
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun Europa Press
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, incurre de nuevo en la contradicción de ejercer de Gobierno y oposición al mismo tiempo. El también portavoz de Sumar se prodigó ayer en críticas al nuevo proyecto de ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat con argumentos inexactos y no exentos de populismo.
En opinión del ministro, el plan para mejorar el aeródromo barcelonés "es más propio de los años 80 que del siglo XXI" y "ahonda en un modelo productivo que no es de futuro: el de monocultivo del turismo". Dos acusaciones sobre las cuales no aportó datos, y que no se ajustan a la realidad, como evidencia, por ejemplo, el respaldo unánime que la propuesta recibió ayer desde las más diversas entidades empresariales y económicas de Cataluña.
Urtasun puso énfasis, también, en el impacto ecológico del proyecto, a pesar de que esa afectación ha quedado reducida al mínimo, y además con compensaciones alternativas.
En definitiva, una nueva salida de tono por parte del responsable de Cultura del Gobierno, tan dado a pronunciarse sobre cuestiones que nada tienen que ver con su cartera. Y, con frecuencia, de forma desafortunada.