
Ramón Lamiel, director del Servei Català de Trànsit
El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Ramon Lamiel, se felicitaba ayer de la "conducción responsable" de la ciudadanía en el puente de junio, que terminó sin víctimas mortales en las carreteras catalanas, y con menos afectaciones que en fechas similares en los puntos calientes de Cataluña.
"Nos marcábamos un objetivo muy claro, que era que no hubiera víctimas mortales en las carreteras en esta operación especial", comentó en La Xarxa, donde avanzó que Trànsit estudia ahora cambiar los carros radar y llevarlos de la AP-7 a las carreteras de Osona, donde se han producido recientemente accidentes mortales.
Pero las buenas sensaciones de los últimos tres días se truncaron poco antes de las doce del mediodía, con el fallecimiento de una mujer en la AP-7. Y no por la muerte en sí, pues la tendencia de los últimos meses es descendente, sino porque se trata de la octava persona que pierde la vida en esta autopista en 2025. Ya son más que las registradas en todo el 2024.
Por si fuera poco, seis de ellas han muerto en Tarragona, un dato que evidencia que hay mucho camino por hacer todavía en las vías interurbanas catalanas en general y en la AP-7 en particular.