
Así es la casa más bizarra de Cataluña, la Casa de las moscas HOTEL LLEGENDES
Así es la casa más bizarra de Cataluña: se encuentra en Girona y está repleta de moscas gigantes
Estos insectos son los protagonistas de numerosas leyendas sobre la ciudad
Más información: Parece Nueva York, pero es Barcelona: así es el edificio modernista escondido en el barrio de Poblenou
Noticias relacionadas
En todas partes cuecen habas dice refranero español y Cataluña no es una excepción. Más allá de las maravillas modernistas y el arte y la arquitectura románica también hay una arquitectura que sorprende por su… originalidad.
No son pocos los lectores a los que seguro que se le vienen a la cabeza muchos edificios de una estética particular, aunque hay uno que, sin ser estéticamente feo, sorprende por su bizarrez. Es, posiblemente, el edificio más extraño de Cataluña.
Se encuentra en Girona, en pleno centro, y está rodeada de moscas. No son unas moscas cualquiera además, está repleto de moscas gigantes que están incrustadas en sus muros.
No tiene que ver con la suciedad. Más bien es algo estético e histórico. Estos insectos son algo así como guardianes de un secreto medieval.
De dónde vienen las moscas
Corría el año 1285 y la ciudad estaba sitiada por las tropas del rey Felipe III de Francia. Exhausto y sin apenas defensa, el municipio estaba a punto de caer.
Los soldados enemigos, en un acto de profanación, accedieron a la iglesia de Sant Feliu con la intención de ultrajar el sepulcro del obispo mártir Narcís, cuya figura ya era venerada por el pueblo como símbolo de resistencia. Allí arranca su leyenda.
@romansocias Por qué hay moscas en Girona? 😱 Una leyenda muy famosa de la ciudad, dice que hay que tocar todas las moscas de San Narciso para que se te conceda un milagro, pero… de dónde viene esto? 🤔 En este video te cuento lo que hay detras de las moscas de Girona 🪰 Ustedes conocían esta leyenda? Les leo en los comentarios 👀 #girona #gironaturisme #gironamenamora #gironaemociona #gerona #moscasdesantnarcis #milagrodelasmoscas #sannarciso #santnarcis #catalunya #cataluña ♬ sonido original - Romancito 🌈
Versiones de la historia
Hay versiones que aseguran que rompieron uno de sus brazos al tratar de mover su cuerpo incorrupto; otras relatan que lo arrojaron a un estercolero y que un carpintero local recogió los restos y los guardó en una caja de madera.
Lo que vino después no tiene parangón en el santoral cristiano: del brazo roto —o de la caja, según quien lo cuente— brotó un enjambre de moscas descomunales, de colores metálicos y picadura letal. Las crónicas hablan de insectos del tamaño de bellotas, capaces de matar al instante tanto a soldados como a sus caballos.
La leyenda de las moscas
El caos fue inmediato. Las moscas atacaron sin tregua, sembrando el pánico entre las filas francesas. Los soldados, mordidos y aterrorizados, huyeron despavoridos dejando atrás el sitio y su honor. Girona se salvó por obra de aquel enjambre vengativo.
Pero esta ni fue la única vez que las moscas ayudaron a la ciudad. Otra leyenda cuenta que en 1653, en plena guerra contra Francia, las tropas del general Plessis-Bellière se toparon de nuevo con el mismo destino. Más de dos mil caballos perecieron por las picaduras, y los atacantes volvieron a retirarse.

Carrer de les Mosques de Girona
Y como no hay dos sin tres, en 1684 se produjo un tercer milagro, por así decirlo. Una vez más, la intervención de las moscas salvadoras protegieron a Girona del asedio de los franceses.
Con estas credenciales la reputación de estos insectos se consolidó como una fuerza sobrenatural al servicio del pueblo. Tanto es así que durante la Guerra del Francés, entre 1808 y 1814, los gerundenses proclamaron oficialmente a Sant Narcís como “Generalísimo de mar y tierra”.
Una calle para las moscas
Más allá de tributo y la exaltación del santo, los vecinos no han dudado en dar cabida y protagonismo a los soldados especiales que tuvo y que lograron defender la ciudad. Además de una casa, las moscas tienen hasta una calle.
El Carrer de les Mosques es una callejuela estrecha, oscura que ha resistido asedios, guerras y profanaciones, de allí que aloje también la casa dedicada a los insectos. Una excentricidad urbana y a su vez un homenaje artístico y simbólico a uno de los episodios más peculiares del santoral catalán: el milagro de las moscas de Sant Narcís.
El eco de esta leyenda ha impregnado cada rincón de Girona, pero especialmente en esta callejuela. Bajo la placa que da nombre a la calle hay una pequeña escultura pétrea de una mosca, silenciosa y firme.
Aquí también se aloja la casa más bizarra de Cataluña. Se trata de un edificio relativamente sencillo, pintado de rojo. Reconvertido en hotel-museo, guarda las leyendas de la ciudad hasta en el nombre.
Un hotel con moscas
Pero más allá de denominarse Hotel Llegendes de Girona, el mito fundacional está impregnado a él. Sobre su fachada se esculpieron moscas en piedra, de aspecto desproporcionado y diseño realista, como si estuvieran listas para salir volando a defender la ciudad una vez más.
Aunque este no es el único guiño de esta calle a la particular leyenda de Girona. En uno de sus extremos, se halla también la escultura llamada Petjada de Sant Narcís completa la experiencia.
El pie de Sant Narcís
Se trata de un pie y una huella tallada en mármol blanco, erigida en 2015. Pero hay más, el pedestal está flanqueado por cuatro moscas de piedra que parecen descansar... o acechar.
Aunque algunos crean que esta escenografía urbana es pura fantasía, basta visitar la basílica de Sant Feliu para comprobar la profundidad del culto al santo y al relato de las moscas.

Moscas del Hotel Llegendes y el Pie de Sant Narcís TRIPADVISOR
Un patrón rodeado de moscas
La iconografía de Sant Narcís con su enjambre salvador está también presente en pinturas, como la célebre obra del Maestro de San Narciso, hoy en la catedral de Valencia. Y más allá de las iglesias y esculturas, el símbolo de la mosca ha sido asumido por Girona como parte de su identidad.
Las moscas están presentes en souvenirs, sellos municipales, festividades locales y proyectos de arte urbano impulsados por la Fundació Llegendes de Girona. Pocas veces un insecto dio tanto orgullo a un pueblo, hasta el punto de convertirse en su emblema.
Cómo llegar
Llegar allí es fácil. Se encuentra en el casco antiguo de la ciudad muy cerca de la iglesia de Sant Fèlix a unos 20 minutos andando de la estación.
El tren tarda entre 1 hora y 20 minutos y 1 hora y 40 minutos desde Barcelona, dependiendo del servicio de Rodalies que se use, aunque el Avant tarda 37 minutos. En coche, el viaje desde Barcelona dura una hora y cuarto por la autopista AP-7.