Auxiliar de Wakeful Seguridad en una imagen de archivo

Auxiliar de Wakeful Seguridad en una imagen de archivo Wakeful

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La polémica contratista Wakeful reduce la deuda con Hacienda mientras acumula decenas de impagos

La empresa acumula una deuda de 868.569 euros, una cifra elevada aunque inferior a los 1,3 millones que registraba en el ejercicio anterior.

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Wakeful SL, la polémica contratista especializada en control de accesos y servicios auxiliares con sede en Mataró (Barcelona), vuelve a figurar por segundo año consecutivo en la lista de morosos de la Agencia Tributaria.

En esta ocasión, la empresa acumula una deuda de 868.569 euros, una cifra elevada aunque inferior a los 1,3 millones que registraba en el ejercicio anterior. Sin embargo, esta rebaja no refleja una mejora financiera real: la compañía no ha podido sostener su actividad ni sanear sus cuentas y ha terminado por entrar en concurso de acreedores.

Tal y como publicó Crónica Global, Wakeful fue declarada en concurso de acreedores a finales de mayo, y el Juzgado Mercantil número 11 de Barcelona nombró como administrador concursal al despacho Ojeda Economistas. Una decisión que llega tras un año plagado de controversias que han puesto en entredicho la capacidad operativa, ética y legal de esta firma.

Varios feos en ayuntamientos catalanes

Entre los episodios más llamativos figura la contratación de personal con antecedentes penales, incluso por homicidio, en el marco de un contrato de auxiliares informadores en Lloret de Mar (Girona) durante el verano de 2024.

Dos trabajadores de Wakeful, contratista de diversos ayuntamientos catalanes

Dos trabajadores de Wakeful, contratista de diversos ayuntamientos catalanes Cedida

A esto se suma el bochornoso abandono del servicio pocas horas antes de la cabalgata de Reyes Magos en Barcelona o en la localidad gerundense de Roses (Girona), donde Wakeful tenía adjudicado el apoyo logístico de varios actos festivos y dejó tiradas a las administraciones sin previo aviso.

Tampoco comparecieron en hasta tres ocasiones durante la Fiesta Mayor de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), celebrada en agosto, pese a tener el encargo de controlar los accesos a eventos masivos.

Todos estos incumplimientos se produjeron tras ganar licitaciones públicas que establecían claramente las condiciones del servicio. Las ausencias comprometieron la seguridad de actos multitudinarios y dejaron a las instituciones contratantes en una posición delicada ante los vecinos.

Jornadas de 14 horas sin cobrar

En paralelo, la empresa ha seguido acumulando denuncias de extrabajadores, varios de los cuales han contactado con este medio para alertar de jornadas maratonianas, promesas laborales incumplidas y salarios impagados.

El patrón se ha repetido en varias ocasiones: captación de jóvenes sin experiencia, promesas de contrato y finalmente abandono sin alta en la Seguridad Social ni retribución.

Los mensajes sin respuesta que Víctor envió al coordinador de Wakeful semanas después del servicio

Los mensajes sin respuesta que Víctor envió al coordinador de Wakeful semanas después del servicio Cedida

Uno de los casos más sonados lo protagonizó el padre de un menor de 17 años, que denunció a Wakeful ante la Inspección de Trabajo después de que su hijo trabajara como auxiliar en el Ayuntamiento de Mataró durante julio y agosto de 2024.

Según el escrito presentado, el joven solo cobró 11 de las 39 horas trabajadas y no fue dado de alta en ningún momento.

Dos denuncias en Antifraude

A pesar de este historial de impagos, abandonos y vulneraciones de derechos laborales, Wakeful ha logrado decenas de contratos con administraciones públicas en los últimos años.

Entre 2020 y 2022, la compañía recibió subvenciones, avales y ayudas estatales por un importe superior al millón de euros, a pesar de sus deudas con Hacienda y de las advertencias reiteradas del sindicato ADN Sindical de Seguridad y Servicios Cataluña.

Precisamente esta organización elevó una denuncia formal ante la Oficina Antifraude de Cataluña, al detectar irregularidades en las licitaciones adjudicadas por el Ayuntamiento de Barcelona a Wakeful.

Su portavoz, Sergio Sánchez, denunció que el consistorio no estaba ejerciendo una fiscalización adecuada sobre los contratos otorgados a una empresa morosa.

“Es inadmisible que una administración pública siga contratando a una compañía con semejante deuda con la Agencia Tributaria, antecedentes laborales tan graves y una trayectoria de impagos reiterados”, denunció el representante sindical.

Trabajador de Wakeful Seguridad durante las fiestas de Mataró (Barcelona)

Trabajador de Wakeful Seguridad durante las fiestas de Mataró (Barcelona) Crónica Global

Vetada en algunas empresas

La presión institucional y mediática terminó por pasar factura. Algunas grandes entidades públicas que mantenían relaciones con Wakeful rompieron lazos tras el escándalo de la cabalgata de Barcelona.

Es el caso de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), empresa pública que gestiona equipamientos como el Palau Sant Jordi, que decidió cortar con Wakeful tras los polémicos episodios acumulados, los reiterados impagos y unas prácticas laborales que rozaban la explotación.

De hecho, el Palau Sant Jordi no quedó al margen de estas prácticas. Según declaró a Crónica Global un exempleado de Wakeful que trabajó en el recinto durante varios conciertos, la empresa asignaba como controladores de acceso a jóvenes de 18 y 19 años sin la titulación exigida por ley.

Cuando se presentaban inspecciones de trabajo sorpresa, estos trabajadores sin acreditación eran escondidos entre el público para evitar sanciones. Una vez terminada la inspección, volvían a sus puestos como si nada. Una artimaña sistemática que refleja el nivel de precariedad y la normalización de la irregularidad con la que operaba la compañía.