
El rincón donde veranean Marc Clotet y Natalia Sánchez, Cadaqués CRÓNICA GLOBAL
Parece Ibiza pero es Cataluña, así es el rincón donde veranean Marc Clotet y Natalia Sánchez: "Es mi pueblo del alma"
La pareja reconoce que “nos encanta perdernos cuando podemos” por este lugar de la costa catalana
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Hay parejas que son muy queridas en España. La que forman el actor catalán Marc Clotet y la actriz madrileña Natalia Sánchez son una de ellas.
Tal vez porque a los dos se les ha visto crecer en pantalla. Él empezó con 12 años presentando en TV3 el programa Vitamina y tres años más tardes debutó como actor en Estació d’enllaç, aunque muchos lo recuerdan por su papel en Física o Química. Ella siempre será Teté, de Los Serrano.
La vida les juntó y han formado una familia juntos. Viven a caballo entre Madrid y Barcelona, donde tienen casa y trabajo, pero también se permiten un tiempo para descansar.
Precisamente, gracias a una entrevista con Lecturas, se ha conocido que la pareja tiene el lugar ideal para escaparse de los focos. Se trata de un conocido pueblo de Cataluña, cuyo acceso no tan fácil, anque el viaje bien merece la pena, se trata de Cadaqués.
Entre Santorini e Ibiza
Comparada con Santorini e incluso con Mikonos, esta localidad de casitas blancas y espíritu pescador, es el rincón más artístico de Cataluña. Aquí se crió Dalí, quien atrajo a otros vanguardistas de la época como Duchamp, Buñuel o Lorca. Cada uno, un estilo.
Tal vez por esta mezcla de talentos inconformistas, Clotet considera que Cadaqués “tiene mucho de Ibiza a nivel de esencia”. Aquí se respira calma hasta que empieza la fiesta, aquí se han dado la mano pescadores con intelectuales y gente de la alta cultura, como pasaba en su día en la aldea balear. Aquí, todo parece estar bien.
Clotet, enamorado de Cadaqués
“Sí, mi pueblo del alma es Cadaqués”, subraya Clotet. Para él, es “un pueblo maravilloso donde vivió Dalí” y el lugar por el que “nos encanta perdernos cuando podemos”, indica a la revista del corazón.
Sánchez, en cambio, perece no barrer tanto para casa de su pareja. “Cualquier pueblecito mediterráneo creo que es mágico”, apunta. Aunque cabe deducir que este es especial.
Cómo es
Con una población que apenas no llega a los 3.000 habitantes, este municipio se ha convertido en uno de los puntos turísticos más importantes de Girona. Está situado en la comarca del Alt Empordà y, como explican desde Turisme de Cadaqués: “Para muchos es una isla y para otros es lejano, para quien vive todo el año es parte de su vida y para quien viene de vacaciones es como su casa”.
Y es que muchas son las sensaciones, experiencias y valores que Cadaqués ofrece. Como también es variado el catálogo de atracciones turísticas para los visitantes.
Un paseo por la historia
Para conocer la historia de Cadaqués es indispensable visitar el casco antiguo y perderse por sus calles laberínticas. El pueblo, de origen medieval y rodeado por una gran muralla, ocupaba el espacio de lo que hoy es el centro histórico de la localidad, cuyo punto más alto se encuentra situado en la iglesia de Santa María de Cadaqués. Desde allí hay una vista preciosa del pueblo, de la bahía de Cadaqués, de la isla es Cucurucuc e incluso del faro de Cala Nans.
Los que deseen conocer su oferta cultural no deben dejar pasar la oportunidad de visitar el Museo municipal de la villa, la Casa Museo de Salvador Dalí y el Espai Cap de Creus, así como sus numerosas galerías de arte. Edificios emblemáticos como la Casa de Don Octavio Serinyana, la Torre del Colom o el Faro del Cap de Creus, y esculturas en homenaje a los artistas e intelectuales más destacados que han residido o bien han pasado por el municipio completan el catálogo cultural de Cadaqués.

Paseo de Cadaqués CANVA
Las playas de Cadaqués
En Cadaqués hay una gran variedad de playas y calas que por su belleza y singularidad son únicas en toda la Costa Brava. Playas como Ses Ielles, Sant Luis, Portlligat, Ses Nouse, Jonquet, Confitera, Portdoguer o Sa Sabolla, y calas como Culip, Portaló, Seca, Culleró, Torta o Francarlos bien merecen una visita.
Uno de sus elementos más característicos son los cantos rodados y las rocas. Estas últimas poseen formas muy curiosas, hasta el punto de que los mismos habitantes han bautizado con nombre de animales aquellas rocas que por su caprichosa forma les recordaban a un determinado ser vivo. De aquí que se hable del camello, del águila o la tortuga refiriéndose a ciertas rocas del Cap de Creus. Pero eso no es todo, el mismísimo Salvador Dalí se inspiró en una gran roca, situada en la cala de Culleró, para crear su famosa obra el El gran masturbador.
Restaurantes de infarto
Más allá de las playas, el entorno y Dalí, Cadaqués se ha convertido en un excelente lugar para comer bien. Y no lo decimos sólo nosotros. Hace unos meses la prestigiosa publicación National Geographic afirmaba que es el pueblo donde mejor se come.
Uno de los lugares más característicos es el Marítim. Por allí pasaron genios de todos los gremios. De las artes plásticas están Dalí, Richard Hamilton y Marcel Duchamp, pero hay más. El actor Kirk Douglas, el filósofo Umberto Eco o el Nobel de literatura Gabriel García Márquez se pasaron por allí y contribuyeron a ensalzar su leyenda.
Un bar muy especial
“Estábamos en el Marítim, el populoso y sórdido bar de la gauche divine en el crepúsculo del franquismo, alrededor de una de aquellas mesas de hierro con sillas de hierro donde sólo cabíamos seis a duras penas y nos sentábamos veinte”, recordaba Gabo en uno de sus relatos de Doce cuentos peregrinos. Una prueba más de que le dejó huella y que en los 60s y 70s era un hervidero. Pero también desde hacía años.
Abierto en 1935 por Pere Figueras, el local rápidamente se hizo famoso. Dalí amarraba su barca frente al chiringuito y en más de una ocasión se dejaba caer por allí. Hasta la mismísima Gala, le pedía a la esposa del dueño que besara los bigotes del artista.
Pero más allá de su historia, la comida también es importante. En el Marítim de Cadaqués uno puede disfrutar de unas buenas tapas. Desde unas bravas, calamares y croquetas, hasta un tataki de toro o una ventresca completa.
Los que quieran refrescarse también pueden optar por la ventresca de toro, un sashimi de chuletón o un ceviche peruano. Claro que tampoco faltan las anchoas de L’Escala, las ensaladas o las coques.
Los chiringuitos
Otro de los chiringuitos conocidos es el Blue. Ubicado en la arena de la playa de Ses Oliveres, este nuevo chiringuito tiene algo de toda la vida y una parte más moderna. Si bien mantiene la estructura formal de terraza sobre la madera y barra abierta, el color blanco del porche y sus sillas lo convierten en uno de esos espacios donde relajarse. El rótulo azul y unos platos del mismo color no hacen otra cosa que darle el toque marinero.
Su menú es una mezcla de platos de bar de playa de toda la vida, con platos mucho más elaborados y de bastante calidad. Eso sí, lo que predomina, para no desentonar es el producto sacado del mar. Pescados y mariscos son los platos estrella del Blue. Las bandejas de cigalas, gambas, los pescados son elaborados con esmero y hacen las delicias de los comensales, quienes si quieren pueden disfrutar de unos entrantes a la altura.

Calle de Cadaqués
Y si se prefiere ir por las tapas y comer ligero antes de regresar al mar, se puede optar por unos tremendos calamarcitos fritos o unas bravas de la casa. Ya si a eso se le añade un entorno que rebosa arte, la experiencia se vuelve de 10. También se encuentran algunas variaciones de clásicos. La variedad de croquetas, el steak tartar con base de aguacate o una buena carne de cerdo servida como si fuera un hot dog, son algunos de los otros atractivos.
Alta cocina en la Costa Brava
Pero no todo acaba en los chiringuitos. O sí. Desde hace unos años, los cocineros con tres estrellas Michelin Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas regentan allí el restaurante Compartir. Se trata de un local ubicado al lado del puerto que se ha hecho un hecho entre los más sibaritas de Cadaqués y quien lo visita.
Mientras el restaurante barcelonés Disfrutar se lleva la fama, en este pueblo pesquero por excelencia, considerado uno de los más bonitos de España, los chef tienen el comedor de una cocina de proximidad donde ofrece, entre otros muchos platos, un excelente arroz con bogavante. Su fama, los premios y su compromiso con la frescura de los ingredientes y la cocina popular lo convierten en uno de mejores destinos para degustar la cocina catalana.
Este restaurante es mencionado por National Geographic para hablar de la buena comida que se puede degustar en el municipio, pero hay muchos más. Otro de los que se señala la enoteca Martín Faixó, que además de ofrecer unos vinos exquisitos cuentan con unas tapas y platillos que maridan a la perfección con sus caldos.
Nombrarlos todos, sería el cuento de nunca acabar, pero no se puede hablar un artículo sobre los placeres gastronómicos de Cadaqués sin mencionar “las tascas tradicionales y un tanto folclóricas” de Casa Anita, justa a la llegada del frente marítimo. Un bar de toda la vida donde saciarse con los platos y tapas de toda la vida.
Cómo llegar
Todo esto, y seguro que mucho más, es lo que ha enamorado a Marc Clotet. Por eso, y a pesar de ser un lugar bastante popular, el actor anima visitarlo. "Es un lugar, si la gente no lo conoce, para descubrir", sentencia.
Eso sí, quien vaya por primera vez debe saber que no es fácil llegar. Bueno, en realidad no tiene pérdida, pero el tramo final está repleto de curvas Se trata de ir por la AP-7 hasta Figueres, seguir por la N-II destino Roses y, antes de llegar, tomar la GI-614. Desde Barcelona son dos horas de viaje en coche.