
Toni Solano, administrador del concesionario Harley BCN, cerrado desde julio
Nuevo frente judicial para Harley BCN: financiación opaca y motos bajo sospecha
La nueva denuncia se centra en contratos de 'leasing' sospechosos y abre una nueva vía penal en el colapso del histórico concesionario motero en Barcelona
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La crisis en la mítica flagship nacional de Harley Davidson en Barcelona suma un nuevo capítulo en los despachos de la Ciudad de la Justicia. Toni Solano, el empresario catalán que heredó la principal tienda del país, fue llamado a declarar como investigado después de que una entidad bancaria lo denunciara hace meses en relación con la presunta financiación fraudulenta de unas motocicletas.
Según fuentes conocedoras del caso, la entidad financiera lo denunció en calidad de administrador del concesionario Harley BCN, después de detectar posibles irregularidades en el leasing de varias motos. Con este litigio, el banco que aceptó la financiación busca esclarecer la contratación y el uso que se dio a dichos vehículos.
Sin embargo, no es la primera vez que Solano declara ante un juez. Hace meses que el Juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona investiga el colapso de la primera franquicia de la multinacional motera en España. Un negocio que bajó su persiana en junio de 2024, arruinado y dejando a centenares de clientes colgados.
Dinámica de impagos desde 2022
Las cosas en Harley BCN hacía años que no funcionaban. Toni Solano confió en dos prestamistas italianos para remontar el negocio y según su defensa, ejercida por la abogada Marta Masip, terminó siendo una víctima más de los nuevos gestores del negocio.
Estos directivos serían dos hermanos italianos del sector del prestamismo, que tomaron el control como inversores después de que el joven heredara el comercio de su padre.

La Harley Davidson decana de España, cerrada
La entrada del dúo italiano no hizo que las cosas mejoraran, y desde 2022 el concesionario de Barcelona comenzó a impagar a sus clientes. Con el cierre definitivo del negocio, decenas de compradores se quedaron con motos pagadas o prepagadas, pero sin su vehículo. Una situación que, desde hace meses, es objeto de investigación por parte del juez de instrucción 27 de Barcelona por presunta estafa.
El dúo italiano, citado a declarar
De hecho, estos hermanos italianos también han sido citados a declarar delante del juez por esta subtrama relacionada con la financiación de varias motocicletas. El juez tomó esta decisión después de escuchar la versión de Toni Solano, creyendo oportuno que los inversores extranjeros también debían responder ante la justicia en calidad de investigados.
Su encuentro con el juez está previsto para junio de 2025, después de que la primera citación se suspendiera por un error de procedimiento. Fuentes conocedoras del caso aseguran a esta redacción que los hermanos, actualmente, "se encuentran en Dubai, pero a plena disposición de la justicia española".
Y no es para menos. En especial, después de que los Mossos d'Esquadra intentaran vincular la caída de Harley Davidson en Barcelona con el tráfico de marihuana. Los registros de la policía catalana en el concesionario flagship en la zona alta de la Ciudad Condal, que avanzó Crónica Global, buscaban probar que tras el saqueo de la marca motera se ocultaba dinero procedente de la droga.
Por el momento, sin embargo, no lo han conseguido probar. Aún así, la instrucción por el cierre del negocio sigue en pie y los investigadores trabajan para esclarecer los motivos que condujeron a Toni Solano a la irreversible decisión de cerrar el concesionario.
La sospechas de los Mossos
En cuanto a la presunta relación con el tráfico de estupefacientes, los Mossos convencieron al juez de que el dinero de la droga estaba detrás del trompazo del negocio. Una sospecha que, por ahora, no se ha podido probar.

El registro de los Mossos d'Esquadra en Harley BCN el pasado mes de noviembre
Durante el exhaustivo registro a Harley BCN, otro concesionario de vehículos y las viviendas de los dos directivos transalpinos, el 6 de noviembre, los agentes "tan sólo" pudieron incautar 11 motocicletas. De la droga, ni rastro.
Esta vinculación con la droga llegó al conocer que uno de los dos empresarios italianos vinculados a Harley BCN había sido investigado en una causa anterior por una plantación de granja en el Maresme. La causa por salud pública, aún viva en un juzgado de Arenys de Mar, implicó al hombre porque vendió una nave industrial a otra persona que, a la postre, la alquiló para el cultivo de cannabis.
Sin embargo, el directivo consiguió probar que no tenía nada que ver. Él había intermediado en la compra de la nave, cobrando su comisión, pero desconocía el fin último del activo. Lo pudo acreditar ante el juez, por lo que el magistrado sobreseyó la acusación contra él.
Acusaciones cruzadas
Por su parte, los financieros transalpinos rechazan toda esta historia: tanto la tesis de la marihuana como la de presunta estafa. Detallan que aportaron una póliza de crédito de un banco catalán a Harley BCN, pero que Solano la impagó. Aducen que las ventas fraudulentas las hizo el benjamín, y que ellos apenas sostuvieron una empresa en problemas. Lo hicieron por medio de una póliza que avaló un familiar de ellos, al que ahora la banca perseguiría.
En el otro extremo, Toni Solano, cuyo entorno asegura que él es una víctima más de los dos empresarios italianos que le aportaron financiación.

Una imagen de Harley Davidson Barcelona, ahora cerrada
Las víctimas reales: los clientes
En este magma empresarial, cabe tener presente que hay al menos una docena de clientes afectados. Entregaron sus motos Harley al punto de venta-taller para que las vendieran de segunda mano, pero jamás recibieron el dinero. Uno de ellos denunció ya en 2022, como avanzó Crónica Global.
Esta antigüedad de las anomalías ha puesto la diana sobre la multinacional y su política de franquicias: cada una opera de forma absolutamente independiente, sin vinculación. Si cae una tienda, ni las otras ni la matriz se hacen responsables de nada.