El presidente del Sabadell, Josep Oliu (dcha.), y el consejero delegado, César González-Bueno, con la histórica sede del banco de fondo, durante la junta general de accionistas de 2025 / EP

El presidente del Sabadell, Josep Oliu (dcha.), y el consejero delegado, César González-Bueno, con la histórica sede del banco de fondo, durante la junta general de accionistas de 2025 / EP

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El Sabadell reforzará más su capital tras la venta del TSB y el superdividendo de 2.500 millones

La desinversión en Reino Unido permitirá a la entidad catalana estimular aún más a sus socios para que rechacen la OPA hostil del BBVA sin que afecte a la solvencia del banco 

Más información: El Sabadell rompe los esquemas de la OPA: repartirá 3.800 millones de dividendos este año

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La venta por parte del Banco Sabadell de TSB, su filial en Reino Unido, y el dividendo extraordinario que los ingresos por la operación permitirá pagar a los socios van más allá de la estrategia diseñada por el banco catalán para defenderse de la OPA hostil del BBVA. Suponen la conjunción de objetivos como aprovechar una oportunidad de mercado inmejorable, marcar el punto de partida de una nueva etapa centrada en España y, además, poder reforzar aún más el capital del banco.

Lejos de ser una acción a la desesperada, en busca de hacer descarrilar a cualquier precio y sin mirar hacia el futuro la OPA, el Sabadell como entidad también sale reforzada de la operación.

Pese a lo que pudiera parecer por el grueso de las cifras, la maniobra no sólo no deriva en una descapitalización del Sabadell sino que generará un efecto contrario. Los cálculos del banco apuntan a que una vez cerrada la venta del TSB y descontado el efecto del dividendo extraordinario, el capital de la entidad se situará en el entorno del 13,5%, en términos de la ratio CET1 fully loaded.

Una cifra que supone un incremento de 20 puntos básicos en relación con la referencia de los últimos resultados publicados por el banco que preside Josep Oliu, correspondientes al primer trimestre de 2025. 

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la junta general de accionistas del Banco Sabadell, a 20 de marzo

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la junta general de accionistas del Banco Sabadell, a 20 de marzo David Zorrakino EUROPA PRESS

La venta del TSB permitirá al Sabadell generar suficiente capital para poder mantener su política de fijar en el 13% el límite a partir del cual repartir el excedente entre sus socios. Es decir, hará posible seguir actuando bajo criterios de prudencia.

Los accionistas del Sabadell están en el foco de esta maniobra, llamada a tener incluso más peso en el desenlace de la OPA que las condiciones impuestas por el Consejo de Ministros al proceso de concentración.

Poco después de que este martes el consejo de administración del banco diera luz verde a aceptar la oferta del Santander por el TSB, el Banco Sabadell anunció a bombo y platillo la consecuencia directa más relevante de esta operación: un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros, pagadero al cierre completo de la transacción, previsto para el primer trimestre de 2026

Además de ser un hito histórico, este pago se une al ya anunciado de 1.300 millones con cargo a los resultados de 2025. Como resultante, un total de 3.800 millones este año para repartir entre los accionistas… siempre y cuando no acudan a la oferta del BBVA.

A buenas con el BCE

Las métricas también hacen posible que el Banco Sabadell defienda esta maniobra ante la mirada siempre amenazante del Banco Central Europeo (BCE), con vistas a que el regulador dé su plácet a la distribución del dividendo.

La entidad con sede en Frankfurt ha lanzado en los últimos meses repetidos mensajes a los bancos de la zona euros acerca de la prioridad que debe representar el refuerzo de sus capitales y la cautela con la que deben actuar a la hora de distribuir dividendos.

Ana Botín, presidenta de Banco Santander, durante la presentación de resultados / EP

Ana Botín, presidenta de Banco Santander, durante la presentación de resultados / EP

En este caso, el Sabadell ha conseguido cuadrar la operación de forma que sus objetivos no comprometieran su capital y que el BCE, que además es un fiel defensor de la OPA del BBVA, no se viera desafiado. 

Para ello, la entidad catalana ha encontrado un entorno adecuado, con un creciente interés por el mercado británico. Y además, con la estrategia de crecimiento en Reino Unido del Santander, pese a los rumores surgidos a primeros de año sobre una hipotética intención de abandonar el mercado británico.

La combinación de estos factores ha derivado en un precio final por encima de los 3.000 millones de euros, que marca una considerable diferencia con la valoración de TSB en los libros del Sabadell. Y, por ende, plusvalías más elevadas de lo esperado; es decir, más generación de capital.

También por encima de la maniobra defensiva, la operación dará paso a la nueva etapa que marcará el plan estratégico a tres años que el Sabadell presentará a los mercados el próximo 24 de julio. 

Como adelanto de la hoja de ruta, el banco ha explicado que la venta de su negocio en Reino Unido, que fue adquirido en 2015, permitirá centrarse exclusivamente en el mercado español, en el que considera que cuenta con un amplio margen de crecimiento. 

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno David Zorrakino - Europa Press

En este punto, el nombre del Banco Sabadell ha aparecido numerosas veces en las cábalas sobre futuras operaciones de consolidación en el sector. Especialmente, en el caso de Unicaja Banco, aunque el banco catalán ha negado reiteradamente haber estudiado operación alguna. 

Eso sí, su consejero delegado, César González-Bueno, sí admitió tras la junta general de accionistas del pasado marzo que alguna de estas operaciones con bancos de menor tamaño sí podrían convertirse en objetivo de la entidad, aunque en ningún caso a corto plazo.