Tarjeta roja: Hernández Hernández

Tarjeta roja: Hernández Hernández CULEMANÍA

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Tarjeta roja: Hernández Hernández

El árbitro canario dirigió su quinto clásico, un Barça-Real Madrid en el que le hizo la vida imposible a los azulgranas, con acciones tan clamorosas como las manos no señaladas de Tchouaméni

Escándalo arbitral en el clásico: Hernández Hernández pasa del VAR y favorece al Real Madrid con un penalti de libro no pitado y un gol anulado

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El Barça ganó, como entona Joan Laporta, contra todo y contra todos. El árbitro designado por el CTA para el clásico de este domingo, Hernández Hernández, no impidió la victoria culé en Montjuïc (4-3), aunque lo intentó por activa y por pasiva.

El equipo de Hansi Flick sufrió mucho en los últimos minutos, por el ajustado resultado, pero la realidad es que el Real Madrid debía tener, como mínimo, un gol menos. El segundo gol de Kylian Mbappé estuvo precedido por un claro pisotón de Fede Valverde a Lamine Yamal, que el VAR ignoró.

El pisotón de Fede Valverde a Lamine Yamal que precede el segundo gol de Kylian Mbappé en el clásico

El pisotón de Fede Valverde a Lamine Yamal que precede el segundo gol de Kylian Mbappé en el clásico REDES

Después, antes del descanso, Ferran Torres le había ganado la posición a Aurelién Tchouaméni cuando el centrocampista galo, desplazado a la posición de central, se lo llevó por delante. Era el último hombre. Sin embargo, Hernández Hernández no le sacó la tarjeta roja. Lo dejó en amarilla.

Un penalti de libro

Fue precisamente Tchouaméni el autor de la siguiente acción polémica, un penalti de libro que el colegiado nacido en Las Palmas no vio de primeras y tampoco pitó tras la llamada del VAR. Según su criterio, el futbolista del Madrid las tenía pegadas al cuerpo. Un gol desde los once metros hubiese supuesto el 5-3 en el marcador.

La mano de Aurelién Tchouaméni en el Barça-Real Madrid de Liga

La mano de Aurelién Tchouaméni en el Barça-Real Madrid de Liga REDES

El brazo de Tchouaméni, evidentemente, estaba muy separado. Como no tenía la roja, la acción hubiese supuesto la segunda amarilla y un partido totalmente distino. Luego, Hernández Hernández sí señaló unas manos de Fermín López, justo antes de la manita culé, tras un despeje de Fede Valverde. De repente, cambió de criterio.

El árbitro canario le pudo haber costado, prácticamente, la Liga al Barcelona. Por suerte, el espíritu combativo del equipo azulgrana permitió dejar casi sentenciado el campeonato.