La fibrilación auricular es la arritmia más común

La fibrilación auricular es la arritmia más común QUIRÓNSALUD

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¿Cuál es el tratamiento más efectivo contra las arritmias?

La fibrilación auricular afecta a la calidad de vida y multiplica el riesgo de ictus y de otros eventos cardiovasculares. La ablación por campo pulsado emerge como una técnica más segura y con menos complicaciones

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La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente entre la población general. En España, se estima que más de un millón de personas conviven con esta patología, una cifra que se prevé aumente en los próximos años. A partir de los 80 años, su prevalencia ya alcanza al 8% de la población y, según las previsiones, en 2060 afectará al 9,5% de los mayores de 65 años.

Pero ¿cómo saber si una persona tiene fibrilación auricular? “El diagnóstico definitivo solo puede hacerse con un electrocardiograma validado por un médico con experiencia”, aclara el doctor Àngel Moya, director de la Unidad de Arritmias del Instituto del Corazón Quirónsalud Dexeus.

Los dispositivos que solo toman el pulso no son suficientes para realizar el diagnóstico y en el caso de los trazados de electrocardiograma obtenidos por los relojes inteligentes, el informe que da el aparato no es válido si no está confirmada por un cardiólogo o un médico con experiencia en esta arritmia. En ocasiones, la FA es asintomática, pero suele manifestarse con palpitaciones rápidas, fatiga o nerviosismo inexplicable.

Detectarla a tiempo puede marcar la diferencia

La detección precoz es clave, especialmente cuando la fibrilación aparece de forma intermitente, lo que se conoce como FA paroxística. En estos casos, los registros ambulatorios o dispositivos de autorregistro pueden resultar determinantes. “A veces la paciente nota palpitaciones, pero cuando acude al médico, la arritmia ha desaparecido y su corazón está en ritmo sinusal. Por eso, los ECG de repetición o los registros prolongados son fundamentales”, explica el doctor Moya.

Una vez diagnosticada, el tratamiento de la FA debe individualizarse. El primer paso es evaluar el riesgo de embolias, una de sus complicaciones más graves, y decidir si el paciente requiere anticoagulación. Después, se abordan los síntomas, el control de la frecuencia cardíaca y, en muchos casos, se valora revertir la arritmia para recuperar el ritmo normal del corazón.

El papel de la ablación en el tratamiento

Aunque existen fármacos antiarrítmicos y la cardioversión eléctrica, su eficacia a largo plazo es limitada. “La ablación con catéteres es el tratamiento más efectivo para eliminar la FA y prevenir su reaparición, pero no es para todos los pacientes. Hay que valorar la edad, el tiempo que llevan en FA y el estado de la aurícula izquierda”, detalla el especialista.

Hasta ahora, las técnicas más utilizadas son la radiofrecuencia, que calienta el tejido punto a punto, y la crioablación, que congela las venas pulmonares desde dentro. Ambas son seguras y efectivas, aunque no están exentas de complicaciones poco frecuentes pero serias, como la perforación de la aurícula o lesiones en el esófago o del nervio frénico. 

El campo pulsado: precisión sin calor ni frío

En este contexto, la ablación por campo pulsado representa un avance significativo. “Esta técnica utiliza impulsos eléctricos que actúan directamente sobre las células de la aurícula sin dañar los tejidos circundantes”, explica el doctor Moya. “Al no depender de calor ni frío, se minimizan riesgos graves como la estenosis venosa, la lesión del nervio frénico o la fístula atrioesofágica, y al ser el catéter más flexible se reduce las probabilidades de perforación”, concreta el médico.

Actualmente, el campo pulsado está aprobado para la fibrilación auricular y se posiciona como una opción de primera línea para pacientes que se someten a una primera ablación FA. A pesar de que es probable que sea útil para otras arritmias, en el momento actual no está aprobado su uso para otros tipos de arritmias más allá de la FA. 

¿A quién va dirigida esta técnica?

La selección del paciente es clave. “Cuanto antes se trate la FA y menos dañada esté la aurícula izquierda, mayores son las probabilidades de éxito”, subraya Moya. Por ello, los mejores resultados se obtienen en pacientes jóvenes, con FA paroxística y sin dilatación auricular severa. Aun así, no existe ninguna contraindicación para que un paciente reciba campo pulsado como primera opción.

En cuanto a las recidivas, la probabilidad de que la FA regrese tras una primera ablación varía entre el 5% y el 40%, dependiendo del caso. Y aunque todavía no hay evidencia concluyente de que el campo pulsado reduzca esa tasa respecto a otras técnicas, sí ha demostrado una importante ventaja en términos de seguridad.

Un abordaje personalizado para cada corazón

Si la FA reaparece, puede contemplarse una segunda ablación, adaptando la estrategia en función del motivo de la recaída. En estos casos, un mapa más detallado del corazón podría indicar la necesidad de radiofrecuencia para actuar sobre nuevas zonas responsables.

“La clave está en la personalización del tratamiento y en informar bien al paciente sobre las opciones y expectativas reales”, concluye el doctor Ivo Roca, codirector de la Unidad de Arritmias del Instituto del Corazón Quirónsalud Dexeus. Porque en un órgano tan delicado como el corazón, cada latido cuenta. Y cada avance, como la ablación por campo pulsado, abre nuevas puertas hacia un tratamiento más seguro, eficaz y esperanzador.