El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont

El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont EUROPA PRESS

Política

Junts, prueba y error para neutralizar a Orriols de cara a las municipales

Los posconvergentes han optado esta semana por comprar la tesis de Aliança Catalana en relación a la prohibición del velo islámico, en un nuevo movimiento dirigido a frenar la fuga de votos que, apuntan las encuestas, abandonarán a Puigdemont dirección a la extrema derecha

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El Parlament de Cataluña ha sido testigo esta semana de un nuevo bandazo ideológico de Junts. Ahora quieren prohibir el burka y el niqab en el espacio público, cualquier modalidad de velo islámico en las escuelas y el llamado burkini en las piscinas públicas: exactamente lo mismo que propone Aliança Catalana, pero con la deferencia de no declararse islamófobos como sí hace la gurú de la extrema derecha independentista Sílvia Orriols

Fue ella quien propuso el debate en sede parlamentaria, y los posconvergentes picaron un anzuelo que llevaban tiempo esperando, en aras de probar suerte para con una estrategia distinta del cordón sanitario, que sólo ha hecho que impulsar a la ultraderecha en las encuestas y difuminar las opciones de Junts de regresar a la Generalitat. La preocupación en Waterloo con el tirón de la alcaldesa de Ripoll, que ha hecho de redes sociales como X su cortijo particular, es cada día mayor.

El objetivo es neutralizarla, encontrar la manera de convencer a sus potenciales votantes de que el radicalismo no lleva a ninguna parte. Los intelectuales sénior del espacio posconvergente, como Artur Mas, opinan que esto pasa por "confrontar" --ni pactar, ni ignorar--; y con este objetivo se pretendía afrontar el pleno del pasado jueves. La idea era mirarla y exponer argumentos mejores

No obstante, no repararon en que para ello hacen falta propuestas distintas a las de la alcaldesa de Ripoll --no basta con evitar pronunciarse sobre asuntos controvertidos como este--, y lo que iba a ser una refriega dialéctica quedó, así pues, en la fundamentada advertencia de Orriols de que el cliente, o en este caso el elector, suele preferir el producto original a la marca blanca

La migración acerca a Junts a la extrema derecha

El diputado David Saldoni alegó que Junts votaba en contra de la moción de Aliança Catalana por el "odio" que destilaba el texto, pero tras un discurso emotivo y poniendo el foco en la "inclusión" acabó confesando que su partido, en lo que a medidas concretas se refiere, piensa igual. No por islamofobia, pero sí por seguridad, salubridad o feminismo --en función del tipo de prenda a prohibir--, el velo islámico también les molesta.

Pese a que hay varias voces incrédulas con esta deriva, incluso dentro del propio grupo parlamentario, los alcaldes de distintos municipios con alto índice migratorio llevan tiempo advirtiendo a la dirección del partido de que, si no se posiciona al respecto, la sangría será mayúscula en las próximas elecciones municipales. No sólo ha sido Orriols: desde Junts aseguran que la realidad demográfica también ha forzado a la formación a abandonar su zona de confort.

Creen que no han tenido más remedio que pronunciarse y que la izquierda tampoco está abordando un problema que "no se soluciona únicamente llamando xenófobos a los xenófobos".

Las elecciones municipales pondrán nota al prueba y error

"Faltan todavía dos años para las elecciones municipales", apuntan desde el partido, enfatizando que hay margen para analizar el impacto de estos bandazos entre su potencial electorado. ¿Abandonará más gente a Junts si compra el discurso de la extrema derecha o si pasa de puntillas por la cuestión migratoria? El prueba y error se encamina a obtener respuestas al respecto. 

Las elecciones municipales de 2027, en las que, dada su trascendencia, llevan meses trabajando, serán claves tanto para consolidar a la extrema derecha independentista en tanto que una realidad territorialmente implantada como para examinar el trabajo de Junts en esta nueva etapa como líderes de la oposición en Cataluña y apoyando a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.

Aliança Catalana crecerá, pero podría no hacerlo tanto como sus cabezas pensantes pronostican. Junts evitará hablar de pactos, aunque podrían "no tener más remedio" que explorarlos en algunos municipios pequeños del interior de la región. Serán estas mismas urnas quienes, en última instancia, acaben poniendo nota a ambos.