
Los futbolistas del Barça celebran un gol al Real Madrid EFE
El Barça se impone a los favores arbitrales, destroza al Real Madrid y sentencia la Liga
El equipo azulgrana, con goles de Éric García, Lamine y Raphina (dos) remonta ante un Real Madrid con poco fútbol y sustentado solo por Mbappé
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El Barça ya toca la Liga. Solo le falta atraparla. El equipo de Hansi Flick tumbó al Real Madrid en un partido de alta tensión, con un final de infarto y un arbitraje que prolongó el sufrimiento barcelonista. Los tres goles de Mbappé no bastaron a los madridistas, rotos en defensa y superados por un Barcelona con más fútbol y deseo. Cuatro goles en media hora premiaron la ambición azulgrana.
La Liga, salvo catástrofe, será del Barça, el mejor equipo. Cinco días después de la dolorosa derrota en Milán, el grupo azulgrana ganó su cuarta batalla al Real Madrid. El ciclo de Ancelotti en el Bernabéu tendrá un final decepcionante. En Barcelona, en cambio, Flick entrará en la historia del Barça como el técnico que calmó a un club de locos para alegría de Joan Laporta. El técnico alemán, Lamine Yamal, Raphina, Pedri y compañía son los nuevos héroes barcelonistas. El jueves, en Cornellà-El Prat, el cuadro azulgrana tendrá la primera oportunidad para ganar la Liga. Otra vez, en el campo del Espanyol, para mayor morbo.
Objetivos distintos
Hansi Flick no es un técnico muy metódico, obsesionado en la búsqueda del equilibrio y la excelencia. Apostó por el mismo once titular de Milán, mientras que Ancelotti prescindió de Rodrygo y reforzó la sala de máquinas en su último clásico como entrenador del Real Madrid. En los tres anteriores, del curso actual, salió derrotado.
El gran reto de Flick, preocupado por las rápidas transiciones del Madrid, pasaba por tener el balón y minimizar los errores. Ancelotti, en cambio, quería agitar el partido y lo consiguió muy pronto, con el error de Pau Cubarsí que terminó con penalti de Szczesny a Mbappé que transformó el delantero francés.

Lamine Yamal celebra la victoria del Barça con la afición EFE
Segundo gol de Mbappé
El gol tuvo un efecto devastador para el Barça. El Madrid, muy pragmático, reculó, convencido de que podría golpear de nuevo al equipo de Flick con alguna contra. El plan de Ancelotti salía a la perfección y Mbappé marcó el segundo gol antes del cuarto de hora, tras una falta no pitada sobre Lamine Yamal.

Mbappé celebra el segundo gol del Real Madrid EFE

Éric García marca el primer gol del Barça EFE
El Barça, con Flick, nunca se rinde. Pelea hasta la extenuación. Y mucho menos ante un Real Madrid también frágil en defensa. El equipo de Ancelotti no supo cerrar el partido y Éric García marcó el primer gol barcelonista tras cabecear un saque de esquina. El desmoronamiento blanco fue vergonzoso.
Tres goles culés
El Madrid, con todo a favor, colapsó. No supo jugar en el marcador a favor. El equipo no lograba dar tres pases seguidos y su defensa era una broma. Lamine y Raphinha dieron la vuelta al partido pasada la media hora en la tarde más loca de Montjuïc. Antes del descanso, Raphinha marcó el cuarto gol de un Barça que esta temporada ya le ha marcado tres veces un poker al gran rival en 45 minutos. En media hora, Courtois encajó cuatro goles, un sacrilegio para un equipo que aspira a ganar la Liga.

Lamine celebra el gol del empate del Barça EFE

Raphinha celebra uno de sus goles al Real Madrid EFE
A Ancelotti no le quedó más remedio que avanzar la revolución. El Madrid estaba contra las cuerdas y debía jugársela. Dio entrada a Modric y Brahim por Arda y Ceballos. Visualizaba una presión alta y una reacción similar a la de Sevilla, en la final de la Copa del Rey. El Barça, mientras, sabía que necesitaba el balón para evitar problemas.
El penalti no pitado
El Barça vivía sin grandes sobresaltos y Flick oxigenó al equipo con Christensen y Balde por Cubarsí y Gerard Martín, dos guerreros exhaustos en un partido muy exigente físicamente. En el Madrid solo Mbappé atormentaba a la retaguardia azulgrana. De Vinicius, en cambio, no había noticias, pero el delantero francés logró su tercer tanto, tras un error de Iñigo y una asistencia magistral de Modric.
El partido estaba al borde de un ataque de nervios. También, la Liga. Y unas manos de Tchouameni desataron toda la ira en las filas barcelonistas. Todavía tuvo que picar piedra el Barça. Hernández Hernández también anuló un gol a Fermín y la tensión contenida se desató al final con una victoria muy celebrada. Histórica. Un triunfo que vale una Liga.