El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la diputada de la CUP, Laia Estrada

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la diputada de la CUP, Laia Estrada FOTOMONTAJE CG

Política

El fracaso del independentismo fuerza a la CUP a abandonar su política del ‘no’ y negociar con Illa

Los anticapitalistas levantan el veto al PSC y negocian con el Govern cuestiones relacionadas con la vivienda, como la regulación del alquiler de temporada

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Tendremos el PSC más de derechas y más españolista de la historia”. Así describió la CUP la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat. Lo cierto es que en el pleno de investidura, los anticapitalistas criticaron a diestro y siniestro, cargando contra la posición de los Comuns y ERC de negociar y pactar con los socialistas. “Un acuerdo de mínimos: ni suficientemente independentista ni suficientemente de izquierdas”, decían.

Pero lo cierto es que Cataluña vive un cambio de etapa marcado por la llegada de un presidente socialista 14 años después. Con el independentismo tocando fondo, el nuevo escenario político ha obligado a los partidos independentistas a virar hacia estrategiasmás posibilistas, con acuerdos puntuales. Una posición a la que se abre ahora la CUP tras romper el veto al Govern de Illa.

“La independencia, que dominaba la narrativa política hace unos años, ha cedido terreno a otras cuestiones más urgentes, lo que ha hecho que los actores políticos deban redefinir sus posiciones y estrategias”, explica a Crónica Global la politóloga Laia Márquez.

Crisis habitacional

Además del fracaso independentista, la emergencia habitacional también ha influido en este cambio de estrategia. “Este giro hacia cuestiones más sociales, y especialmente hacia la vivienda, ofrece a la CUP una oportunidad de cambiar su discurso y de posicionarse como un actor activo para encontrar soluciones”, detalla Márquez.

El pasado sábado se manifestaron en Barcelona más de 10.000 personas, y en noviembre lo hicieron 22.000, siendo una de las movilizaciones sobre vivienda más multitudinarias de los últimos años.

Manifestación contra el precio de los alquileres en Barcelona

Manifestación contra el precio de los alquileres en Barcelona David Oller - Europa Press

La crisis de la vivienda es una de las principales preocupaciones de los catalanes y puede ser un punto de unión. “En las movilizaciones hay gente que puede ser simpatizante de la CUP, pero también del PSC. Hay personas de diferentes ideologías porque es un problema común”, asegura la politóloga.

Irrelevancia política

El papel de los cupaires en el tablero político tiene poco impacto. Los anticapitalistas perdieron cinco diputados en las últimas elecciones al Parlament, quedándose con sólo cuatro. Tampoco tienen representación en el Congreso de los Diputados.

Con la pérdida de la mayoría independentista, la CUP quiere pasar del ‘no’ a todo a ser una herramienta, si no útil, con la que se pueda negociar. 

Reconfiguración del partido

La predisposición de la CUP a abrirse a negociar con el PSC tiene sus orígenes en el Procés de Garbí, el cual brindó a los anticapitalistas la oportunidad de recomponerse después de las últimas derrotas electorales.

En el congreso se apostó por tejer “alianzas específicas” con partidos como ERC y los Comuns en relación con políticas sociales, e incluso con Junts en lo relacionado con el aspecto independentista. Sin embargo, se mantuvieron firmes con el PSC.

“Tenemos que volver a estar insertados en la sociedad, que vean que la militancia política y el activismo tienen un sentido político”, defendieron los antisistema.