De izq. a dcha., los diputados Andrés García (Comuns); Jordi Albert i Caballero (ER); Francesc de Dalmases (Junts); Natalia Fabián (PSC); y la directora estratégica de FAGIC, Annabel Carballo.

De izq. a dcha., los diputados Andrés García (Comuns); Jordi Albert i Caballero (ER); Francesc de Dalmases (Junts); Natalia Fabián (PSC); y la directora estratégica de FAGIC, Annabel Carballo. CR Barcelona

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La ley de memoria democrática catalana, "un primer paso, aunque no suficiente" para restituir la dignidad del pueblo gitano

Los diputados catalanes coinciden en que esta legislatura debe servir "como punto de inflexión" para abordar de forma transversal y estratégica las necesidades de la comunidad

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Discriminación, persecución y silenciamiento histórico; un triángulo al que se enfrenta la comunidad gitana. Las asociaciones critican este ataque que se repite una y otra vez desde las instituciones, a las que piden altura de miras para promover políticas públicas que restituyan la dignidad de su comunidad. Una demanda a la que los parlamentarios catalanes responden con que esta es la legislatura del reconocimiento porque, entre otras medidas, este grupo será reconocido como víctima del franquismo. 

Con motivo del 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica, la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC) organizó este miércoles, en el marco del proyecto europeo Jekhipe, una jornada conmemorativa con distintas voces para compartir sus visiones desde el punto de vista académico, político y activista. El reconocimiento institucional es una de las vías para implementar una nueva perspectiva que reconozca el acervo y la historia del pueblo gitano, defienden sus representantes. 

Reconocer al pueblo gitano como víctimas del franquismo

El Centro Cívico Pati Llimona fue el escenario de la mesa redonda en la que se abordaron las estrategias desarrolladas desde el ámbito político. Con el acento puesto en la actualidad catalana, los diputados Natalia Fabián (PSC), Andrés García (Comuns), Jordi Albert i Caballero (ERC), y Francesc de Dalmases (Junts), integrantes de la Comisión de Justicia y Calidad Democrática (CJQD) intercambiaron su parecer sobre los mecanismos para rescatar del ostracismo a este colectivo.

De izq. a dcha., los diputados Andrés García (Comuns); Jordi Albert i Caballero (ER); Francesc de Dalmases (Junts); Natalia Fabián (PSC); y la directora estratégica de FAGIC, Annabel Carballo.

De izq. a dcha., los diputados Andrés García (Comuns); Jordi Albert i Caballero (ER); Francesc de Dalmases (Junts); Natalia Fabián (PSC); y la directora estratégica de FAGIC, Annabel Carballo. CR Barcelona

En concreto, la ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022 a nivel estatal, impulsó en abril de 2024 la Comisión sobre la Memoria y Reconciliación del Pueblo Gitano en España. Con respecto al Parlament, ya en febrero de este año se sacó adelante la aprobación del proyecto de ley, superando las enmiendas a la totalidad de Vox y el PP.

Con base en los principios de verdad, reparación, justicia y garantía de no repetición, la norma prevé retirar en dos años la simbología franquista, sancionar los daños a fosas y el enaltecimiento al franquismo y que la Generalitat pueda ejercer la acción popular en los procedimientos penales por delitos de lesa humanidad, contra la vida y la integridad física. Entre las actualizaciones, se reconocerá como víctimas de la dictadura franquista al pueblo gitano.

"El pueblo gitano ha sido y es objeto de represión"

A juicio de Albert i Caballero, esta ley debe "abrir la mirada hacia todo el período" en el que el pueblo gitano ha sido sometido a una discriminación sistémica. "Buscamos las motivaciones, por qué el pueblo gitano ha sido y es objeto de represión, es la pregunta que nos hacemos como parlamentarios", insistió, "la cuestión es reivindicar el pasado, reconstruir el futuro y combatir el antigitanismo". 

El objetivo es acometerlo de una forma transversal e integral, coincidieron los diputados. Por parte de Dalmases, comentó que se deben contemplar las cifras en pobreza, el difícil acceso a la vivienda o las altas tasas de absentismo escolar a las que se enfrenta este grupo poblacional. "Se necesita un plan de choque, porque estas cifras son inaceptables en términos democráticos". "Esta debe ser la legislatura del punto de inflexión", manifestó. 

Acuerdo parlamentario

Con la aportación del asociacionismo gitano, de la mano de FAGIC y otros entes, la socialista Fabián incidió en que la normativa "es un primer paso, aunque no suficiente". El horizonte está en "entender los porqués, porque es evidente que hay una invisibilización del pueblo gitano, que ha sido perseguido por las instituciones y por la sociedad".

En este punto, subrayó que, aunque el Govern no suma la mayoría absoluta y que se necesitan votos para sostener el proyecto de ley, "todos estamos en la misma línea y debemos seguir trabajando mientras las entidades siguen dando guerra para que los políticos nos pongamos las pilas". 

Para el diputado de ERC, el compromiso está en inmiscuir a todas las instancias sociales, ya no solo desde el punto de vista de derechos sociales, sino a nivel educativo, cultural e, incluso, de deportes, entre otras tantas áreas. "Hay que participar en las comisiones de educación, de empresa y trabajo, para hablar de las dificultades en el acceso a los puestos, por ejemplo, es decir, hacerlo de forma transversal", subrayó. 

García, de Comuns, relacionó el plan con una puerta más que se abre para la juventud. "No queremos que se escondan para buscar un trabajo o para hablar con una inmobiliaria", valoró, dado que son situaciones cotidianas donde se observan estas actitudes recelosas contra la etnia gitana.

A pesar del "cansancio, porque son muchos años en los que no se ha avanzado lo suficiente", confió en que esta legislatura establezca "acuerdos mayoritarios" para los próximos años, tanto en materia de educación, vivienda, memoria y demás aspectos. 

Una participante interviene en la mesa que organiza FAGIC sobre los 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica.

Una participante interviene en la mesa que organiza FAGIC sobre los 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica. CR Barcelona

La lengua romaní, en Cataluña

En el turno de intervención, una participante se refirió a la inclusión de la lengua romaní dentro del sistema educativo en Cataluña, como una forma de garantizar el cuidado y la conservación de parte de la identidad del pueblo gitano.

A ello, los parlamentarios estuvieron de acuerdo en que hay que implementar nuevos requerimientos en el currículum educativo —que no en las unidades didácticas— para que se conozcan la historia de la comunidad gitana. "Tenemos la obligación de fomentarlo y blindarlo", aseveró Caballero. 

Un acercamiento que compartió el integrante de Junts, que sostuvo que "quien ama una lengua, ama a todas". En referencia a la integración del romaní en el sistema educativo catalán, admitió que no había pensado en tal posibilidad, pero aseveró que "debemos encontrar la forma de incorporar esa perspectiva lingüística". 

Sobre todo después de haber aludido a la "catalanidad" como un "punto de encuentro" entre las diferentes comunidades que viven en la región. A tenor de este asunto, mostró que era necesario divulgar a la sociedad la forma en la que el pueblo gitano había contribuido "a la construcción de la Cataluña actual". 

"La Transición se olvidó de nosotros"

Una visión a la que se sumó el relato de un asistente a la charla, que contó cómo en la década de los 60 y 70, en pleno franquismo, se manifestaba en pos de la lucha por las libertades civiles e individuales, al mismo tiempo que apoyaba junto a sus congéneres la aprobación del Estatuto de Autonomía catalán.

"La Transición se olvidó de nosotros", dijo en referencia al pueblo gitano, que contemplaba como entre los recién elegidos representantes democráticos no había cabida para su comunidad. Sin el reconocimiento de los activistas gitanos, una parte de la historia de la evolución democrática se perdió en el país.

"Yo me alegro de que actualmente tengamos hombres y mujeres y los partidos políticos os pongáis las pilas, porque no tenemos que rogar, sino exigir, pero debemos ser autocríticos", manifestó. Sin embargo, ante el auge de las redes sociales, llamó a la prudencia y, sobre todo, a la unión de la comunidad para enfrentar estos discursos xenófobos que, una vez más, intentan atacar sus raíces. 

Una conclusión que entroncó con el discurso de bienvenida en el que participaron el presidente de FAGIC, Simón Montero, el responsable de Memoria Democrática, Xavier Menéndez, y la concejala de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Raquel Gil. 

El presidente de FAGIC, Simón Montero, junto a la concejala de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Raquel Gil, y el responsable de Memoria Democrática de la Generalitat, Xavier Menéndez.

El presidente de FAGIC, Simón Montero, junto a la concejala de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Raquel Gil, y el responsable de Memoria Democrática de la Generalitat, Xavier Menéndez. CR Barcelona

Menéndez, enarbolando los principios de la ley de memoria democrática, fijó su mirada en que la divulgación es el objetivo final para no volver a "retornar a las voces autoritarias que están paseándose por toda Europa". Con el fin de que estas "actitudes reaccionarias" no tengan cabida en la sociedad, vio que el camino que aún está por recorrer tendrá que lidiar con las actitudes xenófobas, y revisionistas y negacionistas sobre períodos pasados. Un paso atrás que, a su juicio, sería un error.