Coches en una carretera

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Política

La Generalitat colocará seis nuevos radares para reducir la siniestralidad

Se instalarán en las carreteras con un elevado índice de concentración de accidentes

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La Generalitat colocará seis nuevos radares móviles en las carreteras catalanas con más siniestralidad. El objetivo es reducir en un 20% la mortalidad por accidentes de tráfico en las vías interurbanas. Se ha firmado un contrato de más de dos millones de euros, divididos en partes similares para 2025 y 2026, para que el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) adquiera estos radares y desarrolle una gestión centralizada de las infracciones.

Según ha explicado la portavoz Sílvia Paneque en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu de este martes, se sumarán a los cuatro radares que ya están en funcionamiento desde el pasado diciembre. Concretamente, se colocarán en aquellas carreteras donde se ha detecado una elevada concentración de accidentes y donde el índice de velocidad es "excesivo".

Serán carrorradares

Se trata de carrorradares, una nueva generación de radares fijos que se pueden desplazar a distintos tramos de las carreteras para dejarlos instalados varios días. Los carrorradares son cinemómetros que usan tecnología láser, por lo que pueden desarrollar un seguimiento dinámico del vehículo durante unos metros y determinar su velocidad, sea cual sea el carril.

Asimismo, estos radares en remolque trabajan con conexión a internet, lo que permite gestionar de forma inmediata el expediente correspondiente a la infracción y posibilita a la vez que no sea necesaria la presencia de un agente de tráfico.

Accidentes en la AP-7

Una de las principales carreteras que más accidentes registra es la AP-7. Ya son siete los conductores o pasajeros que han perdido la vida en esta autopista hasta mayo de este año, uno más que en todo el año pasado.

A finales de mayo de 2024, la cantidad de fallecidos se situó en 48, por lo que el aumento un año después es notable. Pero lo es, sobre todo, en la AP-7, uno de los grandes quebraderos de cabeza de Trànsit.

El fin de los peajes supuso un punto de inflexión para la AP-7. En muchos aspectos. Aumentó el tráfico y también la mortalidad. En el primer año sin barreras (2021-22), se registraron 25 fallecidos.