Monbus fulmina a Sagalés y Alsa: se lleva 12,1 millones por el bus Manresa-Barcelona

La Generalitat premia a Monbus con la adjudicación del contrato de la línea Manresa-Barcelona, valorado en 12,1 millones de euros sin IVA, mientras acumula expedientes por presunto mal servicio y enfrenta el rechazo del Ayuntamiento de Manresa, entre otras controversias.

Hace unas semanas, este medio ya adelantaba el tema y recogía las quejas del sector transportista catalán, que denunciaba que el concurso era limitado por los estrictos pliegos administrativos. De cualquier forma, este lunes se ha confirmado la adjudicación por cuatro años, sin que se prevean prórrogas.

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El nuevo contrato incluye tres rutas (2 exprés y la convencional) y supondrá un aumento total del 46% en la frecuencia de viajes. Dos de las líneas incrementarán su servicio en un 70% y comenzarán a funcionar también durante los fines de semana. 

Polémica

Monbus, que consolida su control sobre la misma ruta a través de su filial Hispano Igualadina, se ha impuesto por un ajustado margen a su rival catalán Sagalés, mientras que Alsa ha quedado relegada tanto en los criterios técnicos como en los económicos.

Por otro lado, su triunfo se enmarca en los expedientes que Territori le ha abierto, que derivaron en auditorías cuyos resultados siguen sin ser públicos. Las investigaciones surgieron a raíz de las quejas de decenas de usuarios en 2016 y se reactivaron en 2023 tras las denuncias de varios alcaldes de municipios afectados por el servicio.

Origen de las tres rutas

En diciembre de 2024, todos los partidos del pleno municipal de Manresa reclamaron conocer los resultados de los estudios sobre el servicio de autobuses. Las críticas fueron unánimes: retrasos, cancelaciones y el mal estado de los vehículos de la mayor empresa gallega de transporte en carretera.

Esta situación se sumó a un deterioro del servicio que venía de años atrás. En 2016, Monbus se adjudicó la ruta Manresa-Barcelona, pero los problemas no tardaron en aparecer.

Uno de los dos buses exprés que opera Monbus en el corredor Barcelona-Manresa Cedida

Tras las deficiencias acumuladas, en 2018, Territori obligó a la empresa a crear dos líneas exprés para reforzar la conexión: el e22 (Barcelona-Manresa) y el e23 (Barcelona-Olesa), además de la ruta regular ya existente.

Facturas falsas con militares

Monbus arrastra varias polémicas. En 2019, un juzgado de Madrid abrió una investigación contra el grupo presidido por la familia López por presuntas irregularidades en contratos de transporte adjudicados al grupo y vinculados a la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (BRIPAC).

La causa, originada en un tribunal de Lugo, gira en torno a la emisión de facturas falsas por parte de responsables del grupo gallego, correspondientes a servicios que no se prestaron en las fechas facturadas.

En concreto, entre 2012 y 2014, varios militares de la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (BRIPAC) solicitaron créditos extraordinarios para servicios de transporte que no eran "necesarios" en ese momento. Por su parte, los empleados de Monbus expidieron facturas fraudulentas por esos servicios, puesto que los viajes no se realizaron en los periodos señalados. 

"Bolsa de dinero"

Para justificar internamente esos gastos, el personal militar emitió certificaciones que simulaban la realización de estos transportes, aunque realmente no se habían prestado. 

Con los créditos concedidos, BRIPAC formalizó una serie de contratos menores por servicios ficticios a futuro, creando una “bolsa de dinero” con fondos públicos. Este dinero se utilizaba luego para pagar servicios sin respetar el procedimiento legal establecido.

Además, la misma investigación apunta a que algunos militares habrían manipulado la adjudicación de contratos públicos en favor de la UTE Monbus-Alsa. También se sospecha que aceptaron regalos, comidas y dinero por parte de responsables de Monbus.

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Cártel Monbus-Alsa

Otra irregularidad de Monbus se remonta a 2021, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Galicia confirmó que la empresa junto con Alsa formaron un cártel para repartirse ilegalmente el mercado del transporte por carretera en Galicia.

Monbus, como principal operador gallego, utilizó en 2020 uniones temporales de empresas (UTE) para evitar competir con Alsa y asegurarse los contratos más lucrativos. Esta práctica perjudicó a compañías más pequeñas y limitó la competencia en el sector.