
Ciudad de la Justicia
Homicidio imprudente o legítima defensa: las claves del juicio por la muerte del taxista Carlos Ríos en Barcelona
Los hechos se remontan al 2 de noviembre de 2023, cuando alrededor de las 22:00 horas se produjo un altercado de tráfico en la Travessera de les Corts de Barcelona entre el taxista Carlos Ríos y el motorista E. C. N.
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“Mi intención nunca fue pelear”. Estas han sido las palabras de E. C. N., el hombre acusado de propinar un puñetazo al taxista Carlos Ríos, de 53 años, que falleció como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico al caer al suelo.
De hecho, esta ha sido una de las principales cuestiones a esclarecer en el juicio celebrado este jueves en el Juzgado de lo Penal número 7 de Barcelona, en la Ciudad de la Justicia: si Ríos murió a consecuencia directa del golpe o del impacto contra el asfalto.
Durante las cinco horas que duró la sesión, comparecieron hasta catorce testigos, entre ellos la médico forense que practicó la autopsia. La especialista afirmó que la causa del fallecimiento fue una hemorragia cerebral provocada por una o varias fracturas craneales.
Una de ellas, localizada en la parte occipital del cráneo, fue observada durante la autopsia, mientras que las demás quedaron reflejadas en el informe médico del Hospital Clínic, donde la víctima falleció tres días después de la agresión. Según la forense, la fractura occipital, "compatible con una caída desde su propia altura", fue determinante en la muerte del taxista.
El acusado dice que se sintió "acorralado"
Los testigos coincidieron en el relato de los hechos, que también se ve reflejado en una grabación captada por la cámara de otro taxi. Sin embargo, el acusado ha insistido en que nunca tuvo la intención de matar ni de hacer caer al taxista. “Solo quería quitármelo de encima”, repitió en varias ocasiones.
E. C. N. explicó que ese día trabajaba como repartidor junto a su pareja y que, al llegar a la altura de Travessera de les Corts, un taxista comenzó a increparlo desde su vehículo, gritando "¡avanza, avanza!", mientras intentaba rebasarlos. Según su testimonio, el vehículo se acercó tanto que llegó a deslumbrarlo con las luces.

Imagen del incidente aportada por Élite Taxi
Relató que decidió bajarse de la moto para acercarse a la ventanilla del taxi, sin intención de agredir, pero el conductor lo insultó y le dijo que se fuera a su país, a lo que él respondió que tampoco estaba en el suyo.
Su pareja, que iba como pasajera en la moto, corroboró este relato y afirmó que el taxista les gritó "groserías" antes de salir del vehículo y acorralar al repartidor.
Según el acusado, el taxista tumbó la moto —su herramienta de trabajo—, lo que lo dejó en estado de shock. Posteriormente, asegura que fue empujado contra unos contenedores por la víctima, quien también lo golpeó varias veces. Él respondió con un empujón con la intención de apartarlo, sin saber exactamente dónde le impactó. Dice que lo vio tras ver el video.
Los testigos confirman el forcejeo
Los testigos, sin embargo, afirmaron que en medio del forcejeo, el motorista le dio un puñetazo que hizo caer al taxista, quien se desplomó sobre el asfalto, comenzó a convulsionar y sangraba abundantemente por la cabeza y la boca.
Tanto el acusado como su pareja permanecieron en el lugar y trataron de auxiliar a la víctima. De hecho, fue la chica quien llamó al 112.
Un taxista que llegó a la escena justo antes del golpe declaró que vio a los tres —el acusado, su pareja y la víctima— forcejeando en medio de la calzada. Describió cómo, en una secuencia de apenas segundos, el motorista propinó un puñetazo "en la quijada" al taxista, que cayó inmediatamente.

Clientas tomando un taxi en Barcelona en una imagen de archivo no relacionada con esta noticia
Por otro lado, un vecino de Travessera de les Corts confirmó que el origen del altercado fue una discusión de tráfico. Según su relato, ambos se enfrentaron físicamente, intercambiando puñetazos, hasta que el taxista "cayó a plomo".
Los tres interrogantes
También declararon los agentes de los Mossos d'Esquadra que acudieron al lugar, quienes confirmaron que los testigos coincidieron en que el acusado golpeó al taxista tras una discusión, pero señalaron que en ningún momento intentó huir y colaboró con las autoridades.
Por su parte, los facultativos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) explicaron que inicialmente se desplazó una ambulancia básica, pero debido a la gravedad de las lesiones —principalmente en la parte posterior del cráneo— se requirió una segunda unidad medicalizada. Había una "necesidad vital", señalaron.
Con el interrogatorio de todos los testigos, las partes se han centrado en resolver varias cuestiones clave: si el acusado llevaba guantes con protecciones rígidas, si ambos se agredieron mutuamente o, sobre todo, si la muerte fue consecuencia directa del puñetazo o de la caída posterior.

Exterior de la Ciudad de la Justicia
Piden hasta cuatro años de prisión
Por estos hechos, la Fiscalía solicita cuatro años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, además de una indemnización para los familiares de la víctima de entre 11.900 y 17.800 euros.
Una de las tres acusaciones particulares, representada por Élite Taxi y ejercida por el despacho Vosseler Abogados, pide la misma pena de cárcel, pero por homicidio preterintencional, es decir, reconociendo la intención de causar daño, pero no de matar.
En cambio, la defensa, liderada por Carles Monguilod, sostiene que los hechos no constituyen delito alguno. De forma subsidiaria, propone que se califiquen como un delito leve de lesiones en concurso con un homicidio por imprudencia leve o menos grave.