
Fotomontaje de una sanitaria con la imagen del Hospital Joan XXIII de Tarragona de fondo Tarragona
Los sanitarios del Hospital Joan XXIII se quedan sin días libres por el caos administrativo: "Me deben un mes"
El sindicato CSIF critica las "condiciones laborales intolerables" que se producen en el centro sanitario de Tarragona
Contenido relacionado: Una jefa de Medicina Nuclear dirigirá el CatSalut en Tarragona
Noticias relacionadas
El caos administrativo reina en el Hospital Joan XXIII de Tarragona. Motivo por el que los profesionales sanitarios no pueden disfrutar de los días pendientes acumulados en 2024 --hasta más de 30 en algunos casos--, se les pongan trabas para pedir sus seis días de asuntos propios o se denieguen los permisos para atender a familiares enfermos. Un panorama que provoca traslados de la plantilla y peticiones de baja para huir del ritmo de trabajo, tal y como relata una de los trabajadores a este medio.
El sanitario, que forma parte de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde hace una década, nunca había vivido una situación similar en su carrera, declara a Crónica Global de forma anónima. "Me deben 13 noches, lo que correspondería a un mes entero, y desde enero lo pido sin que se me dé una respuesta", sostiene. Una acumulación de horas de la que se ha hecho eco el sindicato CSIF, que alerta de las condiciones a las que están sometidos los sanitarios, con "vulneraciones continuadas a sus derechos laborales y un desgaste físico y emocional creciente".
Imposible conciliar vida laboral y personal
Jesús Jiménez, responsable de Acción Sindical de CSIF Sanidad en Cataluña, informa que no hay respuesta desde la gerencia, que ocupa Ione Montalvo, quien al parecer está de vacaciones. El sindicato ha pedido una reunión a la que la dirección no ha asistido. "Todo el mundo está muy quemado, sufren el síndrome del burnout y un alto porcentaje de la plantilla se ha ido a otras comunidades u otros hospitales", remarca.
Entre las condiciones adversas a las que se enfrenta el Hospital Joan XXIII, el sindicato destaca la denegación del disfrute de días, lo que perjudica el descanso del personal, y la modificación constante de las planillas semanales, lo que en muchas ocasiones se notifica con menos de 48 horas de antelación. Una práctica que, para el sindicato, "vulnera los principios básicos de organización y previsión, y evidencia la falta de capacidad de la dirección para planificar la cobertura asistencial".
Por ello, piden que se compense los días acumulados en 2024 como horas extraordinarias retribuidas, se permita disfrutar de los permisos y asuntos propios sin represalias ni descuentos salariales, y cesen las modificaciones de última hora. Jiménez asegura que "estas actuaciones son inhumanas y contrarias a cualquier principio de conciliación de la vida laboral y personal".
A todo ello, se le suma que solo hay dos matronas y dos auxiliares de enfermería en el turno de noche para atender todas las salas de parto y de urgencias. "Para el mismo volumen de personas, en el Hospital de Vall d'Hebron se cuenta con ocho personas", subraya.
Hasta diciembre, sin soluciones
Sin embargo, parece que nada se resolverá hasta diciembre, tal y como afirma el trabajador anónimo del centro hospitalario a este medio. "La respuesta es que no te pueden dar los permisos por requisito asistencial", mantiene. Es decir, hay demasiado volumen de trabajo. "La gente de planta bajó con pitos al despacho del director de recursos humanos, mientras que el personal administrativo de la Unidad de Planificación trabaja a puerta cerrada con llave", cuenta.
La degradación de las condiciones de trabajo se inició con la pandemia. Una buena parte del personal del hospital decidió trasladarse a los CAP, sobre todo, por el estrés al que estaban sometidos. Las nuevas incorporaciones pasaron de tener contratos anuales a acuerdos de tres meses, detalla. "Los recursos siguen estando, pero la contratación es superprecaria", argumenta, "y la mayoría de gente empieza a irse a otros hospitales. Es más, hay quien se plantea ir a trabajar al hospital privado que se construyendo en la ciudad si dan mejores condiciones de calidad de vida".
La conciliación entre la vida laboral y personal parece inviable ahora mismo, asegura el trabajador. Otro de los motivos por el que se ha llegado a esta degradación de las condiciones es la decisión de la dirección de despedir al personal de planificación a principios de año, un hecho del que ya se hizo eco el sindicato CATAC-CTS en mayo pasado.
Meses más tarde, la unidad de la que pende la organización del centro trabaja a puerta cerrada. "Hay crispación en el ambiente, estamos agotados, hemos escrito a varios sitios y nadie nos contesta, tampoco la Generalitat", aduce el afectado.
Además, el programa informático para proponer las vacaciones es otro obstáculo, ya que no recoge las peticiones, lo que provoca que haya a quien se le adjudique sus vacaciones con dos o tres semanas de antelación —cuando el Estatuto del Trabajador obliga a que se comunique, como mínimo, con dos meses de antelación.
Inspección de trabajo
"A algunos les deben 180 horas y, en consecuencia, se cogen la baja", admite. Con respecto a otros sanitarios de más experiencia, se ven igualmente afectados dado que cada día 20 de mes es cuando reciben el horario del mes próximo: "Hay tanto lío que es imposible gestionar los días de libranza y no hay planificación", apunta, lo que se mezcla con un clima tenso en el que "hay mucho miedo" de quejarse o acudir a los sindicatos, por las posibles represalias.
El sindicato CSIF adelanta que remitirá estos hechos a la Inspección de Trabajo, asegurando la aportación de casos documentados, con el propósito de que se tomen medidas "para garantizar los derechos laborales" del personal. "No vamos a permitir que existan profesionales de primera y de segunda según el hospital donde trabajen. Las condiciones laborales en el Institut Català de la Salut (ICS) deben ser homogéneas, dignas y justas", declara Jiménez.
Respuesta del hospital
Desde la dirección del Hospital, contestan a este medio que se "cumple con la legalidad vigente y la normativa aplicable en cuanto a la gestión de permisos y descansos de su personal". En este sentido, insisten en que los permisos se dan "siempre que las condiciones del servicio lo permitan y que no se vea comprometida la actividad asistencial".
A pesar de las quejas de los trabajadores y la imposibilidad de concretar una reunión con el sindicato, mantienen que hay "un diálogo abierto con los profesionales con el fin de dar respuesta a sus necesidades dentro del marco normativo establecido".