
Este es el último monasterio de Cataluña en peligro por falta de monjes, Poblet TURISME CONCA DE BARBERÀ
Ni Pedralbes ni Manresa: este es el último monasterio de Cataluña en peligro por falta de monjes, un patrimonio de la UNESCO vacío
El abad de esta comunidad asegura que el templo vive una situación "crítica"
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A pesar del fervor y la expectación que genera la elección de un nuevo Papa, la vida eclesiástica y monástica despierta poco interés. La iglesia católica lleva años alertando de la falta de vocación y los diferentes monasterios, templos y órdenes se están quedando sin personal.
Hace unos meses, saltaba la noticia que el monasterio de Pedralbes despedía a las últimas monjas que vivían allí. Hace apenas unas semanas, el templo capuchino de Manresa se quedaba sin la monja que hasta entonces la habitaba. En cambio, menos atención recibe la falta de monjes que hay en el único monasterio de Cataluña declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, Poblet.
La situación es "crítica". Así lo expresaba el abad Rafel Barruè, en una entrevista con los medios: "En Cataluña la religión está muy fría", se lamenta, y eso se traduce en falta de vocación.
Un lugar donde hay estancias para más de 125 monjes se encuentra ahora prácticamente desolado. Según el abad, apenas son 12 religiosos en este rincón de la Conca de Barberà (Tarragona).
Del ERTE a las visitas de fin de semana
No es la primera vez que se encuentran en situaciones precarias. Hace unos años, por falta de personal e inversión, la comunidad tuvo que abrir un ERTE. Eran tiempos de pandemia y consiguieron que se acercaran allí siete nuevos monjes, pero no se quedaron.
Para revertir la situación, el año pasado iniciaron el programa We Work. Esta iniciativa invita a un grupo reducido de personas jóvenes a alojarse en el edificio durante un fin de semana para conocer la vida monástica.
Poca vocación
La experiencia ha dado buenos frutos. Barruè asegura que "hay unos cuantos que están planteándose la vida monástica", pero no se sabe a ciencia cierta si van a estar dispuestos a dar el paso. Y es que, admite que, si bien hay personas que "van a misa" la mayoría ve la vida monástica como "una cosa extraterrestre".
El abad, en cambio, tiene claro que se trata de algo que va mucho más allá. Asegura que aportar por este tipo de vida es apostar por la "radicalidad" y por un sueldo que es "la vida eterna". Aun así, es consciente de la dificultad que supone acercar a los jóvenes a la iglesia. "Si la gente no va a misa, ¿por qué tiene que hacerse monje?", admite.
Dónde se encuentra el monasterio
En cualquier caso, vivir en Poblet es algo así como vivir dentro de la historia misma de Cataluña. El monasterio es uno de los más emblemáticos dentro de la Ruta del Císter y sus orígenes están ligados a la historia del país.
Este enclave fue entregado a los monjes de una abadía francesa por Ramon Berenguer IV en el año 1149, primera fecha en que aparece documentado el tempo. Pero su historia va mucho más lejos. A medida que pasa el tiempo, el monasterio cobra importancia y en el siglo XIV llega a su máximo esplendor, albergando más de 140 religiosos y convirtiéndose en panteón real.
Patrimonio de la Humanidad
Más allá de lo que supone vivir allí, toda la historia del templo hace casi obligatoria su visita. Este conjunto arquitectónico que es Poblet fue reconocido en 1991 como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Su monumentalidad y sus diferentes estilos, que van del Renacimiento al barroco lo hacen único. Sus columnas y vidrieras, así como la belleza de su entorno, son realmente espectaculares.
Al ingresar al monasterio, los visitantes son recibidos por la Capilla de San Jorge, que data del Siglo XV y alberga la Puerta Dorada, que se abre a la Plaza Mayor y a la Iglesia de Santa María. Entre las joyas del monasterio resalta su iglesia, en la que el retablo del altar mayor, una obra renacentista en alabastro blanco creada por Damià Forment, atrae todas las miradas.
Qué ver en Poblet
La capilla gótica de San Jorge se erigió en el siglo XV, en la época de Alfonso el Magnánimo, que junto con la monumental puerta real, una imponente construcción gótica flanqueada por dos torres octogonales, no pasan desapercibidas a día de hoy.
En su interior también se albergan varios sepulcros reales; se encuentran en el crucero del monasterio. Esta Capilla Real fue solicitada por Pedro IV en el siglo XIV y en ella están los féretros de Jaime I, Pedro IV el Ceremonioso junto a sus tres esposas, Fernando I de Antequera y su esposa Leonor, Alfonso II el Casto, Juan I acompañado de sus dos esposas, Juan II y su segunda mujer, Martín I el Humano y Alfonso V el Magnánimo.

Monasterio de Poblet
El claustro, la sala capitular y el templete del lavabo son otras maravillas que se pueden admirar en este monasterio. Además, el Palacio, construido por orden de Martín el Humano, alberga un museo en la actualidad.
Horarios de visita
Por último, destacar uno de los datos más curiosos y desconocidos de esta abadía es su antiguo comedor común, del siglo XIV, que posteriormente se convirtió en una bodega destinada a la producción de vino. Actualmente dicha bodega está gestionada por una conocida marca de cava, Codorníu.
Todo ello, está a punto de quedarse sin monjes, pero todavía se puede visitar. En temporada baja, del 15 de septiembre al 14 de junio, el horario es de lunes a sábado de 10h a 12.30h y de 15 h a 18 h. Los domingos y festivos de 10.30 h a 12.30h y de 15 h a 18 h. En temporada alta o verano, del 15 de junio al 14 de septiembre, las visitas son de lunes a sábado de 10h a 12.30h y de 15 h a 18.30 h. Los domingos y festivos son de 10.30 h a 12.30h y de 15 h a 18.30 h.
Cómo llegar
Llegar hasta allí es relativamente sencillo. Desde Tarragona es poco más de media hora. Se va por la autopista AP-2 en dirección a Lleida y se toma la salida de Montblanc. Desde allí, se continúa por la carretera N-240 hasta llegar a la localidad de L'Espluga de Francolí, y luego se sigue por la carretera TV-7002 que conduce directamente al monasterio.
Desde Barcelona el viaje y las carreteras son las mismas, solo que se toma la AP-2 en dirección sur. Eso sí el trayecto es más largo y dura una hora y 20 minutos.