Glòria Sabaté y  su novela 'Mort al Palau'

Glòria Sabaté y su novela 'Mort al Palau' Penguinllibres.com

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El detective que sedujo a los barceloneses

Glòria Sabaté publica una novela negra inspirada en el furor que despertaron las obras de Sherlock Holmes en la Barcelona de principios del siglo XX

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Glòria Sabaté, doctora en Filología y profesora de Literatura medieval en la Universidad de Barcelona (UB), siempre recuerda a sus alumnos que no dejen de leer las notas a pie de página de cualquier libro o documento que caiga en sus manos: “Son una maravilla”.

Fue precisamente leyendo una nota a pie de página que Sabaté aprendió sobre el enorme impacto que tuvieron las traducciones al catalán de la obra del escritor escocés Sir Arthur Conan Doyle a principios del siglo XX, y decidió escribir una novela sobre el tema.

El resultado es Mort al Palau (Rosa dels Vents, 2025), una novela negra ambientada en el Palau Güell, donde la autora sitúa una serie de crímenes al más puro estilo Sherlock Holmes, que se suceden en su interior poco después del exitoso estreno de El gos dels Baskerville en el Teatro Principal de Barcelona, en noviembre de 1908. 

“Me quedé enamorada desde el primer momento de todo lo que representó traducir al catalán las aventuras de Sherlock Holmes”, explicó la autora durante la presentación de su novela en la biblioteca pública Arús, en el Eixample barcelonés, el pasado 1 de abril.

La novela toma como punto de partida la jornada cultural en torno al famoso detective que organizan las hermanas Güell en el palacio familiar del Raval, obra de Antonio Gaudí. Para ello, las dos hermanas, Isabel y Maria Lluïsa, invitan a una serie de personajes del mundo de la cultura, incluida su profesora particular de inglés, Robina, una gran lectora de la obra de Conan Doyle. Todo apunta a que la velada será de lo más placentera, hasta que aparece el cadáver de Esteve, el mozo de las caballerizas. Rápidamente, Robina descubre que el asesino está imitando un caso protagonizado por Sherlock Holmes, y cuando los invitados, nuevamente convocados en el palacio, queden atrapados, se iniciará una carrera contrarreloj para evitar más muertes y descubrir quién es el asesino.

Sherlock Holmes y Charles Arrow, en una caricatura publicada en 'L'Esquella de la Torratxa' (1908)

Sherlock Holmes y Charles Arrow, en una caricatura publicada en 'L'Esquella de la Torratxa' (1908)

“Mi novela no es sólo negra, sino histórica”, aseguró Sabaté, autora de novelas como La hija de Lilith (Ediciones B, 2016) y El velo de la diosa (Columna, premio Nèstor Luján 2020).

Para documentarse, la profesora e investigadora, que se describe como una enamorada de la Edad Media y el Modernismo, se pasó muchos días encerrada en el Archivo Histórico de Cataluña, revisando recortes de prensa que hablaran del impacto que tuvieron las obras de teatro de Sherlock Holmes en la sociedad del momento.

“El Modernismo tenía el afán de acercar la cultura a Cataluña y convertirnos en un país europeo, moderno”, explicó. Ese afán implicaba traducir obras literarias extranjeras al catalán, no sólo para la burguesía, sino para las clases populares, en un lenguaje más asequible, como hizo el dramaturgo Salvador Vilaregut al traducir las aventuras de Sherlock Holmes para el teatro. En paralelo, las aventuras de Sherlock Holmes fueron publicadas semanalmente por la colección Literatura Sensacional, acompañadas de ilustraciones de Junceda.

Además de investigar en los archivos históricos, Sabaté pasó muchas horas metida en el Palau Güell. Enclaustrado en el Raval, “pero totalmente aislado del barrio”, el edificio de Gaudí ofrecía la arquitectura ideal para recrear el crimen de la “habitación cerrada””, explicó. Por otro lado, el Palau Güell estaba ubicado junto al Teatre Principal, donde se representaban las exitosas obras de Sherlock Holmes.

“He querido hacer un homenaje a Sherlock Holmes y al género negro, detectivesco, que pide la implicación del lector en el descubrimiento de las pistas”, comentó Sabaté, que también ha sabido crear un universo de personajes femeninos capaces de transportarnos al espíritu de una época. Entre ellos destaca Robina, hija de una catalana y un ingeniero escocés, como los muchos que vinieron a la ciudad para montar las máquinas de las fábricas del Poblenou en el siglo XIX, o una espiritista amiga de la familia.

“El espiritismo es ese movimiento malentendido, ese contraste entre ciencia y espiritismo, que en esa época fue más bien un movimiento intelectual-espiritual que sirvió a las mujeres de comienzos del siglo XX como una forma para liberarse de la presión de un catolicismo que las quiere allí donde ellas no quieren estar, igual que la masonería o la teosofía”, concluyó.