
Este es el imponente hospital modernista escondido en la ciudad de Gaudí
No es Sant Pau: este es el imponente hospital modernista escondido en la ciudad de Gaudí
Este impresionante centro está declarado un Bien de Interés Cultural por partida doble
Te puede interesar: Parece Viena pero está en Cataluña: la casa rural modernista que sorprende en el centro de Barcelona
Noticias relacionadas
Si uno piensa en un hospital modernista, lo primero que se viene a la cabeza es el Hospital Pere Mata, construido por Domènech i Montanter y cuya fachada mira directamente a la Sagrada Familia.
Precisamente, en la ciudad de Gaudí, en Reus, hay otro centro hospitalario, igual de imponente, pero mucho menos conocido. Allí, el edificio modernista más conocido es la increíble Casa Navàs, también de Domènech i Montaner, en cambio, el Antiguo Hospital de Pere Mata espera silenciosamente a ser redescubierto.
El Institut Pere Mata fue un proyecto pionero en su época, que aplicaba los nuevos conceptos terapéuticos y arquitectónicos que surgían a finales del siglo XIX. Con un diseño dividido en pabellones y sus motivos que remiten a la naturaleza, permiten que este centro para pacientes con problemas de salud mental emane paz y tranquilidad.
Lo mejor de todo es que, igual que pasa con el hospital de Sant Pau, el complejo sigue en funcionamiento hoy en día como centro psiquiátrico. En cambio, por su relevancia arquitectónica tiene un espacio abierto al público que fascina a los visitantes.
Un proyecto especial
El proyecto del Institut, iniciado en 1898, fue impulsado por la Sociedad Anónima Manicomio de Reus, bajo la dirección del médico Emili Briansó. Su construcción fue diseñada siguiendo el modelo de un conjunto de 18 pabellones, cada uno destinado a albergar diferentes tipos de pacientes, separados por género, clase social o tipo de trastorno.
La idea central del diseño era que los pacientes tuvieran acceso a amplios jardines, permitiendo una conexión con la naturaleza, que se consideraba beneficiosa para su salud mental. Para realizarlo, su promotor no dudó en llamar a Domènech i Montaner, quien ya había trabajado en otras grandes obras modernistas como el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona.
Nuevo enfoque
El arquitecto no sólo decidió aceptar el proyecto sino que aplicó en el Institut Pere Mata un enfoque innovador que combinaba funcionalidad y estética. Un hecho que se refleja todavía en sus paredes, cristales y pequeños detalles escultóricos.
Los pabellones del hospital, por ejemplo, están distribuidos alrededor de un eje central y cada uno de ellos está construido con ladrillo visto, cubiertas de teja árabe y zócalos de piedra poligonal. Aunque la construcción no se completó en su totalidad debido a dificultades económicas, el conjunto de 11 pabellones terminados ofrece un ejemplo destacado de la arquitectura hospitalaria de la época.
Cómo era el hospital
Entre los pabellones más emblemáticos del complejo destaca el Pabellón de Servicios Generales, que fue uno de los primeros en ser construido, entre 1898 y 1900. Originalmente, estaba destinado a albergar las oficinas administrativas y los servicios generales del hospital, como la cocina y la lavandería. En su torre de agua, de 30 metros de altura, se puede ver uno de los símbolos más representativos del edificio.
El Pabellón de los Distinguidos, en cambio, es la estrella. Construido en diferentes fases entre 1900 y 1908, fue diseñado para acoger a pacientes de primera clase, en su mayoría personas adineradas. Este pabellón, que ha sido restaurado recientemente, refleja el lujo y la atención al detalle que caracterizaba a la alta burguesía de la época.

Institut Pere Mata AYUNTAMIENTO DE REUS
Los interiores, con amplios salones, comedor, biblioteca y habitaciones privadas, están decorados con elementos modernistas como vitrales, cerámicas y mosaicos, siguiendo el estilo propio de Domènech i Montaner.
Este pabellón, que se ha convertido en el principal atractivo para los visitantes, cuenta con amplias galerías, ventanales y terrazas que permitían a los pacientes disfrutar del aire libre en un entorno tranquilo y relajante. La restauración ha permitido devolverle el esplendor de principios del siglo XX, y actualmente es posible recorrer sus estancias y admirar la riqueza decorativa y la distribución original de los espacios.
Obra no completada
A pesar de su atractivo y de la belleza de la obra, cabe remarcar que algunos de los pabellones proyectados inicialmente nunca llegaron a construirse. Eso, no quita que el conjunto del Institut se haya convertido en un ejemplo clave de la arquitectura modernista aplicada a la salud.
A pesar de todo, la genialidad del edificio es tal que es un Bien Cultural por partida doble. El conjunto arquitectónico modernista fue catalogado como Bien Cultural de Interés Local y, específicamente, el pabellón de los Distinguidos es un Bien Cultural de Interés Nacional desde el 2013.

Institut Pere Mata
Nueva vida
A lo largo de los años, el hospital sigue en funcionamiento y ha adaptado sus instalaciones a las necesidades actuales, manteniendo su función original de atención a personas con trastornos mentales. El centro, gestionado actualmente por la Fundación Pere Mata, ha sabido combinar su valor patrimonial con su vocación asistencial.
Aunque la mayor parte de los pabellones no están abiertos al público debido a su uso hospitalario, al Pabellón de los Distinguidos sí se puede acceder. A través de él parece abrirse una ventana al pasado y permite apreciar de cerca la visión innovadora de Domènech i Montaner en la creación de un espacio destinado al cuidado de los más vulnerables.
Cómo llegar
Para los visitantes que salen desde Barcelona, se recomienda tomar la autopista AP-7 dirección sur y enlazar con la T-11 dirección Reus. Una vez llegados a la ciudad, el acceso se realiza por la carretera de l’Institut Pere Mata (TV-3141). El trayecto total ronda la 1h 20min en coche particular. La zona cuenta con estacionamiento habilitado para los visitantes del recinto monumental.
Desde Girona, la mejor opción es conectar con la AP-7 dirección Tarragona, seguir hasta Reus por la T-11, y tomar la salida a la carretera de l’Institut. El recorrido completo es de unas 2 horas y 15 minutos en coche.