
Playa del Trabucador
Entre dos mares: así es la playa de Tarragona que enamora a los turistas y es un reclamo en Cataluña
Un trocito del mar Mediterráneo donde podrás hacer deportes acuáticos y que conecta el Delta del Ebro con la Punta de la Banya
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La temporada de playa ya ha comenzado en Cataluña, marcando el inicio de una época esperada tanto por residentes como por turistas.
Las playas de Tarragona, situadas en la resplandeciente Costa Dorada, ofrecen una amplia variedad de opciones para disfrutar del mar y el sol. Desde extensas playas urbanas como la Playa Larga y la Playa de la Arrabassada, ideales para familias y con todos los servicios necesarios, hasta calas escondidas como Cala Fonda y Cala Jovera, que brindan entornos más naturales y tranquilos.
Además, algunas como la de Tamarit y la de la Pineda son perfectas para practicar deportes acuáticos como el snorkel y el paddle surf. El Mediterráneo es un espectáculo natural inigualable, que combina el disfrute del lugar con la paz del mar.
Dos playas en una
En la provincia de Tarragona, la Playa del Trabucador se extiende como una estrecha franja de arena de 6,5 kilómetros que conecta el Delta del Ebro con la Punta de la Banya. Este istmo único ofrece dos caras al mar: una hacia el Mediterráneo abierto y otra hacia la tranquila Badia dels Alfacs, el puerto natural más grande de Europa.
A unos 10 kilómetros de Sant Carles de la Ràpita, esta playa virgen es ideal para deportes acuáticos como el kitesurf y el windsurf, gracias a las aguas poco profundas y protegidas de la bahía. Por otro lado, la cara exterior enfrenta el mar abierto, ofreciendo un entorno más dinámico y con oleaje constante. Además, la Playa del Trabucador es famosa por sus impresionantes puestas de sol, que tiñen el cielo de tonos anaranjados y rosados.

Puesta de sol en Delta del Ebro
Turismo por la zona
El acceso a la playa se puede realizar en vehículo durante los primeros dos kilómetros, pero más allá de ese punto, el recorrido debe continuarse a pie o en bicicleta hasta llegar al Far de la Banya. Este faro, incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, se alza como un símbolo del lugar y ofrece vistas panorámicas del entorno natural.
Al final del istmo, las Salinas de la Trinitat se extienden como un paisaje blanco y brillante. Estas salinas producen anualmente alrededor de 100.000 toneladas de sal marina, incluyendo la apreciada Flor de Sal, utilizada en la alta cocina.
El Delta del Ebro es una de las zonas húmedas más importantes de Europa para la observación de aves. En los alrededores del Trabucador, podrás avistar flamencos y otras especies en su hábitat natural. También, puedes visitar las lagunas cercanas, como la Tancada y la Encanyissada, que cuentan con observatorios y rutas señalizadas.

Far de la Banya