
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la junta general de accionistas del Banco Sabadell, a 20 de marzo EUROPA PRESS
La Competencia catalana bendice las duras condiciones del Gobierno a la OPA del BBVA: "Son razonables"
Roger Loppacher (ACCO) celebra que la Moncloa obligue a mantener por separado durante al menos tres años la gestión de ambos bancos, por considerar que habrá "más equilibrio" y se protegerá el "interés general"
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La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) respalda las duras condiciones impuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez a la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell. Su presidente, Roger Loppacher, considera que “son razonables” y necesarias para mitigar el riesgo de excesiva concentración bancaria en Cataluña.
El presidente de la entidad que ha emitido dos informes en contra de la operación --y tiene en marcha otro más-- ha advertido de que, si esta prospera, Cataluña se situaría “en el nivel de concentración bancaria más elevado de Europa”. La posible fusión crearía un "duopolio" en el que la entidad resultante, junto a CaixaBank, concentraría el 74% de las oficinas bancarias en la comunidad, ha destacado.
Autonomía del Sabadell
Por ello, ve con buenos ojos las condiciones adicionales establecidas por el Consejo de Ministros, que obliga al BBVA y al Sabadell a mantener sus gestiones por separado al menos durante tres años tras la OPA.
Esta separación afectará a ámbitos clave como la financiación, la gestión del crédito, la red de oficinas y los recursos humanos, impidiendo además despidos vinculados a la operación en ese periodo. La Moncloa, además, se reserva el derecho a extender las restricciones dos años más.

Josep Oliu, presidente del Sabadell
Rechazo a las condiciones de la CNMC
“Son unas condiciones razonables, que responden al interés general”, ha insistido Loppacher este domingo en una entrevista en TV3, tras recordar que ya cuando la CNMC avaló la operación con ciertos compromisos, la ACCO los consideró “insuficientes” por su carácter meramente “temporal y de comportamiento, no estructurales”.
Entonces, el organismo catalán alertó del riesgo para la competencia en particulares, pymes y autónomos, la exclusión financiera en zonas rurales y el posible empeoramiento de las condiciones para acceder a crédito y servicios como cajeros.
Preguntado sobre si el endurecimiento de las condiciones podría llevar al BBVA a desistir, Loppacher ha señalado que “es difícil predecirlo”, pero que el esquema impuesto por el Gobierno "permite garantizar un equilibrio durante estos tres años y que la concentración no sea tan elevada”.
Decisión del BBVA
El futuro de la operación pende ahora de la decisión que adopte el consejo de administración del BBVA, que podría reunirse en los próximos días para valorar si mantiene la oferta o si recurre incluso al Tribunal Supremo la imposición del Gobierno.
El banco que preside Carlos Torres diseñó inicialmente la integración con el Sabadell para lograr sinergias por unos 850 millones —450 millones en tecnología, 300 en personal y 100 en costes financieros—, una cifra imposible de alcanzar con las nuevas exigencias que impiden fusionar estructuras.

El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante una presentación de resultados / EP
No obstante, el BBVA baraja la opción de mantener al Sabadell como filial, similar a la relación que tuvo el Santander con Banesto durante dos décadas, lo que también aportaría ciertas ventajas fiscales dado el impuesto extraordinario a la banca. El escenario complica, en cualquier caso, el atractivo financiero de la operación.
El papel de Europa
El presidente de la Competencia catalana también ha puesto el foco en la posición de la Comisión Europea, a la que considera más proclive a las fusiones transfronterizas que a operaciones domésticas como la del BBVA sobre el Sabadell.
La OPA entra así en una semana clave, en la que el BBVA deberá aclarar si sigue adelante y ajusta sus previsiones, mientras el Sabadell ultima su propio plan estratégico para defender su independencia.
Mientras el proceso avanza, la ACCO ya prepara un nuevo informe sobre el mapa bancario catalán, a petición del Parlament, que verá la luz después del verano. “Analizaremos de nuevo la concentración bancaria en Cataluña”, ha avanzado Loppacher.