
Imagen del acto "Som 1 d'octubre" en Arenys de Mar
Los afectados por la fiesta independentista del 1-O del año pasado llevarán a los promotores a tribunales
Artistas y técnicos reclaman hasta 65.000 euros a la organización del evento, celebrado en Arenys de Mar, por impago
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Una veintena de empresas, entidades y personas afectadas por impagos en la fiesta de conmemoración de los siete años del referéndum ilegal de secesión del 1 de octubre de 2017 demandarán a los organizadores del evento ante los tribunales.
Los damnificados del evento "Som 1 d'octubre", celebrado el 28 de septiembre de 2024 en la localidad barcelonesa de Arenys de Mar, se han constituido en una plataforma para reclamar el dinero que aseguran que se les debe.
60.000 euros adeudados
Entre los organizadores a los que acusan figura el promotor Jordi Mateu, al que reprochan no haber dado "señales de vida", a pesar de haber intentado contactar con él con insistencia.
La plataforma de afectados incluye a artistas, profesionales y técnicos que actuaron o trabajaron en dicha fiesta. Según denuncian, todavía no han recibido ningún pago por su labor, y reclaman una suma agregada de entre 60.000 y 65.000 euros.
Demanda
Los abogados de las presuntas víctimas estudian presentar una demanda civil, puesto que su prioridad es cobrar el dinero que se les debe. Pero no descartan la vía penal, si bien aseguran que su propósito no es que se condene a Mateu y a otros miembros de "Som 1 d'octubre".
"No tenemos otra opción que la vía judicial", ha lamentado al portavoz de los afectados, Carles Gorbs.
Mateu adujo que desapareció "por riesgo de infarto"
Mateu se atribuyó en una entrevista a La Vanguardia el 17 de octubre del año pasado haber convencido al alcalde de Arenys de Mar para organizar el acto. Según su versión, él no ha "estafado a nadie", sino que permanecía "apartado por prescripción médica, llegué al borde del infarto y del ictus”.
El ayuntamiento pidió en ese momento a la fiscalía abrir una investigación en su contra, al no haber podido contactar con él.
En dicha entrevista, Mateu negó que las deudas llegaran a los 100.000 euros que calculaban sus proveedores, sino que “hubo un déficit global de 39.000 euros”. En este sentido, acusó a sus compañeros de la comisión organizadora de "no hacer su trabajo y dejarme con el culo al aire cuando las cosas iban mal".
Sin embargo, según dicho rotativo, los colaboradores insistían en señalar a Mateu, aduciendo que ellos apoyaron la iniciativa y trabajaron para la fiesta "como hicieron partidos y entidades políticas". "Nunca supimos como estaban las finanzas”, dijeron.