Karla, ante Mitic Bar, uno de los locales de Elharrar Mardochee

Karla, ante Mitic Bar, uno de los locales de Elharrar Mardochee CG

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Yo trabajé con el 'rey de la Boquería': “Fue un infierno y tengo secuelas”

Karla pasó seis años con Elharrar Mardochee, 'El Maki', dueño de buena parte del mercado más visitado de España

"Me trataron como a un animal, sólo les faltó el látigo", asegura

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A Karla A.A. aún se le humedecen los ojos al hablar de La Boquería de Barcelona. Esta catalana de origen nicaragüense de 44 años pasó seis, de 2016 a 2022, trabajando para Elharrar Mardochee, El Maki, y no recuerda esa etapa con cariño. "Fue un infierno y aún tengo secuelas tres años después", denuncia. Su lamento llega cuando ha estallado la primera gran crisis laboral en la instalación. Y ha sido en los negocios de Mardochee. 

En conversación con Crónica Global, Karla enumera una presunta ensalada de irregularidades en los locales del empresario, que según algunas fuentes, tendría el 42% del mercado, incluyendo el Mitic Bar, donde antes estaba el icónico bar Pinotxo

Una de las más graves es un accidente laboral que sufrió abriendo ostras para los turistas. "Me corté la mano, me clavé el cuchillo y me impidieron ir al médico, diciendo que tenía que seguir trabajando", denuncia. Aporta un parte médico en el que, efectivamente, el facultativo constata una atención sanitaria tardía. 

"No pagaban ni el IRPF"

La trabajadora, ahora empleada de otro bar-restaurante de Barcelona donde "está muy a gusto", rememora sus días con Maki. "Entré en el 2016 como lavaplatos en el Restaurante Maccabi de Las Ramblas --propiedad de Mardochee-- porque necesitaba un trabajo. Ascendí a cocinera porque el que habia se marchó", recuerda. 

Pronto detectó que algo no funcionaba. "Seguí en mi categoría laboral. No hice curso de manipulación de alimentos, pasé directamente de fregaplatos a chef. Y descubrí que no retenían ni pagaban correctamente el IRPF, por lo que generé una deuda de 4.000 euros con Hacienda", detalla. 

Finalmente, su gestor se la pudo rebajar a poco más de 1.500, que abonó a "plazos". 

Mercat de la boquería

Mercat de la boquería GALA ESPÍN Barcelona

Gritos e insultos

En su nueva posición, Karla trabajó en el Bar Central, uno de los activos del dueño de Pinotxo en La Boquería. "Estaba sola en cocina y tenía pedidos de tres barras. Era imposible atenderlos: no paraban de llegar. La comida salía tarde, pese a las presiones, gritos e insultos de Dunia [Maldonado]", gerente de Mardochee. 

La directiva le "hacía dar explicaciones a los clientes de por qué la comida salía tarde, insultándome". Karla le pidió refuerzos, ayuda, pero jamás llegaron. "Me decía que lo que me pasaba era que no me gustaba trabajar. Eso, a gritos". 

La situación pasó factura a la asalariada. "Entré en crisis de pánico. No dormía por las noches, me despertaba llorando. Un día pensé que tenía un ataque al corazón y me tuvieron que socorrer", admite. 

"Me clavé el cuchillo y no pude ir al médico"

El peor incidente sanitario pasó, siempre según esta profesional, el 27 de mayo de 2022. "Estaba abriendo ostras y me clavé accidentalmente el cuchillo. Se me hundió en el costado de la mano. La sangre manaba a borbotones", rememora acongojada. 

La cocinera pidió ir al médico, pero "no le dejaron". Según ella, "me visitó la enfermera y me hicieron volver a trabajar. Me cubrí la herida con guantes, pero se empapaban de sangre". 

Finalmente, la visitaron de noche en un ambulatorio cuando terminó su turno. El médico reconoció atención sanitaria tardía en caso de "accidente laboral", según el parte al que ha accedido Crónica Global

"Solo les faltaba el látigo"

Aquel lance --del que Karla aún conserva la cicatriz, que muestra aeste medio-- fue la gota que colmó el vaso. A los tres meses, la trabajadora se hartó, colgó el delantal y se fue. "No pedí ni el dinero que me debían", reconoce. 

Ya hoy, en otro negocio similar "en el que se trata a la gente de forma justa y respetuosa", la cocinera revisita lo que vivió. "Era infernal, increíble. Me trataron como a un animal carente de todo derecho. Sólo les faltaba el látigo", dice. 

Turistas en el Mercado de Sant Josep, también llamado La Boquería

Turistas en el Mercado de Sant Josep, también llamado La Boquería GALA ESPÍN Barcelona

"Sabía de las inspecciones antes de que vinieran"

En seis años, Karla asegura que vio de todo. "Conocía las inspecciones sanitarias el día antes, por lo que se podía preparar. Un día, mandaron a un chico a rebuscar a la basura del mercado porque se había extraviado algo. Se quedaban la mitad de las propinas, no las repartían. La gente iba y venía constantemente", enumera. 

Como otros excompañeros, la catalana de origen latino advierte de que El Maki es dueño de "la mayor parte de La Boquería". Y cuenta con la complicidad de la cúpula del mercado. "¿La dirección? Venía a tomar café cada día. Sabía que Maki empleaba sólo a latinas que teníamos pánico a ser despedidas porque necesitábamos el dinero para enviarlo a nuestros países". 

Y el empresario tiene un plan, según ella. "Quiere comprar un puesto en la dirección del Mercado para poder abrir también domingos y festivos, algo que el resto de tiendas rechaza", alerta. 

Preguntada por este medio, la empresa no ha contestado al pedirle cotejar estos datos. Karla sí lo ha hecho. "Quiero que lo que pasa allí se haga público. Nadie, y menos los inmigrantes, se merecen pasar por lo que yo pasé", concluye.