De izquierda a derecha: Jordi Segarra, Josep Tabernero, Pere Mir y Àngel Surroca

De izquierda a derecha: Jordi Segarra, Josep Tabernero, Pere Mir y Àngel Surroca Crónica Global

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Quién es quién en el 'caso Cellex': la trama de desfalco que ha sacudido a la burguesía catalana

Desde los albaceas hasta la persona que denunció las presuntas irregularidades. A continuación, un resumen de todos los protagonistas del mayor escándalo de descapitalización de los últimos años en Cataluña

Contenido relacionado: El juzgado estima en 6,2 millones las pérdidas por la mala gestión del legado de Pere Mir

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Durante años, las fundaciones privadas Cellex y Mir Puig canalizaron la obra filantrópica de Pere Mir, un empresario catalán hecho a sí mismo, conocido por hacer su fortuna en el sector químico.

A su muerte, en 2017, dejó una herencia compleja, pero bien estructurada: decenas de millones de euros, propiedades de alto valor y un testamento claro sobre cómo debía usarse su legado. Sin embargo, lo que parecía un ejemplo de mecenazgo modélico ha acabado convertido en una investigación judicial sin precedentes por un presunto desfalco millonario.

La instrucción, abierta en el Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona bajo la batuta de la magistrada Miriam Linage, cifra en al menos 6,2 millones de euros el perjuicio patrimonial causado a las fundaciones. La investigación ha detectado hasta 16 operaciones presuntamente fraudulentas entre transferencias a cuentas personales, donaciones de joyas y bienes inmuebles, subidas de sueldo injustificadas y la concesión de pensiones vitalicias destinadas, según las fuentes consultadas, a comprar el silencio de algunos herederos incómodos.

El entramado, según la querella que activó el caso a finales de 2022, está dirigido por Jordi Segarra, quien aprovechó su posición de poder para gestionar las fundaciones como si fueran una caja privada. Durante más de cinco años, el supuesto saqueo se habría ejecutado con total impunidad.

Estos son los ocho nombres clave del ‘caso Cellex. Quién es quién en una de las tramas más opacas —y escandalosas— que ha golpeado a la alta burguesía catalana en los últimos años.

Esquema del quién es quién en el 'caso Cellex'

Esquema del quién es quién en el 'caso Cellex' Crónica Global

Pere Mir, el difunto mecenas

Fue uno de los grandes empresarios del sector químico en Cataluña. A través de Derivados Forestales, Pere Mir construyó una fortuna sólida y discreta. Al vender la empresa en 2003, decidió consagrarse a la filantropía. Primero, a través de la Fundación Mir Puig, creada en 1978 para fines sociales; y más tarde, con una visión más ambiciosa, fundó la Fundación Cellex, con el objetivo de impulsar la investigación científica y médica en Cataluña.

Cellex se convirtió pronto en sinónimo de mecenazgo. Entre sus donaciones destacan los 8 millones de euros para el centro de investigación biomédica que hoy lleva su nombre en la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona, o la financiación de equipamiento de vanguardia para hospitales como el Clínic o el Vall d’Hebron

Pere Mir

Pere Mir

Antes de morir, dejó redactado un testamento detallado, designó a los patronos y albaceas de su legado. Sin embargo, tras su fallecimiento en 2017, su voluntad empezó a desdibujarse, dando paso a lo que hoy la justicia investiga como una trama de saqueo continuado del patrimonio que debía haberse destinado al bien común.

Jordi Segarra, el principal heredero del legado 

Figura central del caso y principal señalado en la querella, Jordi Segarra fue uno de los hombres de confianza de Pere Mir. Tras la muerte del empresario, Segarra asumió el papel de albacea testamentario y se convirtió en una de las voces con más poder dentro del patronato de las fundaciones Cellex y Mir Puig. 

Las fuentes consultadas señalan a Segarra como el cerebro de las hasta 16 operaciones fraudulentas detectadas por la justicia. Todas ellas ello habrían ocurrido entre 2017 y 2022, bajo una apariencia de normalidad institucional. En estos momentos, se le investiga por administración desleal apropiación indebida. Fue destituido, también por orden judicial, como gestor del legado de Pere Mir. 

Josep Tabernero y la casa de la Pleta

Reconocido oncólogo y director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), Josep Tabernero fue otro de los albaceas designados por Pere Mir para velar por el cumplimiento de su testamento. Su vínculo con el mecenas venía de años atrás, forjado en el entorno de la investigación médica que el empresario apoyó generosamente.

Sin embargo, su papel en el llamado caso Cellex no se centra en la gestión científica del legado, sino en la recepción de un bien inmueble de altísimo valor que pertenecía al patrimonio personal de Mir.

Según consta en el registro catastral, en 2019 —dos años después de la muerte del filántropo— Tabernero recibió en calidad de donación una vivienda en La Pleta de Baqueira, una exclusiva urbanización del Pirineo leridano. La operación se canalizó a través de una de las empresas gestionadas por Jordi Segarra, lo que, según la investigación judicial, podría constituir una forma encubierta de desviar activos del patrimonio del fallecido en beneficio de su entorno personal y profesional.

Josep Tabernero, director del VHIO y exalbacea del testamento de Pere Mir

Josep Tabernero, director del VHIO y exalbacea del testamento de Pere Mir Cedida

A día de hoy, su nombre aparece en las diligencias que se instruyen desde el Juzgado número 12. Él mismo reconoció en un comunicado ser uno de los investigados en este “desagradable asunto”.

Juan Francisco Capellas

Tercer albacea designado por Pere Mir, el abogado Juan Francisco Capellas aparece en la investigación como una figura discreta, pero clave, en la administración del legado del empresario. 

Según adelantó este medio, Capellas fue beneficiario de un piso y un sobreático en la exclusiva avenida de Budé en Ginebra, muy cerca de la sede de la ONU. Los inmuebles, que habían pertenecido a Pere Mir, pasaron a manos del abogado tras su muerte, a través de un procedimiento similar al utilizado en la donación del chalet de Baqueira a Tabernero. 

El pasado 16 de abril, los Mossos d’Esquadra registraron la vivienda habitual de Capellas y del resto de albaceas en el marco de las diligencias del Juzgado de Instrucción número 12.

Ángel Surroca, el denunciante 

Ángel Surroca fue la primera persona en alzar la voz y denunciar las presuntas irregularidades en el seno de las fundaciones Cellex y Mir Puig. Fue la mano derecha de Pere Mir durante años y ocupó cargos ejecutivos en Derivados Forestales. Según se denuncia, desde la llegada de Segarra a la dirección de Cellex, la fundación experimentó una transformación opaca y alarmante.

Por todo ello, a finales de 2022, Surroca presentó una denuncia ante el Servicio de Supervisión y Protectorado de Fundaciones, dependiente del departamento de Justicia, en la que acusaba a los actuales gestores de un presunto expolio del patrimonio de Pedro Mir.

El empresario y mecenas Pere Mir

El empresario y mecenas Pere Mir Cellex

Según su testimonio, recogido también en su libro De la fusta a la fusta. La historia del grupo Derivados Forestales (1942-2006), la herencia que dejó el empresario ascendía originalmente a unos 400 millones. No obstante, y de acuerdo con el informe elaborado por el detective de Método 3, Francisco Marco, desde que Segarra tomó el control de las fundaciones, el patrimonio habría pasado de 75 millones a tan solo 15 millones de euros. No obstante, por el momento, la jueza cifra el perjuicio económico probado en 6,2 millones.

Ramón Balasch, el editor 

En segundo plano, pero como una de las voces a quien no le ha temblado la voz a la hora de denunciar los hechos, se encuentra Ramón Balasch, la persona responsable de editar el libro sobre el grupo químico. Balasch es la persona que, a preguntas de este medio, acusó al prestigioso oncólogo Josep Tabernero de manipular el fallecimiento de Pere Mir. 

Tal y como adelantó Crónica Global, Balash tiene "dudas razonables" sobre cómo gestionaron los tres albaceas --Tabernero y los abogados Jordi Segarra y Juan Francisco Capellas-- la muerte de Mir. Sospecha que dejó plasmada, incluso, en el libro De la fusta a la fusta. Según su criterio, los tres albaceas actuaron con total secretismo, evitando, incluso, que las sobrinas de Mir pudieran ver el cuerpo de su tío. 

Lluís Torner, una aparición inesperada

En plena investigación por el presunto desfalco de las fundaciones de Pere Mir, este medio pudo descubrir que Lluís Torner, fundador y exdirector del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Cataluña, ha recibido una supuesta aportación de alrededor de medio millón del entorno de la Fundación Cellex. 

Un pago que, según fuentes vinculadas a las pesquisas, no estuvo vinculado a la construcción de la sede en 2012, y que abonaron íntegramente los fondos que legó el empresario Pere Mir a la ciencia. Una aportación, pues, "ajena a la actividad fundacional" que tendría una motivación personal.

No obstante, las mismas voces recuerdan que "Torner no era en absoluto ajeno a la operativa de Cellex, puesto que era apoderado de varias sociedades de la misma entre 2018 y 2023". 

¿Cuáles? La Sociedad Anónima de Intereses SA, por ejemplo, donde el físico no solo tenía poderes, sino que se cambió su propia remuneración, según el Registro Mercantil. Pero es que hay más, porque Torner también participó de Fisa RecubrimientosJosé Pamias SA o Simex SA, la matriz del conglomerado. 

Todo ello "genera dudas" de que el físico no incurriera en "flagrante conflicto de intereses". 

Enriqueta Felip, el nexo con Grífols 

En una subtrama de toda esta historia, aparece Enriqueta Felip, escudera del oncólogo investigado Josep Tabernero, quien compagina los puestos de alto cargo del Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO), directiva del Hospital público y, al mismo tiempo, consejera de la multinacional de hemoderivados Grifols. Según las fuentes consultadas, Tabernero colocó a una jefa de servicio de Vall d'Hebron como consejera de una empresa privada, algo impensable en el resto del sector público de la Generalitat de Cataluña. 

Felip lleva seis años en el grupo al timón de Grifols. Pero ha sido ahora, que ha estallado el caso Cellex, cuando en el sector sanitario se ha alertado de la "incompatibilidad flagrante" de sus tres posiciones