
El presidente del Barça, Joan Laporta, en un montaje con Barça Vision MONTAJE CULEMANIA
Barça Studios, la saga interminable que pone en jaque el mercado de fichajes azulgrana
La valoración desproporcionada de 408 millones de euros sobre la filial tecnológica amenaza con nuevos disgustos a la junta directiva encabezada por Joan Laporta en el próximo cierre del ejercicio financiero 2024-25
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El FC Barcelona revive la misma película una y otra vez cada verano. El club azulgrana viene de tan abajo en el terreno económico, que no hay cierre de cuentas cómodo desde que la junta directiva presidida por Joan Laporta tomó el cargo en 2021. Ante la falta de ingresos para compensar la avalancha de gastos heredada de los anteriores dirigentes, la plana mayor del club azulgrana apostó por una maniobra arriesgada para esquivar las pérdidas: la venta del 49% de Barça Studios, rebautizada como Barça Vision, por 200 millones de euros.
En un principio, la venta de patrimonio sirvió para regresar, provisionalmente, a la norma 1:1 de Fair Play. Sin embargo, el paso del tiempo ha retratado como una osadía la valoración sobredimensionada de 408 millones otorgada a la filial tecnológica en 2022. Barça Vision, ahora absorbida por Barça Produccions, no valía tal cantidad ni en sus inicios ni en 2025. Los constantes problemas accionariales con los impagos han hecho caer la evidencia por su propio peso. La saga interminable cada verano cuesta un nuevo dolor de cabeza a Laporta. Nuevamente, aquella transacción amenaza con desbaratar el mercado de fichajes azulgrana con una posible depreciación impuesta por Crowe, el nuevo auditor.
Maniobra desesperada
El Barça es el accionista mayoritario de Bridgeburg Invest, sociedad que vehicula la operación, con el 53,4% de las participaciones, seguido de Blaugrana Invest, filial de Socios.com, con el 18,96%, Vestigia Holdings LTD, poseedora del 4,93%, y su filial Hellgas, tenedora de otro 14,73%, Aramark, con el 6,13%, y Orpheus Media, propietaria del 1,83% restante.

El Boletín Oficial del Estado anuncia la fusión por absorción de Barça Produccions y Bridgeburg Invest BOE
La plana mayor azulgrana ha activado una nueva estrategia este 2025 con el plan de reflotar su división de activos tecnológicos. Barça Produccions, también conocida como Barça Media, ha absorbido Bridgeburg para justificar la valoración que pretende otorgarle la junta directiva. Dicha compañía agrupa fuentes de ingreso de mayor recorrido: Barça Studios, denominación de la rama audiovisual, Barça Games, y los eSports. En consecuencia, los accionistas de la filial tecnológica también pasan a participar en la sociedad matriz, con un porcentaje accionarial más bajo.

Joan Laporta y Dani Olmo, en un montaje con el futuro Camp Nou de fondo MONTAJE CULEMANIA
De momento, el resultado es el mismo. Podrán cambiar las piezas de orden, pero el progreso de Bridgeburg se mide en euros. Salvo aparición milagrosa de un nuevo accionista, o crecimiento sustancial del negocio durante el ejercicio 2024-25, la compañía tecnológica se precipita hacia una nueva depreciación irremediable. Crowe, sucesor de Grant Thornton, tampoco se cree la valoración de la filial. Si el director del área de fútbol azulgrana, Deco, se lanza al mercado sin garantías, se verá en el mismo callejón sin salida de antaño, atado por los problemas financieros de la entidad que ya pusieron en peligro el fichaje de Dani Olmo.
Plan ideal
El origen del problema que se arrastra año tras año se halla en el agitado verano de las famosas palancas. En 2022, la institución catalana se desprendió de activos para financiar los fichajes de relumbrón de Robert Lewandowski, Jules Koundé y Raphinha. Las tres estrellas del Barça de Hansi Flick aunaron un coste de 153 millones de euros en concepto de traspaso. La entidad barcelonista no solo cedió el 25% de sus ingresos televisivos por 25 años, sino también vendió el 49% de Barça Studios a Socios.com y Orpheus Media, sociedad administrada por Jaume Roures.

Bridgeburg Invest SL, la nueva sociedad de Barça Studios FCB
Tras la creación de Bridgeburg Invest S.L. para vehicular la operación y estructurar la nueva alianza, ambos socios, poseedores del 24,5% de las participaciones, abonaron 10 millones de inicio, cada uno. Los dos inversores pactaron un calendario de pagos que comprendía 60 millones antes del 15 de junio de 2023, es decir, 30 kilos por barba, otros 60 millones el 15 de junio de 2024, y 60 millones más el 15 de junio de 2025. En total, debían reunir los 200 millones en un plazo de tres años.
Primeros impagos
La transacción ya zozobraba al primer año de vencimientos. Tanto Socios como Orpheus se desprendieron de un porcentaje de sus participaciones en 2023. Una reventa encaminada a cumplir con los ingresos que la Liga exigía al Barça, estipulados en el plan de viabilidad económica presentado a la patronal. Libero Finance Football, fondo alemán, entró de lleno como socio con el compromiso adquirido de abonar 40 millones que nunca llegaron. Vestigia Holdings LTD, el otro accionista recién llegado, sí que desembolsó los 20 kilos ipso facto.

Joan Laporta, junto a los Joaos y Jorge Mendes, tras cerrarse el fichaje de ambos por el Barça REDES
Aquellos 40 millones restantes comprometieron el mercado de traspasos veraniego hasta el punto de tener que encomendarse a las artes de intermediación del súperagente Jorge Mendes para traer a los Joaos, Félix y Cancelo, en calidad de cedidos a coste cero. Las únicas apuestas económicas fueron Vitor Roque y Oriol Romeu, pues Ilkay Gundogan firmó como agente libre.
55 millones ingresados
En 2024, cuando se debían haber recaudado 140 millones de euros según el calendario de pagos, las arcas del club azulgrana apenas reunían 55 millones por la filial tecnológica. El valor de la amalgama de Web3, NFT's y metaverso no convencía ni a los propios inversores. Los planes utópicos de salir a la bolsa y alcanzar una cotización de 1.000 millones quedaron en papel mojado en 2024.

Joan Laporta, con el escudo del Barça y el logotipo de Aramark en un montaje MONTAJE CULEMANIA
Aramark, empresa del sector alimenticio que se adueñó del catering del nuevo Camp Nou junto a Legends a cambio de 15 millones, entró en Bridgeburg con otros 25 kilos en mano: 10 millones destinados a recomprar las acciones que restaban en poder de Orpheus Media, y otros 15 millones transferidos al FC Barcelona.
Deterioro de 141 millones
Para entonces, el encargado de auditar las cuentas del club, Grant Thornton, ya había dicho basta. Mientras el resto de piezas encajaban y el Barça había conseguido alcanzar los beneficios ordinarios, aquel negocio maldito devolvía al club a la casilla de inicio. Tras dos años de incumplimientos, resultaba evidente que aquel negocio incipiente no valía los 200 millones imputados para cuadrar cuentas. Por lo tanto, el auditor obligó a la entidad a deteriorar la sociedad bajo el mismo criterio de la puesta en equivalencia. Tan solo podría contabilizar el importe ingresado, es decir, 55 millones.
Se anotaron 141 millones como gasto extraordinario, y el horizonte de los beneficios degeneró en una distopía de 91 millones de pérdidas tras impuestos. Y el auditor se quedó corto, porque incluyó una salvedad contable. El censor de cuentas advirtió que la mitad del pastel en posesión del club azulgrana, valorada en 208 millones, también debía deteriorarse, aunque no precisó en qué cantidad exacta. La junta directiva se negó a depreciar el resto de acciones, en un acto de confianza sobre el despegue del negocio y/o la llegada de nuevos inversores que todavía no han aparecido.

Dani Olmo y Pau Víctor, los nuevos fichajes del Barça, posan con Hansi Flick
De ahí, el drama de la inscripción de Dani Olmo, salvado por la desgraciada lesión de Andreas Christensen. En Can Barça no tenían garantías de Fair Play para el mediapunta egarense. Ni siquiera las tenía Iñigo Martínez, jugador que ya formaba parte de la primera plantilla y cuyo salario se registró mediante la baja de larga duración de Ronald Araujo. El mismo riesgo al que se expondrán próximamente Joan García, Luis Díaz, y los jugadores que decidan vestir de azulgrana.