
Concentración contra el desahucio de los inquilinos de Casa Orsola
[CARTA EXCLUSIVA] Albert Ollé, dueño de Casa Orsola, tras firmar la venta: "Rescatemos Barcelona de la demagogia"
Rompe el silencio tras escriturar la cesión del bloque al ayuntamiento por 9,2 millones: "Ha sido un manual de manipulación de los Comunes"
"El propietario no es el problema, sino la solución imprescindible", insiste el empresario
Más información: 296 euros en pleno Eixample: los alquileres de Casa Orsola, uno a uno
El empresario inmobiliario Albert Ollé, ya expropietario de la Casa Orsola de Barcelona, ha firmado la venta del bloque al Ayuntamiento de Barcelona hace apenas unas horas. Con la tinta de la escritura notarial aún fresca, el patrono y promotor de Lioness Inversiones firma de puño y letra una carta de despedida en la que lanza un mensaje muy claro: "Hay que rescatar a Barcelona de la demagogia".
En la misiva, a la que ha accedido Crónica Global, Ollé, señalado y acosado por los radicales, admite que en las últimas horas ha firmado la venta del inmueble modernista por 9,2 millones de euros. El trámite notarial lo deja "aliviado, pero también indignado".
No en vano, el empresario recuerda que el "dinero público costeará alquileres de privilegio para vecinos que no son vulnerables ni de lejos, mientras miles de barceloneses continúan sin una vivienda asequible".
"Manipulación de los Comunes"
En el mensaje, el directivo alerta de que el inmueble esquinero del Eixample "se ha convertido en un manual de la manipulación orquestada por los Comunes". Treta que ha contado con "el silencio cómplice de los partidos políticos durante tres años".
Desde el punto de vista de Ollé, "la imagen es obscena: pancartas que claman por el derecho a la vivienda colgando de un edificio sostenido con los impuestos de todos para blindar las rentas de los privilegiados".

Concentración ante la Casa Orsola de Barcelona.
"Asfixia normativa e inseguridad jurídica"
El empresario señala que "ocho años de gobierno Colau, con el famoso 30% de VPO por bandera, solo ha conseguido 65 pisos protegidos". A su vez, la "construcción privada quedó en un punto muerto, y los más de 10.000 nuevos hogares que podrían haberse elevado quedaron en nada".
Ollé lo deja claro: "Menos oferta, precios más altos, no se necesitan teorías sofisticadas para entenderlo".
La vivienda en Barcelona, pues, sufre "asfixia normativa e inseguridad jurídica". Esto último incluye "ocupaciones, umbral de alquiler o procesos eternos". Así, "se están disparando las compraventas", puesto que "muchos propietarios prefieren vender antes que arriesgarse a perderlo todo".
"El propietario no es el culpable, sino la solución"
Por estos motivos, Ollé subraya que "el propietario no es el culpable, sino la solución imprescindible de un mercado saludable". Si se penaliza a los dueños, "se empobrece el parque disponible y se ahuyenta la inversión que tanto necesitamos".
En ese campo, en el de la oferta, recuerda que "restringir precios y eliminar apartamentos turísticos sin un plan alternativo no abaratará nada; al contrario, acelerará la huida de la oferta". La solución, pues, "es tan antigua como ignorada: la seguridad jurídica, incentivos a la propiedad y desalojo exprés de cualquier okupación en 24 horas".
Ollé enfatiza que "los grandes tenedores hace tiempo que se marcharon: si caemos en la arbitrariedad, también lo harán los pequeños ahorradores que aún creen en esta ciudad".

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (c), anunciando la compra de la Casa Barcelona
Mensaje al alcalde Collboni: "Queremos certidumbres"
A renglón seguido, el emprendedor envía un mensaje a Jaume Collboni (PSC), alcalde de Barcelona. "Tiene ante sí la oportunidad de ser recordado como el primer edil que reactivó la obra nueva, liberó suelo y defendió la propiedad privada".
De lo contrario, cree que el munícipe "quedará como un nombre más en una lista de los problemas". Y, según Albert Ollé, "Barcelona necesita certidumbres, no problemas".
"Rescatemos Barcelona de la demagogia"
Como final a su carta, reconoce que "ha cerrado la última puerta de Casa Orsola con tristeza, pero también con la convicción de que solo recobrando el sentido común y el respeto por los valores pisoteados podremos rescatar Barcelona de la demagogia".
Ahondando en ello, el empresario reclama "devolver a la ciudad la dignidad que se merece".
Protestas y compra
La epístola de Ollé, también exconsejero delegado de la firma de seguros DKV, llega horas después de que el Ayuntamiento de Barceoona anunciara que acaba de escriturar la compra de Casa Orsola, un bloque dividido en dos portales --calle Consell de Cent, 122 y Calàbria, 135-- propiedad de una de las empresas del empresario: Lioness.
Antes, algunos de los inquilinos se atrincheraron en domicilios del inmueble cuando se les notificó que no se les renovaría el alquiler. Lo hicieron con la ayuda del llamado Sindicat de Llogateres, que les prestó apoyo frente a los desahucios por medio de protestas y les brindó cobertura mediática.
Finalmente, el equipo de gobierno municipal informó el 7 de febrero que adquiriría la finca a Ollé, y que la cedería en gestión a la Fundació Hàbitat3. La operación provocó la alarma en el sector inmobiliario que alertó del "precedente" y de los bajos alquileres que pagan los arrendadores, que no figuran en las mesas de vulnerabilidad de la Administración local.