Boi Ruiz, Mas-Colell y Pere Mir, en el centro Cellex
El juzgado estima en 6,2 millones las pérdidas por la mala gestión del legado de Pere Mir
La jueza instructora reprocha a los albaceas no haber cumplido debidamente sus funciones, omitiendo bienes valiosos y beneficiándose personalmente
Contenido relacionado: Los Mossos d'Esquadra detienen a Jordi Segarra y Josep Tabernero por el desfalco de las fundaciones Cellex y Mir Puig
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La jueza de Instrucción 12 de Barcelona, Myriam Linage, que investiga la presunta descapitalización de las fundaciones Cellex y Mir Puig, ha valorado en 6,2 millones de euros el perjuicio ocasionado por la mala gestión de los albaceas testamentarios del empresario y mecenas Pere Mir.
A pesar de que el informe de desfalco presentado por Àngel Surroca, quien fue la mano derecha de Mir durante décadas, lo cifra en casi 60 millones, por ahora la investigación judicial encuentra indicios suficientes para creer que existe una gestión irregular, pero de menor magnitud.
De la cantidad estimada, unos 2,2 millones corresponderían a la Fundación Privada Cellex, impulsada en 2003 por el propio Mir con el objetivo de apoyar la investigación científica, según una información adelantada por El Periódico.
Administración desleal y apropiación indebida
Según la magistrada, las personas investigadas habrían actuado persiguiendo beneficios propios o de terceros, reteniendo o desviando recursos que deberían haber sido entregados a las fundaciones.
Los principales investigados por estos hechos son Jordi Segarra Pijuan, estrecho colaborador de Pere Mir y la persona que se quedó como patrono de ambas entidades; Josep Tabernero, responsable del área de Oncología Médica del Hospital Vall d’Hebron; y el abogado Juan Francisco Capellas. Se les atribuyen posibles delitos de administración desleal y apropiación indebida.
El empresario y mecenas Pere Mir
Los investigados lo niegan
Los implicados niegan las acusaciones y aseguran haber respetado en todo momento los deseos del empresario. Desde la Fundación Cellex defienden que entre 2014 y 2023 se destinaron más de 72 millones de euros, procedentes de la red de mecenazgo de Mir, a iniciativas científicas, calificando su gestión como positiva y productiva.
Por su parte, el jefe del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron envió una carta interna para desvincularse de estos hechos y, a pesar de reconocer que se trata de uno de los investigados, quiso alejar su participación, asegurando que ya no forma parte de las fundaciones.
Segarra, en el centro de la diana
La investigación, encabezada por la Unidad Antiblanqueo de los Mossos d’Esquadra, apunta principalmente a Segarra, quien podría haberse beneficiado personalmente de casi 288.000 euros.
En concreto, según el citado medio, se le vinculan transferencias desde cuentas empresariales hacia la suya propia, presuntamente justificadas como anticipos de sueldo, así como la concesión de préstamos en condiciones muy favorables y disposiciones en efectivo desde la cuenta de la viuda del empresario, incluso después de su fallecimiento.
De hecho, tal y como adelantó este medio, Segarra está en la cúspide de todo el embrollo empresarial que alimenta las fundaciones, aunque con una estructura poco transparente con sociedades en Suiza, Panamá o el Reino Unido.
La casa de La Pleta
En cuanto a Tabernero, se le señala por haber recibido una vivienda y plazas de aparcamiento en la urbanización La Pleta de Baqueira-Beret. Un inmueble que fue propiedad del mecenas y que pasó en manos de las sociedades que gestiona Segarra tras su muerte.
Las casas de La Pleta de Baqueira CARLOS SEGURA
Estos activos, según la jueza, debían haberse destinado a la fundación y no a particulares. Personas próximas a Tabernero sostienen que esas donaciones se realizaron por expresa voluntad de Pere Mir, quien se lo habría manifestado en vida; sin embargo, la fecha de la donación es posterior.
Los albaceas no cumplieron
Todos estos movimientos sugieren a los investigadores que los tres investigados confabularon para causar un importante deterioro financiero en las entidades implicadas, reduciendo considerablemente el patrimonio disponible que debía beneficiar a las fundaciones Cellex y Mir Puig. Además, no se descarta que existan activos ocultos en el extranjero.
La jueza, por su parte, reprocha a los albaceas no haber cumplido debidamente con sus funciones, omitiendo bienes valiosos y beneficiándose personalmente o favoreciendo a terceros.
La denuncia inicial
Cabe recordar que fue Àngel Surroca, mano derecha de Pere Mir durante décadas, quien alzó la voz para denunciar la presunta descapitalización de las fundaciones del difunto mecenas.
Fue en 2023 cuando Surroca presentó una denuncia ante el Servicio de Supervisión y Protectorado de Fundaciones, dependiente del departamento de Justicia, en la que acusaba a los actuales gestores de un presunto expolio del patrimonio de Pedro Mir.
A raíz de esta denuncia, la juez de instrucción 12 de Barcelona abrió diligencias ante los indicios de una mala praxis en el seno de ambas entidades. Primero, Myriam Linage acordó la destitución del patronato conjunto, y, meses después, ordenó las entradas y registros en los inmuebles de los investigados.
De este modo, ahora es el Departamento de Justicia de la Generalitat el que, por orden judicial, ha tomado el control de Cellex y Mir Puig, así como de cuatro sociedades vinculadas a ellas.
