
Entrevista a Marcel Borràs Barcelona
Marcel Borràs, el actor catalán que se pone en la piel de Serrat: "Prácticamente no conocía su trayectoria"
El intérprete interpreta al cantante de 'Mediterráneo' en la nueva serie de Movistar+, 'La canción', donde se cuenta la intrahistoria de la victoria de Massiel en Eurovisión
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Marcel Borràs es un actor de varias caras. En teatro, se ha ganado un hueco formando pareja creativa con Nao Albet, con el que se ha alzado con varios premios Max de las artes escénicas. En el audiovisual ha participado en proyectos tan diversos como Això no es Suècia, Incèrta glòria, Cites, Tres metros sobre el cielo, Hospital Central o Galgos.
Su último proyecto le hace viajar al pasado para ponerse en la piel de Joan Manuel Serrat. Un Serrat joven, que empezaba a despuntar en la música y que estaba dispuesto a ir a Eurovisión con La, la, la. Aunque luego, se encargaría Massiel (Carolina Yuste).
Esta historia, que forma parte de la historia española de este festival de la canción europea, es la que cuenta La canción. La miniserie, de Alejandro Marín, arranca con un Franco que pide ganar a Eurovisión y sigue los pasos de una serie de trabajadores de RTVE y de la música para conseguirlo.
La miniserie combina imágenes de archivo de la represión franquista con la ficción que supuso esa intrahistoria que llevó a España a ganar Eurovisión, no sin dificultades. El propio Serrat fue sustituido al querer cantar en catalán y tuvo que ser sustituido por Massiel.
Borràs asegura que no conocía a ninguno de los personajes. Él se limitó a hacer lo que le tocaba: actuar. Nada más. Y no le ha salido nada mal.
Crónica Global habla con el intérprete minutos antes de la presentación de la miniserie en el BCN Film Fest. Y la verdad que, como la producción de Movistar+, las respuestas sorprenden.

Entrevista a Marcel Borràs Barcelona
- ¿Cómo es ponerse en la piel de Joan Manel Serrat?
- Ha estado divertido. Actuar es un trabajo muy divertido y muy estimulante, porque es un viaje a lo desconocido, claramente tú sabes donde empiezas, pero no cómo acabas.
- La gente se piensa que sabemos lo que hacemos y no tenemos ni idea. O sea, nos ponemos un traje que nos dan unos, en una localización que unos han ilustrado, te mueves como te pide el director y hablas. Luego lo montan y sale.
- En este sentido sabíamos de entrada que no se trataba de hacer una imitación ni un biopic, ni mucho menos. Se trataba de coger como una energía y mostrar la lucha de una persona con las ideas y una ambición muy claras, además de un saber hacer. Serrat era un tío casi muy joven, muy coherente. Y teníamos que mostrar el contraste de la fragilidad por lo que le acaba pasando en la historia. En este sentido, el peso de la responsabilidad no lo he experimentado de una manera muy grande.
- ¿No contactaron con él?
- No.
- ¿Ni saben si le ha llegado?
- No tengo absolutamente idea.
- ¿Y no da respeto?
- Me da porque conoce gente que yo conozco. Si no tuviera ningún amigo en común, me daría igual, porque hay un punto que yo he hecho el trabajo que me han pedido que haga.

Entrevista a Marcel Borràs Barcelona
- Habla que le dijeron de captar la energía de Serrat. ¿Cómo la describiría?
- En aquel momento, era un tío muy joven. Estaba empezando, había sacado un disco en catalán, estaba a punto de lanzar su primer disco en castellano, era alguien muy querido en el Poble Sec, ya había hecho conciertos.
- Pero, nuestra generación, la historia de Serrat en Eurovisión la conocíamos de oídas.
- Yo me imagino a Rigoberta Bandini de aquí 20 años, cuando haya sacado 10 discos y sea una especie de icono de una época y mucha gente se preguntará lo de si fue candidata a ir a Eurovisión, como pasó con Serrat. Pues sí, porque estaba empezando y le pareció bien.
- Y mira, el ejemplo de Rigoberta como una artista con una entidad propia, con una manera de hacer muy característica, que se presentó a Eurovisión sin perder su esencia, se ajusta bastante.
- Yo prácticamente no había escuchado en profundidad a Serrat y, ahora que lo he hecho, creo que Serrat se hizo suya una canción que no era suya, sino del Dúo Dinámico. Conseguía captar su esencia como cantante y, en ese sentido, lo convierte en un artista con personalidad.
- Como se ve en la miniserie, se le criticó por cantar en castellano, él que fue rápidamente icono de la Nova Cançó catalana.
- Pero bueno, él luego también dio un paso atrás y fue una decisión muy valiente.
- En cualquier caso, Serrat lo dice siempre: su madre es de Aragón, él hablaba castellano, y para él también era una lengua propia. Serrat, por encima de todo, ces un poeta, un músico, un artista…. Pero bueno, después también dio el paso atrás, que también fue una cosa muy... Sí, sí, valiente.

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- ¿Conocía algo más de esa historia de Serrat en Eurovisión?
- No, nada. No había visto nunca Eurovisión.
- ¿Y la historia de Massiel...?
- Tampoco la conocía.
- Ella también cambió, ¿no?
- La Massiel de aquel momento era una tía muy avanzada a su tiempo, muy valiente, muy libre y echá pa’lante, que le dicen. Pero tampoco sé cuál es la visión que se tiene ahora de Massiel, en tanto que yo como personajes no los conocía de nada. Para mí, Massiel y Serrat eran dos personas de las que no conocía su trayectoria prácticamente.
- ¿No es un gran fan de Serrat, digamos?
- No, no lo era. Y ahora tampoco lo soy, pero los he conocido.

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- En cualquier caso, la miniserie habla de ese momento en que, desde el gobierno de Franco se decide ir a Eurovisión para ganar. ¿Qué cree que supuso? ¿Puede suponer una apropiación de las artes (música, cine, televisión) para blanquear la dictadura?
- Sí, totalmente. El régimen aprovechó todo lo que pudo para intentar limpiar su imagen, eso está clarísimo. La serie habla de eso.
- Claro es que ‘La canción’ habla del ‘La, la, la’, de la dictadura, de la represión, de las figuras de Massiel y Serrat. ¿Se puede definir de algún modo?
- Bueno, yo creo que es una serie muy contemporánea en el sentido de que es una especie de viaje entre los géneros. No tiene un género marcado. Hay mucha comedia, pero tiene un punto también un ritmo casi de thriller, porque el drama histórico lo explica con este ritmo muy acelerado del thriller. Tiene una parte de crítica social, mucha ironía, mucho sarcasmo. Hay mucho esta cosa de cómo nos ven desde fuera y cómo vemos nosotros o la gente desde fuera.
- Y muestra cómo se manejan los hilos de un espectáculo como este.
- Es guay, porque se habla del show business al final, y de cómo se manejan los hilos. Eso es una cosa que, como espectadores, siempre agradecemos. Hemos visto tantas veces los shows de Eurovisión que poder ver el otro lado también es interesante.

Entrevista a Marcel Borràs Barcelona
- Además, confirma que Eurovisión se trata o se trataba de política.
- Totalmente. Sigue siendo política, pero quizás ahora es más show. Antes creo que, por el hecho de que los concursantes hacían giras por las otras televisiones para intentar promocionar, se muestra esa parte política.
- Vamos a hablar de usted, porque hay un Marcel Borràs audiovisual y un Marcel Borràs de teatro. ¿Es un poco adrede?
- A ver, un poco. Normalmente, me dejo guiar mucho por la intuición y cuando aparece la posibilidad de hacer algo que siento que no he hecho y supone un reto, ya me da señales de que voy por buen camino al elegir eso.
- En este sentido, estoy contento porque los últimos años he podido hacer personajes muy diferentes. Aquí, por ejemplo, me lancé porque el director, Alejandro, me gusta mucho, y los guionistas, Fran Araujo y Pepe Coira, me parecen dos tíos muy brillantes y, además, rodearme de este equipo me parecía muy guay.
- Y ya te digo, lo que más me llamó la atención fue este juego que tiene entre estilos, que la serie viaja por diferentes géneros. A mí es el tipo de cine que más me interesa como espectador. De hecho, a mí me encanta el director coreano Bong Joon-ho. Viene del cine género, del terror, pero se mueve de una manera muy elástica, pasa de la comedia, al drama absoluto, a la crítica social. El cine mola cuando pasa eso.

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- Veo que se fija en directores. Igual que a su pareja, Aina Clotet, ¿le ha picado el gusanillo de dirigir? Y te lo diré de aquí, porque es verdad que escribir escribes, además, supongo que con Aina también la serie que habéis hecho
- Ahora que ya llevo unos años dedicándome a este mundo y viéndolo de cerca, no negaré que es una cosa que me gustaría hacer. Pero también es verdad que, al mismo tiempo, le tengo más respeto que nunca. Justamente porque he visto a Aina levantar la serie y lo complejo que es.
- Es cierto que, a pesar del llamado techo de cristal, empezamos a ver directores y directoras de nuestra edad, de nuestra generación, que empiezan a tener mucha responsabilidad, como Alejandro. Y ves también la dificultad y la complejidad de un proyecto audiovisual.
- Yo estoy acostumbrado a capitanear proyectos con Nao, pero son teatro, son dos mundos que en muchos aspectos se tocan, pero no tienen nada que ver. En el cine cuentas con mucha más gente, tienes que prever mucho, tienes que renunciar a muchas cosas. En el teatro, al final, todo es más factible.
- Por último, a pesar de lo que amenazaron en su último espectáculo, ¿los volveremos a ver juntos en el teatro con Nao Albet?
- Es posible que volvamos. No sabemos cuándo, cómo, ni de qué manera, pero es posible que volvamos. Tenemos la espina ahí clavada todavía. Es una relación casi de familia. Somos mejores amigos desde hace muchos años, nos conocemos mucho y hemos pasado muchas horas juntos. Nos gusta mucho trabajar juntos, nos lo pasamos muy bien, nos admiramos mutuamente y también nos tenemos rabia a partes iguales. Bueno, de eso iba la obra, pero es ficción.