Una estación del metro de Barcelona totalmente a oscuras durante el apagón en Barcelona

Una estación del metro de Barcelona totalmente a oscuras durante el apagón en Barcelona Crónica Global

Vida

Xavi, atrapado tres horas en un ascensor con dos borrachos durante el apagón: "Uno hizo pis en una botella de plástico"

Mientras miles de personas se congregaban en plazas para bailar, leer o escuchar música, otras vivieron una de las situaciones más angustiantes de sus vidas

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El apagón del pasado lunes paralizó a todo un país. Millones de personas se quedaron a oscuras en España. El transporte se detuvo por completo y las carreteras colapsaron. No había internet ni teléfono. Incomunicación total. Y el caos se convirtió para muchas personas en un parón en su vida ajetreada.

Las plazas de las grandes ciudades como Barcelona se llenaron de gente tomando cervezas al sol, bailando o jugando a cartas. Sin embargo, mientras algunos disfrutaban de unas horas libres, otros vivieron una de las situaciones más angustiantes de sus vidas. Es el caso de Xavi Soler, que como otras tantas personas, se quedó atrapado durante horas en un ascensor.

Todo empezó en un trasbordo

El lunes empezó como un día normal para Xavi, aunque con algo más de sueño tras el fin de semana. Levantarse, desayunar e ir a trabajar. Como cada mañana, tomó la L9 del metro en la parada de Singuerlín dirección Fondo, donde haría un trasbordo a la L1. Un trasbordo que sería más largo de lo habitual. 

“Como siempre, cogí el ascensor porque la L9 es una estación muy profunda. Subí junto a cuatro personas. Cuando estábamos llegando, el ascensor se paró, y nos quedamos completamente a oscuras”, explica Xavi a Crónica Global.

El ascensor donde se quedó atrapado Xavi en la estación de Fondo de la L9

El ascensor donde se quedó atrapado Xavi en la estación de Fondo de la L9 CEDIDA

Dos borrachos y drogados

Xavi mantuvo la calma por un momento, pensando que se trataría de una incidencia más en el suburbano barcelonés. El joven esperaba y esperaba, pero el ascensor seguía sin funcionar. Compartía un espacio de pocos metros cuadrados con cuatro personas, y dos de ellas estaban bajo los efectos del alcohol y las drogas.

Uno de ellos intentó fumar dentro del ascensor. “Empezamos a gritar todos que no lo hiciera. Le dijimos que se pusiera a dormir, que no estábamos para tonterías”, recuerda. Pero el ambiente se tensó más cuando el otro hombre, también afectado, comenzó a sudar en exceso y a alterarse. Fue el primer momento de verdadero miedo. “Pensábamos que le estaba pasando algo”, recuerda

Fue entonces cuando intentaron buscar ayuda. Activaron la alarma del ascensor. “Nos respondieron y nos dijeron que había una avería externa y que se intentaría solucionar. Nos pidieron paciencia. Pero en ese momento no sabíamos que estábamos ante un apagón nacional”.

Una estación del metro de Barcelona durante el apagón

Una estación del metro de Barcelona durante el apagón Crónica Global

Sorprendentemente, Xavi fue el único que conservó la conexión a internet. En un grupo de WhatsApp avisó de que estaba atrapado. Y fue allí, entre mensajes de amigos que también estaban sin luz, cuando el joven comprendió la magnitud de lo que estaba ocurriendo. “Mis amigos dijeron que tampoco tenían luz. Pensé que sería un problema sólo de Barcelona. Pero una amiga que vive en Murcia nos dijo que allí también había un corte. Entonces pensé que era algo más fuerte”.

Intentó contactar con su familia, pero no obtuvo respuesta. La tensión crecía por momentos. “Fue un momento difícil. Además, la altura del ascensor era considerable y daba la sensación de que el suelo no era del todo estable. Me mareé, me quité la chaqueta y me senté para tranquilizarme”.

Solidaridad y humanidad

El apagón también sirvió para crear comunidad y dejar de mirarse uno el ombligo. A Ernesto, uno de los atrapados, le pilló el corte después de hacer la compra, por lo que llevaba todo tipo de comida.Nos dijo que no pasaríamos hambre”, recuerda riéndose Xavi.

Una botella para hacer pis

Con el paso de los minutos, la convivencia dentro del ascensor se volvió surrealista. Uno de los borrachos pidió agua. Xavi, que llevaba una botella casi vacía, se la cedió. Más tarde, esa misma botella sería utilizada para algo muy distinto. “El hombre no aguantaba más. Nos dijo que tenía que hacer pis. Le pedimos que se esperase, pero no pudo. Así que se giró e hizo pis en la botella vacía. La cerró para que no oliera. Fue dramático… pero también un poco gracioso”, cuenta.

Desalojo de una estación de metro por el apagón en Barcelona

Desalojo de una estación de metro por el apagón en Barcelona Crónica Global

Tres horas encerrados en un ascensor dan para mucho, y las conversaciones empezaron a ser introspectivas. “Nos explicamos nuestras vidas. Estas cosas te unen mucho”, reconoce Xavi. En medio de estas historias saltó una notificación en su móvil en la que pudo leer que el apagón duraría entre 6 y 10 horas. Fue entonces cuando decidieron volver a intentar contactar con emergencias. Y tras varias llamadas… . ¡Por fin! La operadora del 112 avisó a los Mossos d’Esquadra y a los Bomberos.

Llamada de emergencias "confusa"

Lo que siguió después fue un episodio confuso. Un Mosso llamó a Xavi y le pidió que contactara con el presidente de su comunidad para abrir el diferencial eléctrico del ascensor. “No entendía nada, pensaba que algún vecino mío se había quedado atrapado”, señala. Resultó ser que el agente pensaba que Xavi estaba atrapado en un edificio de la calle Fondo 19, no en el ascensor de la L9 en la estación de Fondo. 

Tras tres horas y media de encierro, comenzaron a escuchar ruido. El miedo volvió a asomar. “Pensé que el ascensor podía caer. Pero vimos a un trabajador de TMB, completamente sudado, que venía de otra emergencia y fue quien abrió la puerta trasera del ascensor, por donde salimos”. “Fue una experiencia que no olvidaré jamás. Aunque espero que no vuelva a suceder”, concluye.