
Las termas a media hora de Cataluña que te harán sentir como emperador romano, los baños de Saint-Thomas
Las termas a media hora de Cataluña que te harán sentir como un emperador romano: ocultas en los Pirineos
Este espacio era uno de los lugares favoritos del Imperio en sus viajes a la Galia y la Península
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Escapar del estrés es cada vez más complicado. A la sobrecarga de trabajo se le suma muchas veces las necesidades económicas, pagos de facturas y, cuando no, un tiempo de ocio que se quiere exprimir al máximo y que acaba estresando más que calmando al personal.
Hay un espacio, por eso, que llama al relax y cada vez son más quienes, en lugar de elegir escapadas urbanas o de playa, optan por destinos de bienestar donde la naturaleza y el agua caliente son protagonistas. Es decir, por ir a las termas.
No se trata de ir a balnearios, sino a lugares donde el agua caliente fluye de forma natural y la mano del hombre lo único que ha hecho es acondicionar el lugar y cobrar una entrada. El éxito de este negocio ha sido increíble.
La mezcla de paisaje, el patrimonio y relax profundo tiene algo casi místico, como si el cuerpo se reencontrara con una forma de cuidado que ha estado ahí desde la Antigüedad. En plena era del estrés crónico, volver al agua, como lo hacían los romanos, los árabes o los cátaros, se ha convertido en una necesidad para muchos.
Unas termas a media hora de Cataluña
Cataluña tienen muchos rincones así. El territorio cuenta con joyas termales como Caldes de Montbui, donde aún emana vapor desde fuentes en plena calle; La Garriga, con antiguos balnearios reconvertidos; o Caldes de Malavella, con un legado romano visible en sus baños y un manantial que alimenta spas de lujo.
El problema de estos espacios es que están demasiado masificados e incluso se han construido balnearios. En cambio, si uno cruza apenas media hora la frontera y se adentra en el Pirineo francés, el escenario es otro.
Unos baños especiales
Entre las muchas termas que se encuentran al otro lado de los Pirineos, hay una que se ha ganado un lugar especial. No se trata de las termas de Llo, sino de Les Bains de Saint-Thomas, en el municipio de Fontpédrouse.
Estas termas combinan historia, paisaje y una construcción única. Enclavadas en un anfiteatro natural rodeado de montañas, sus piscinas semicirculares de piedra evocan sin esfuerzo las imágenes de una antigua terma romana.

Los baños de Saint Thomas LES BAINS DE SAINT-THOMAS
Relación con el imperio romano
No es casual. Se sabe que en tiempos del Imperio romano, el ejército ya utilizaba este enclave para aliviar las dolencias de sus soldados después de cruzar los caminos escarpados del macizo del Canigó, cuyas cumbres aún hoy dominan el horizonte.
Las aguas aquí son cálidas y terapéuticas. Emergen a 58 °C cargadas de minerales, sulfurosas, bicarbonatadas y con alto contenido en flúor. Tradicionalmente, se les han atribuido propiedades para calmar el dolor muscular, tratar afecciones respiratorias o dermatológicas, y sobre todo, combatir el estrés.
Temperatura del agua
Las instalaciones actuales se dividen en varios espacios bien diferenciados. La estrella son las tres piscinas exteriores, donde la temperatura del agua se mantiene de forma natural entre 34 y 36 °C.
Cada piscina está diseñada con distintas funciones: zonas de burbujas, chorros de masaje, cascadas, duchas circulares… En invierno, la escena parece de postal: nieve en las laderas, vapor flotando sobre el agua y silencio absoluto roto solo por los murmullos de quienes disfrutan del calor.
Termas y spa
Pero el viaje termal no termina al aire libre. En el interior, el complejo cuenta con un espacio de bienestar aún más completo. Un amplio hammam tradicional, vaporarium con vapores de azufre, sauna seca, jacuzzis de hidromasaje y una sala de reposo panorámica donde los visitantes pueden tomarse un té caliente y contemplar la vegetación de los Pirineos Orientales.
Por la tarde, todo el entorno se tiñe de luces suaves: verdes, azules, ámbar. La experiencia se vuelve aún más sensorial, como si la arquitectura y el paisaje se pusieran de acuerdo para calmar el ánimo.
Espacio adaptado
E cualquier caso, tanto desde el punto de vista arquitectónico como sensorial estos baños termales se salen de la norma. La mano del hombre solo ha tenido que mejorarlas un poco más.
Las instalaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida, y cuentan con señalizaciones específicas para personas con discapacidad visual o auditiva. Además, las familias con niños tienen tarifas específicas y acceso restringido a determinadas zonas más tranquilas.
Cuánto cuesta
Lo mejor de todo es que, a pesar de lo exclusivo que puede parecer, el precio de entrada es sorprendentemente asequible. Con el pago de 9 euros se permite el acceso básico a las piscinas exteriores, mientras que los niños pagan 7,50 €.

Jacuzzi de los baños de Saint-Thomas LES BAINS DE SAINT-THOMAS
Cuándo ir
Quienes quieran vivir la experiencia completa, incluyendo el hammam y el resto del circuito de bienestar interior, pueden hacerlo por 18 euros. El espacio abre todos los días del año, con horarios que varían según la temporada: hasta las 19:40 h en invierno y 20:40 h en verano.
Quienes ya lo conocen, repiten. Algunos lo describen como “el mejor spa natural de los Pirineos”, otros lo prefieren por su sencillez frente a balnearios más comerciales. Lo cierto es que Saint-Thomas promete una escapada única que garantiza calma y unas vistas bucólicas como pocas.
Cómo llegar
El viaje, en cualquier caso, requiere de cierto tiempo, pero no en exceso. Se tarda más en llegar de Barcelona a ciertos puntos del Pirineo que a los baños de Saint-Thomas.
Desde la capital catalán el trayecto más directo es tomando la C-16 dirección norte, atravesando el Túnel del Cadí y siguiendo por la N-152 hasta Puigcerdà. Una vez cruzada la frontera, se continúa por la N-116 en dirección a Font-Romeu y luego hacia Fontpédrouse, donde un desvío señalizado lleva directamente al centro termal. El viaje es de dos horas y 45 minutos.