
Plan Arro, contra disturbios Mossos d'Esquadra, Mataró tras las ocupaciones Mataró
Mataró se blinda para evitar una cuarta batalla campal en sus calles
Los Mossos d’Esquadra detuvieron hace una semana a una persona que intentó okupar un inmueble en el barrio de Cerdanyola: su entorno la emprendió contra la policía, que se ha reforzado
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Mataró vive sus días más tensos de los últimos tiempos. El barrio de Cerdanyola es ahora mismo el epicentro de la violencia en Cataluña. Hace una semana, los Mossos d’Esquadra evitaron una okupación en la calle Valencia, y detuvieron a la persona responsable. Esto inició una serie de batallas campales en la zona, iniciadas por el entorno del detenido, dando paso a tres noches de altercados que hasta el momento se han saldado con nueve detenciones.
La última noche violenta hasta el momento se produjo este martes. Ayer, Crónica Global visitó la zona. Y ha encontrado un barrio totalmente blindado. Furgones de los Mossos d’Esquadra aparcados, agentes en guardia, coches patrullando, y el apoyo de agentes de Seguridad Ciudadana y la ARRO.
Sobre las seis de la tarde, la calle de Valencia ofrecía una calma tensa. Los camareros servían bebidas, los peluqueros cortaban el cabello a sus clientes, y los cocineros se preparaban para su turno de noche en los restaurantes. Tregua tras la quema de contenedores y el lanzamiento de objetos a agentes. Tregua entre la muchedumbre policial.

Un contenedor quemado en Mataró Mataró
Los vecinos adultos de la zona tenían pocas ganas de abrirse y explicar sus sentimientos. Alegaban no saber nada o no querer decir nada. Respuestas cortantes para quitarse un marrón de encima. Negativas que daban antes de ni siquiera acabar de escuchar las preguntas.
Vecinos de Mataró, indignados ante la violencia reciente
Excepto Carmen. Esta mujer, residente en el barrio desde hace 50 años, lamenta que por las noches se está encerrando en su casa para evitar confrontar la violencia en las calles. Carmen reclama soluciones a los jueces, porque "no se puede vivir así". Acababa de hacer unas compras en la verdulería del paseo de Ramon Berenguer III, donde la madrugada del martes al miércoles ardieron contenedores.
Otro vecino indignado es Rashid. Este hombre se mudó a Mataró hace dos meses con su familia. Y es precisamente su familia lo que más le preocupa ante esta situación extrema. Atendió a Crónica Global sentado en un banco de la plaza Onze de Setembre, justo donde unas 60 personas se enfrentaron a la policía hace apenas tres días. Mientras su hijo jugaba a fútbol, Rashid reconoce que él pondría incluso más agentes de policía.

Rashid, junto a su hijo en la plaza Onze de Setembre de Mataró Mataró
La rebeldía de adolescentes contra la policía
La indignación adulta mataronense contrasta con la rebeldía juvenil. En la calle de Valencia también hablamos con un par de amigos de 14 años. Ser un adolescente en este barrio suele significar haber tenido un contacto prematuro con la policía. Y Mohammed cumple con el perfil.
Tras mostrar una herida provocada presuntamente por un agente en una de las trifulcas recientes, cuenta que ya está acostumbrado a vivir rodeado de policías. Pero no esconde su deseo: "Ojalá se vayan de aquí".

La herida de Mohammed Mataró
La criminalidad en Mataró
Para resolver el presente y construir un futuro mejor en Mataró, las opiniones sobre cómo lograrlo son diversas. Sin embargo, las cifras dejan poco margen para el debate. En los últimos cinco años, las infracciones penales han aumentado un 21%, según datos del Ministerio del Interior.
Sólo el año pasado se denunciaron 9.321 delitos. Con una tasa de 71 delitos por cada 1.000 habitantes, Mataró supera a otras grandes ciudades catalanas como Badalona (66), Sabadell (48) y Terrassa (43).