Más allá de la Golden Visa: China mantiene su interés en el sector inmobiliario de Cataluña como puente hacia Europa

China, potencia mundial desde hace más de una década, se ha convertido en un socio deseable y próximo en un panorama internacional conflictivo. España sale en su búsqueda, ya sea con los encuentros diplomáticos entre el presidente Pedro Sánchez y su homólogo Xi Jinping, o en la gira del president Salvador Illa por la nueva ruta de la seda. Más allá de los sectores tradicionales, la inversión inmobiliaria hace aflorar la presencia de negocios especializados en Cataluña. 

En la actualidad, la región cuenta con alrededor de unas cinco inmobiliarias chinas que funcionan como puente entre la inversión asiática y la costa mediterránea. Entre ellas, Liberty Inmobiliaria se ha hecho hueco en la región, donde la comunidad china ha experimentado un fuerte crecimiento en la última década y representa, en 2025, el 4,43% de la población extranjera con alrededor de 64.000 personas, solo por detrás de Marruecos, Colombia, Italia y Rumanía, según el Idescat.    

Asimismo, el informe del primer trimestre de 2025 de los Registradores de España sitúa la compraventa de viviendas registradas por compradores chinos en el décimo lugar, representando un 3,9% de la cuota del mercado, en el que tienen presencia preeminente desde el año 2013. Una tendencia que continuará al alza, como asegura Eduardo Cirés, agente de la propiedad inmobiliaria en Liberty: "Seguirá subiendo ante el empobrecimiento general de la sociedad española". 

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A España le falta planificación

En un principio, Liberty estaba enfocada a autónomos y empresarios cuya meta era invertir y vivir en España pero, poco a poco, el negocio fue creciendo y, a día de hoy, ofrecen servicios especializados, como la captación de inversores chinos, la gestión de bienes raíces, así como los traspasos de licencias de hostelería y una consultoría. "Atendemos las particularidades, tanto lingüísticas como culturales, de la comunidad china", explica, con el fin de facilitar todos los pasos. 

Con los años, lo que más valora Cirés del intercambio cultural es el aprendizaje que le ha brindado para solucionar problemas, trabajar y centrarse en ayudar a sus clientes. Sobre todo, ante un panorama tan desconocido como es el mercado español, así que se centran en aclararles las particularidades de "la enorme y creciente red de regulaciones y burocracia" que existe, lo que hace "casi imposible" realizar una operación "sin errores ni asumiendo altos riesgos".

Viviendas en construcción EUROPA PRESS

Las dificultades legales se perciben en la esfera internacional. A juicio de Dídac Cubeiro, profesor asociado del Grado de Estudios en Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), España ha carecido de una "estrategia agresiva" para atraer el capital chino que, históricamente, ha preferido Estados Unidos, Canadá o Australia, a causa de que sus mercados "son percibidos como más estables y con marcos jurídicos consolidados".

Asimismo, menciona varias diferencias: en China, las transacciones inmobiliarias "son rápidas y orientadas a la especulación" con un tipo de propiedad que es estatal, mientras que en España son "más pausadas y personalizadas" dentro del régimen privado; y, también, las formas de financiación, que en el caso de los chinos suele ser al contado y las expectativas de negocio.

Incursiones comerciales

Estos impedimentos se unen con las barreras culturales e idiomáticas, pero el mundo cambia y, con ello, sus necesidades. Al respecto, Julio Ceballos, consultor de negocio en China y autor de los libros Observar el arroz crecer y El calibrador de estrellas, explica que el interés en este mercado "no es casual ni pasajero". "Comprar inmuebles no es solo invertir en ladrillo, escomprar estabilidad, seguridad, visibilidad y una puerta de entrada privilegiada al mercado europeo", sostiene. 

La visión es "mucho más ambiciosa: instalarse y operar desde España hacia Europa". Es más, la pronta llegada de la gigafactoría de baterías de la multinacional CATL en Figueruelas supondrá una inversión de 4.100 millones de euros y el traslado de 2.000 trabajadores procedentes de China. También, en Tarragona, se prevé el asentamiento de Lotte Energy para construir la primera planta de elecfoil —a pesar de las protestas ecologistas— con una primera inyección económica de 600 millones de euros. 

Estos movimientos coinciden con la tesis de Ceballos, que ve una evolución en la motivación para comprar en España. Ya no se tratan de "familias chinas de clase media-alta que buscaban vivir o educar a sus hijos en Europa", sino de "empresas con músculo, de grupos industriales que quieren establecer centros logísticos, fábricas o sedes operativas", como demuestran estas operaciones. Así, se ha pasado del "'comprar para residir' al 'invertir para operar'". 

Edificios de vivienda en Barcelona EUROPA PRESS

El fin de la Golden Visa

La Golden Visa expiró definitivamente en abril de este año. Una decisión que tomó el Estado dentro del paquete de medidas para parchear las dificultades en el acceso al mercado de la vivienda. Con ella, se accedía a la residencia española a cambio de una inversión mínima de 500.000 euros y, tal y como indica el profesor Dídac, su ausencia "representa un giro en la política de atracción de capital extranjero". 

El programa fue aprovechado por más de 2.700 ciudadanos chinos, apunta el experto y, aunque no se prevé un estancamiento de las inversiones, sí que "es previsible una ralentización", sobre todo "hasta que se aclaren o implementen nuevas alternativas legales que mantengan el atractivo de España frente a países como Portugal o Grecia, que conservan programas similares". Sin embargo, no se ha anunciado ningún plan que diversifique la oferta hasta la fecha.

En este punto, el agente de Liberty, Eduardo Cirés, define a sus compradores chinos con exactitud: "Saben lo que quieren, tienen mucha experiencia y no tienen tiempo que perder porque son muy trabajadores". Y califica la eliminación de la Golden Visa como una decisión política que supone "prohibir la entrada de talento". 

Sàmper viaja a China para promover Cataluña como un destino de inversión

Cataluña, compañera 'estratégica' de baile

En los últimos meses, España ha afianzado sus relaciones con el gigante asiático y se ha convertido en un intermediario para calmar las aguas en las grescas económicas que han provocado las medidas arancelarias de la Unión Europea contra los coches eléctricos o en su tira y afloja con la administración estadounidense. Es tal el interés que hasta el Govern creará un Pla Àsia para acrecentar el trasvase de conocimiento con el continente y, en julio, el president Salvador Illa visitará el país.  

Frente a Alemania o Francia, España se erige con nuevos atractivos en el "redireccionamiento" de capital chino hacia Europa: "Sectores como el tecnológico, el agroalimentario, el turístico o las renovables ofrecen oportunidades claras para estrechar lazos, siempre que se desarrollen políticas proactivas y adaptadas a las particularidades del mercado chino", subraya el profesor Cubeiro. A pesar de que la península no es un socio "prioritario", sí que es "relevante" para la diversificación de la economía.  

Por su parte, el consultor Ceballos ve estos movimientos como "una apuesta a largo plazo". "China ve en España un aliado fiable, un entorno estable y una economía flexible", opina, por lo que es hora de preparar el terreno para planear "cómo se integra, qué espacios ocupa y qué papel queremos jugar nosotros en esa historia" con tal de que estas relaciones bilaterales creen un "beneficio mutuo a largo plazo".

El 'president' de la Generalitat durante un encuentro empresarial en su gira por Japón Govern Japón

¿Madrid o Barcelona?

¿Pero quién puja más, Madrid o Barcelona como destino? Cubeiro comenta que la capital madrileña lidera la captación de inversión china, donde hay comunidades consolidadas en los barrios de Usera o Parla. No obstante, la Ciudad Condal se muestra competitiva gracias a tres ingredientes: proyección internacional, ecosistema universitario y sector inmobiliario de lujo. 

El año 2024, el balance anual de la Generalitat mostró que se superaron por primera vez los 1.000 millones de euros en inversión extranjera captada. En el top cinco se encontraba China como país inversor en proyectos empresariales, por detrás de Alemania, Estados Unidos y Francia. Una de las operaciones más destacadas ha sido el desembarco de Chery para ensamblar vehículos en la Zona Franca de Barcelona, un acuerdo que se materializó en abril con el compromiso de invertir 400 millones de euros.

La presencia del consulado de la República Popular, así como de instituciones y estudios especializados, muestran el empuje cultural hacia una mirada próxima a Asia. El agente de Liberty Inmobiliaria lo tiene claro: "Barcelona es un buen puente, y tiene una de las comunidades más grandes y activas".