema gravedad: “Te partiré y sacaré a tu pequeño bastardo para que cierres la boca”, dirigido a Olha, embarazada en ese momento.
En marzo de 2020, volvió a escribirle mensajes intimidatorios como: “Conmigo sería mejor la paz más desventajosa que la guerra más justa” o “no despierte al mal mientras está durmiendo”.
Vinculado con la extrema derecha
O.V.Z. fue detenido el 22 de abril de 2020 por la Brigada Provincial de la Policía Nacional, en cumplimiento de una orden internacional de detención. Estaba buscado por delitos de vandalismo, secuestro, robo con violencia, intimidación y sustracción de vehículos.
Además de su vinculación con el Batallón Azov, O.V.Z. está relacionado con otras organizaciones radicales de extrema derecha, como el partido Svoboda, Pravy Sektor —ilegalizado por el Gobierno ucraniano en 2014— y el grupo paramilitar neofascista Swat.org, una organización fundada por él mismo bajo las siglas de Unión de Veteranos Anti-Terror.