Ivan Morales: "Si hemos de ocultar nuestra fragilidad para avanzar y ser productivos cada vez habrá menos tiempo para encontrarnos con quién somos"

Ivan Morales comenzó su carrera como actor y ahora, como muchos de su generación (Clara Segura, Julio Manrique…) ha dado el salto a la dirección. Especialmente de teatro, aunque el sueño de dirigir cine siempre estuvo ahí, reconoce. Bien, ya lo ha conseguido.

Tras arrasar en el teatro con sus obras, especialmente con El dia del Watusi, este catalán ha vuelto a sus orígenes para mirar al futuro. Ha rescatado la obra que le dio a conocer como director de escena y dramaturgo en 2010, Esmorza amb mi, para trasladarla a 2025 y convertirla en película.

El resultado no ha podido ser mejor. Con esta ópera prima se ha alzado ya con el premio mejor película española en la sección ZonaZine del Festival de Málaga y el premio del público en la misma sección. Asimismo, en el certamen, dos de sus protagonistas, Anna Alarcón e Ivan Massagué se llevaron los premios de mejor actriz y mejor actor, respectivamente. Un éxito que ahora esperan repetir en su estreno en salas.

Crónica Global habla con Morales, Massagué y Oriol Pla, que tiene un pequeño papel, para desgranar los detalles de este salto a la gran pantalla y desgranar los secretos que llevaron al film a seducir en los diversos festivales por donde ha pasado.

El equipo de 'Esmorza amb mi': Ivan Morales, Álvaro Cervantes, Anna Alarcón, Marina Salas, Oriol Pla e Ivan Massagué GALA ESPÍN Barcelona

¿Cuándo decidió que la obra de teatro podía ser una película?

Ivan Morales (I): Roger Torres vino a ver la obra de teatro y me dijo si había pensado en hacer una peli. Y resulta que sí, resulta que yo tenía un guion de hace mucho tiempo con esa idea. Y él se convirtió en uno de los productores.

¿Y cómo fue la adaptación?

I: La idea era no hacer una traslación al uso del escenario a la pantalla. Y lo atacamos desde el trabajo de guion para que fuera una obra puramente cinematográfica, aunque tuviera los monólogos que había en la obra.

Por otro lado, queríamos hacer una película que fuera del 2025. Hablar del desamor y de cómo estos personajes conectan haciendo un viaje desde la incomunicación y la alienación en la que se encuentran. Que no parezca que estás viendo algo de 2010, que es cuando se escribió la obra.

El director de cine y teatro Ivan Morales GALA ESPÍN Barcelona

¿Cómo se traduce este cambio en el desamor de 2010 a 2025?

I: Buscando en los personajes y creando nuevos. El personaje de Oriol [Pla] no aparecía en la obra de teatro y aquí que sirve para explicar un poco la nueva trama del personaje de Álvaro Cervantes.

Omar en teatro era un hombre de más de 50 años que venía del punk y tenía el rollo de la Barcelona manuchagüera y el de ahora viene del trap, de la Barcelona de la purepunk. Y así aparece el personaje de Oriol, para quien siempre quise escribir el personaje de un príncipe y, lo hice. Pero en el 2025 un príncipe tiene el aspecto de C. Tangana.

¿Así se lo presentó Oriol?

Oriol (O): Sí. Me lo comentó, vio la oportunidad y cuando llegué al plató ya gritaban "qué viene el príncipe".

El actor Oriol Pla GALA ESPÍN Barcelona

¿Lo definiría así? ¿Sí? Porque también aparece como un ángel.

O: Bueno, sí. Es como una especie de Hermes, pero mefistotélico. Genera misterio, desconfianza. Pero si es un príncipe, es Maquiavelo. En cualquier caso, los personajes masculinos parece que aquí se adaptan más a esas relaciones tradicionales, mientras ellas ya están en otra cosa.

Iván Massagué (M): Bueno, pero mi personaje, Salva, tiene un demonio dentro, porque cree estar en el camino correcto. Omar es la tecla de la herida. En cualquier caso, es un personaje tocado por el desamor, pero el desamor también te lleva a enamorarte si tienes la capacidad y paciencia de tirar hacia adelante.

I: Yo no lo hice intencionadamente. Sí es cierto que el personaje de Iván tiene unos valores muy tradicionales. También porque, cuando todo es tan inestable, y además siendo un tío como él, que viene de estar en el otro lado de la ley, que ha engañado mucho y está muy solo, porque no tiene relaciones efectivas profundas, de confianza, supongo que trata de aferrarse a la parte de la pareja tradicional, porque fuera de eso todo es caos.

En el caso de Salva sí necesita enamorarse, pero porque necesita esperanza. Que ese es el tema troncal, la desilusión, el desamor y la desesperanza.

Natalia (Anna Alarcón) sí le ha dado la vuelta a todo y ha visto que la relación tradicional no es lo suyo. Pero que Carlota (Marina Salas) también es una tía muy tradicional, en el fondo, el personaje de Carlota. Como mínimo tiene una voluntad de ser muy tradicional.

El actor Iván Massagué GALA ESPÍN Barcelona

Lo que sí está claro es que los cuatro son personajes completamente rotos y con falta de asideros. ¿Es cuestión de esta realidad de 2025?

I: Hay muchos factores que hacen que vivamos con tanta incerteza como vivimos. Evidentemente, hay una cuestión que es la precariedad económica, que es transversal en la película. Pero hay muchas otras cosas que hacen que los personajes tengan la sensación de estar sobre un suelo a punto de desprenderse.

Y si bien son personajes rotos en circunstancias bigger than life, todos hemos tenido momentos en la vida en los que nos podemos identificar con cualquiera de los cuatro personajes de la película, o incluso con Magma. Y para mí, la gracia de la peli es ir al al cine y compartir con otros esta soledad y darse cuenta de que, en realidad, no están solos.

Entrevista con Oriol Pla (i), Ivan Morales (c) e Ivan Massagué (d) por 'Esmorza amb mi' GALA ESPÍN Barcelona

Pero aun así, parece que, como dice y sucede en la película, no nos damos tiempos de quedarnos a desayunar con el otro.

M: Sí, absolutamente. Hay una simbología. Desayunar puede ser un acto muy banal o no, que tengas impedimentos varios.

I: Hay muchos impedimentos. Puede ser algo tan real como que hayas de ir a trabajar o llevar a tu hijo al colegio o que tu vida esté muy centrada en la supervivencia, porque no tienes otra opción. Y luego hay otro motivo para no desayunar, como la desconfianza o la fragilidad que le impiden esta desconexión.

Lo que está claro es que, y eso sí que es muy 2025, es que si la fragilidad, la vulnerabilidad o el desamor son emociones que parece que tengamos que ocultar tenerlas en un cajón bajo llave para avanzar, ser productivos y poder consumir y seguir adelante con la rueda, pues claro, cada vez habrá menos tiempo para encontrarnos de verdad con quién somos y conectar con otra persona, porque si no hay herida no hay espacio para que salga la luz.

Entrevista con Ivan Morales GALA ESPÍN Barcelona

¿Comparte entonces lo que dice un personaje, que para enfrentarse el desamor se tiene que ser adulto?

I: A ver, hemos de dar espacio a nuestro niño y donde la empatía esté por encima de la desconfianza. Pero sí que es cierto que, para podernos encontrar cara a cara, quizás tenemos que dejar de ser niños demandantes y mirarnos un poco más de adulto a adulto.

Y el personaje de Salva, es de los más demandantes de todos, ¿no?

M: Sí, claro, él quiere sanar y lo intenta todo.

Entrevista con Ivan Massagué GALA ESPÍN Barcelona

Hasta el exceso a veces.

M: ¿Sí? Pobrecillo. (Ríe) Pero es un ejercicio de honestidad. Él quiere ser honesto, y en un mundo como el de ahora donde es tan difícil tener un discurso y ser uno mismo, creo que es un acto de valentía de la hostia.

I: Bueno, Salva tiene mucha culpa y quiere salvar al mundo y compensar lo que ha hecho. Y en el otro extremo…

O: Están los ganadores (ríen).

M: Pero que luego pueden acabar en el mismo punto.

I: Pero fíjate que el triunfador de la peli es él.

O: Desde el punto de vista capitalista.

I: Es cierto que el personaje de Magma es el que todos envidiarían, pero en realidad es el más sociópata.

De hecho, huye de los problemas

O: En general. Tiene urticaria emocional. Piensa que es una pena la situación de Omar y se va, lo deja ahí.

I: Yo prefiero tener un Salva, un pesado como Omar que un Magma.

Entrevista con Ivan Massagué (i), Ivan Morales (c) y Oriol Pla (d) GALA ESPÍN Barcelona

En cualquier caso, su película, con estos personajes tan poliédricos, parecen demostrar una nueva y esperanzadora construcción y desarrollo de los personajes. Es decir, de un tiempo a esta parte, y películas como la suya o 'Casa en flames' son un claro ejemplo, el cine nos presenta a unos protagonistas y secundarios con los que cuesta empatizar del todo, porque los odias y los amas a la vez. ¿Está cambiando algo?

O: Bueno, y apostemos por ellos. Los personajes muy polarizados, a no ser que sirvan por una cuestión de género, pueden llegar a generar un discurso muy polarizado y muy facha, que dicta eso es lo bueno y eso es lo malo.

La película que narrativamente facilita una lectura determinada es justamente para generar un producto de fácil consumo sin pensar mucho. El cine y la arte en sí surgen como pregunta, no como respuesta. Todo lo que lleva hacia allí, hacia lo poliédrico, son las cosas que realmente nos gusta explorar y por eso nos gusta.

Este juego, esta danza dota de complejidad a las películas va a dar contra lo que es una narración imperante que se da por una educación generada también a nivel de plataforma, de contenido y de mercantilización de la audiovisual. Por eso a nosotros nos encanta cuando los personajes son así.

I: En cualquier caso, y a pesar de esta mercantilización, el relato general que nosotros, los creadores, queremos hacer quiere iluminar el ánimo de la gente. Pero así pasa desde la mitología antigua, queremos que las historias conecten con la esencia humana. Y para ello queremos grises.

En nuestro caso, en nuestra peli, hay una cosa clarísima: me encantaría que el público al terminar de ver Esmorza amb mi sintiese que ha hecho cuatro amigos nuevos y que tienen su lugar en su mapa emocional. Y sabemos que los amigos de verdad no son perfectos, tienen defectos, son insoportables y a veces llega un punto que dices “te amo porque eres mi amigo, pero si no fuese mi amigo te daría una patada”. Pero eso es la esencia de la amistad y de las relaciones humanas.