La líder de los Comuns, Jéssica Albiach, junto al 'conseller' de Presidencia, Albert Dalmau

La líder de los Comuns, Jéssica Albiach, junto al 'conseller' de Presidencia, Albert Dalmau Europa Press Barcelona

Política

Albiach se pone la medalla del cierre de la 'embajada' catalana en Israel

El Govern ha acordado la maniobra con los Comuns, que celebran su creciente peso en el Ejecutivo catalán más allá de las políticas de vivienda mientras Junts, PP y Vox aseguran que el gesto "no acabará con el conflicto y, como hace siempre la izquierda, servirá para perjudicar a las empresas"

Más información: La Generalitat anuncia el cierre inmediato de su oficina exterior en Tel Aviv

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El pleno del Parlament de este miércoles, cuyos titulares iban a centrarse en los ataques de la oposición al Govern por los escándalos de la DGAIA, ha quedado en segundo plano cuando, minutos antes de empezar, la Generalitat anunciaba el cierre de su oficina en Tel Aviv (Israel).

Lo hacía junto a una foto del conseller de Presidencia, Albert Dalmau, con Jéssica Albiach, la líder de los Comuns, lo que ha dado alas a la derecha para acusar al Govern de plegarse ante la "extrema izquierda" y a la diputada para ponerse una medalla más, esta vez en una materia cargada de simbología y también trascendental para su espacio político. 

El tema, sin embargo, no se ha votado. No hacía falta. No eran necesarios los votos de los Comuns ni de nadie al tratarse de una competencia del Consell Executiu y, en última instancia, del conseller de Exteriores, Jaume Duch. El asunto, no obstante, se ha pilotado desde presidencia: Salvador Illa busca satisfacer a sus socios, consciente de que hay materias -como la ampliación del aeropuerto de El Prat- en las que eventualmente chocarán. Albiach también necesita argumentos para su electorado por si cambia de parecer en alguna de estas carpetas. Es un win-win.

Illa y Albiach celebran la "buena sintonía"

El Govern ha encontrado en los Comuns a su principal socio parlamentario. Fueron los primeros en firmar un acuerdo para la investidura de Illa, y no se han quedado fuera de ninguna de las políticas que ha impulsado el Ejecutivo en sus primeros meses de andadura. La sintonía es "muy buena", a juicio de ambas partes. Y lo es, principalmente, gracias a que el president ha asumido como propia la lucha contra la crisis habitacional, la principal bandera de los de Albiach en campaña. 

A partir de aquí, se han encontrado también con ERC en materias como la transición energética, el Pacte Nacional per la Llengua o los suplementos de crédito antiaranceles; y los Comuns apoyarán, asimismo, el nuevo modelo de financiación, que lleva el sello de los republicanos. El objetivo de Illa son los Presupuestos de 2026, un asunto que se torció en 2024 y en el presente ejercicio con los mismos actores, y que el Govern quiere encarar cuanto antes para evitar una nueva prórroga.

Viendo lo que le sucedió a su predecesor Pere Aragonès, el president se sabe el camino para una legislatura larga, y está cómodo con la mayoría progresista actual más allá de que algunas voces le pidan explorar la mitificada sociovergencia.

Críticas a Israel desde el inicio de la guerra

La oficina exterior de Acció en Israel está inoperativa desde que empezó el conflicto en la franja de Gaza, explican desde el Govern, "lo único que se hace ahora es cerrarla". Illa ha mantenido una postura crítica con el gobierno de Benjamin Netanyahu desde el principio de la escalada bélica, y normalmente esto ha sido insuficiente para todos los partidos situados a su izquierdaERC o los propios Comuns se refieren a Israel, directamente, como "Estado genocida".

"Mi postura ha sido muy clara desde el principio, y no puede sorprender a nadie", ha asegurado el president desde su escaño, interpelado por una CUP que exhibió banderas palestinas en el hemiciclo. "El objetivo del cierre de la embajada es aportar nuestro granito de arena a la presión internacional que está recibiendo el Gobierno israelí para dejar de actuar así", aclaran fuentes del Govern.

Perjuicio para las empresas catalanas

El cierre de la embajada en Tel Aviv, a juicio tanto de Junts y PP como de Aliança Catalana y Vox, tendrá consecuencias negativas para las empresas catalanas con intereses comerciales en Israel, un lugar desarrollado y especializado en el sector de la tecnología, en el que también varios centros de investigación han mostrado interés en los últimos años. "El cierre no soluciona el problema", añaden, lamentando que "Albiach dirija la política exterior del Govern".

Según Junts, esto "y el resto de políticas que se llevan al dictado de los Comuns, como subir impuestos, debilitan a Cataluña". Su líder, Carles Puigdemont, se ha manifestado en esta línea igual que el portavoz de la formación, Josep Rius. PP y Vox, finalmente, opinan que lo que debería hacer la Generalitat es "cerrar todas las embajadas"; y Aliança Catalana, tan pasional al respecto como desde las antípodas la CUP, se limita a justificar lo que está haciendo Netanyahu en Gaza.