Varios métodos anticonceptivos -pastillas hormonales, diafragma y DIU- de uso femenino

Varios métodos anticonceptivos -pastillas hormonales, diafragma y DIU- de uso femenino Europa Press

Vida

El auge de los anticonceptivos y la lucha contra el VIH disparan los casos de clamidia, gonorrea y sífilis en Cataluña

El aumento de los cribados ayuda a detectar casos asintomáticos que también engrosan las estadísticas

Los expertos llaman a no educar desde el miedo y a "sexualizar" el uso del preservativo

Más información: La mejora de los tratamientos del VIH reducen el reservorio donde se esconde el virus

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Las infecciones de transmisión sexual (ITS) que tantas campañas de prevención protagonizaron en los años 80 y 90 vuelven a estar en el punto de mira, a riesgo de convertirse en un verdadero problema de salud pública.

Mientras el sistema público ha logrado mantener a raya los contagios de VIH, toda Europa sufre un incremento de casos diagnosticados del resto de infecciones, que es especialmente notable en Cataluña, la comunidad española con una mayor tasa de incidencia de clamidia y gonorrea, y la cuarta de sífilis.

Sin infravalorar la gravedad del asunto, algunos expertos sostienen ahora la necesidad de abrir el campo de visión para analizar correctamente la dimensión social de la situación. Así, consideran que una de las claves para entender el aumento de las ITS en Cataluña podría ser también un daño colateral de algunas buenas prácticas como la democratización de los métodos anticonceptivos hormonales y la profilaxis pre-exposición contra el VIH.

Aumento del 30%

Un estudio elaborado en noviembre de 2024 por el Departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya dio a conocer que en el periodo entre 2010 y 2023, la incidencia de las ITS en el territorio se incrementó anualmente en un 32,4% de media.

El dato pone de manifiesto “la necesidad de intensificar los esfuerzos en materia de educación y prevención”, lo cual la Administración traducía en medidas como “fomentar el uso del preservativo, promover la conciencia de riesgo e impulsar conductas sexuales seguras”, así como “potenciar la detección precoz y reforzar el estudio de contactos para contener la propagación”.

Más cribajes

“Cuando buscas, encuentras”, resume Jordi Baroja, director adjunto de la Associació Drets Sexuals i Reproductius, para Crónica Global. Sostiene que el aumento exponencial de las pruebas diagnósticas engrosa inevitablemente la tasa de incidencia y celebra que, “en Cataluña, los sistemas de cribado son muy finos”.

Con él coincide Joan Colom, médico recientemente jubilado tras 20 años como subdirector de la cartera de Adiccions, VIH, ITS i Hepatitis Víriques de la Conselleria de Salut. Uno de sus grandes logros fue incrementar los screenings, incorporando tests rápidos de determinadas patologías en centros de atención sanitaria, sexual y reproductiva de toda Cataluña para mejorar la detección de pacientes asintomáticos. “Si no se hicieran estas pruebas, no encontraríamos los casos, así también sube la incidencia”, asegura.

Políticas positivas

Uno de los principales factores que ha disparado los contagios de ITS es el retroceso en el uso del preservativo. En este sentido, Baroja apunta que podría tratarse de “una consecuencia negativa a unas políticas positivas”. Detalla que el hecho de que se hayan extendido métodos anticonceptivos como las pastillas, el aro o el DIU resta relevancia al preservativo, puesto que, en las relaciones heterosexuales, los ciudadanos ya se sienten protegidos ante los embarazos no deseados, descuidando otros riesgos.

También pone como ejemplo el consumo de profilaxis pre-exposición contra el VIH, la conocida prep, especialmente popular entre los hombres homosexuales, que durante décadas sufrieron el estigma del SIDA como una expresión más de homofobia. Paradójicamente, la lucha contra el VIH habría hecho proliferar otros contagios, al crearse una falsa sensación de protección generalizada.

Protección desde el placer

Colom y Baroja están de acuerdo en que educar desde el miedo, al menos en el terreno de la sexualidad, no da buenos resultados; en cambio, proponen dar un giro al discurso para que la población aprenda a protegerse ante las ITS “desde el placer”, en palabras del segundo de los médicos.

Dos personas con un preservativo en la mano

Dos personas con un preservativo en la mano Europa Press

Colom explica que el Departamento de Salut regala más de dos millones de preservativos al año, pero que la cuestión no es solo lograr que sean un elemento accesible, “que ya lo es”, sino “que se usen de una manera realmente eficaz”. Es por eso que considera importante “sexualizar” este método anticonceptivo, “que forme parte del juego, porque si solo se entiende como una barrera para evitar el embarazo o las ITS, no se le da el valor que tiene”.

Baroja repara también en el consentimiento y reflexiona acerca que las relaciones sexuales igualitarias reducen las probabilidades de contagio. “Hay una correlación entre los elementos de violencia cotidiana estructural y las ITS” por motivos como “el condicionamiento a no usar preservativo” o “la vergüenza y el miedo a decir lo que uno quiere”.

Miedos heredados

“Lo más importante es que no se transmite información honesta”, lamenta Baroja, quien considera que aún se educa desde “el imaginario del SIDA”, sin ofrecer una visión real de la situación. Asegura que las generaciones más jóvenes tienen “miedos heredados” de sus padres ante el contagio de VIH, aunque este no sea, en 2025, el principal escenario de riesgo y no sea un problema que forme parte de su día a día.

El experto opina que hay que dejar a un lado el paternalismo y los mensajes simplistas para que las personas “puedan elegir cómo se protegen” y acostumbrar a la ciudadanía a realizarse pruebas rutinarias “como se hace revisiones de cualquier otra cuestión médica”.

El primer paso, señala, es normalizar las ITS: “Si se transmitieran por otra vía no tendrían ese estigma, hay que tratarlas socialmente como cualquier otra infección”.